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La falta de mano de obra cualificada lastra la lucha contra el paro en Canarias

Más de la mitad de los desempleados del Archipiélago carece de formación superior y los empresarios advierten que tienen dificultades para encontrar ciertos perfiles

La directora general de la Cámara de Comercio de Santa Cruz, Lola Pérez, y el presidente, Santiago Sesé. María Pisaca Gámez

Los empresarios lanzaron ayer una nueva advertencia acerca de la dificultad que están teniendo para encontrar entre los demandantes de empleo del Archipiélago candidatos formados que puedan ocupar los puestos de trabajo que se requieren. La oferta y la demanda no van de la mano en un mercado laboral que cada vez requiere de personal más cualificado. Algo que provoca que los niveles de paro no puedan bajar todo lo que podrían hacerlo si entre los desempleados de las Islas las empresas pudieran encontrar los perfiles que necesitan. «El paro podría bajar más si se casa la oferta y la demanda, hay que buscar soluciones urgentes», señaló Santiago Sesé, presidente de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, quien insistió en que una comunidad autónoma con una tasa de paro del 17,7% –que aún siendo alta es la menor en el Archipiélago desde 2008 según la Encuesta de Población Activa (EPA)– no puede permitirse este desajuste

Pero, ¿cómo es posible que en una región con un alto índice de desempleo puedan faltar trabajadores? Más aún cuando en gran medida los empleos que se generan no requieren de una alta formación, ya que son en su mayoría vinculados al sector servicios. La explicación hay que buscarla, según Sesé, en la especialización y en los problemas para reajustar los planes formativos para adaptarlos a las demandas de las empresas. «Hemos apostado por la calidad y cualquiera ya no puede ser maitre en un hotel o ponerse tras una recepción, esto ya no va así», expone. Por eso, insiste en cada vez les resulta más complicado en encontrar camareros o cocineros y solo en el sector de la construcción hacen falta ya 24.000 trabajadores.

La directora general de la Cámara, Lola Pérez, puso sobre la mesa los datos respecto al nivel de formación que tienen los desempleados en Canarias. Más de la mitad de las personas que buscan trabajo en las Islas solo ha terminado la Educación Secundaria Obligatoria. «Ante un cambio estructural de nuestra economía hacia un modelo más digital y renovable, la proyección de la educación debe dirigirse hacia los perfiles más demandados», recalcó, ya que si las empresas no los encuentran entre la población local «nos veremos abocados a la importación de mano de obra».

Todo esto en un momento en el que las Islas han alcanzado unos datos de ocupación récord –949.000 en el segundo trimestre del año– que están en consonancia con el crecimiento económico experimentado por la comunidad autónoma en este periodo. Así lo evidenció también ayer el Boletín de Situación Económica para los meses de abril, mayo y junio que elabora la Cámara de Comercio y que cuenta con el apoyo de CaixaBank. No solo han sido positivos los datos de empleo sino también aquellos vinculados a la demanda y la oferta, que despegan tras el regreso del turismo. Tanto es así que el Producto Interior Bruto (PIB) de Canarias se incrementó un 9% en ese periodo y encadena cinco trimestres al alza.

Un devenir positivo que unido a las buenas previsiones de cara a las reservas turísticas de los próximos meses de la temporada de invierno hacen que este organismo mantengan la estimación de crecimiento para este año en torno al 6,3%.

Sin embargo, existe una amenaza que acecha a esa consolidación de la recuperación, la incesante subida de los costes. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) escaló en julio hasta el 9,4% en Canarias. Mientras que la inflación subyacente –la que no recoge ni los productos energéticos ni los alimentos sin elaborar– asciende al 5,9%. «Casi nos preocupa más esta última», sostuvo Santiago Sesé, ya que es la que evidencia que la subida de precios no es algo puntual como se creía hace unos meses, sino que se extiende como una mancha de aceite a todos los bienes y servicios de la economía. «Ante esto creemos que las previsiones se pueden ir tornando más pesimistas y si la guerra continua no es buena perspectiva para 2023», evidenció el presidente de la Cámara tinerfeña.

Sesé recalcó que para tratar de reducir la inflación se deben tomar medidas como ya se está haciendo reduciendo los estímulos e incrementando los tipos de interés, pero insistió en que desde Canarias también se pueden llevar a cabo acciones para intentar paliar la situación. «Tenemos que buscar contrapesos porque no podemos quedarnos de brazos caídos», comentó.

Para Sesé una de las acciones que podría reforzar el desarrollo de actividad económica en el Archipiélago es la simplificación de la administración. «Hay muchos proyectos paralizados por cuestiones burocráticas», señaló. Proyectos tanto de empresarios foráneos como locales que cuentan con importantes inversiones económicas. Además, recalcó que el sector público debe aumentar su productividad para poder hacer frente no solo a la gestión del mayor presupuesto de la historia de Canarias –que alcanzará en 2023 los 10.000 millones de euros– sino también para poder repartir los fondos Next Generation que destacó tienen que llegar «en tiempo y forma» a las empresas del Archipiélago. «Debemos dar un toque de atención para que se agilice lo más posible», resaltó.

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