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Nueva normativa

¿Cuánto pagarán las familias tras la reforma legal sobre las trabajadoras del hogar?

El nuevo derecho a cobrar el paro exige que empleadas y empleadores coticen cada mes para financiar las prestaciones

Una trabajadora del hogar friega los platos en un domicilio durante su jornada laboral. Joan Castro

Las trabajadoras del hogar ya pueden cobrar la prestación y los subsidios de paro. El Gobierno ha dado luz verde en el Consejo de Ministros de este martes la reforma de este régimen especial de la Seguridad Social, poniendo así fin a una discriminación histórica e injustificada que privaba hasta ahora a este colectivo de protecciones sociales fundamentales. La nueva norma beneficiará directamente a las 373.121 trabajadoras del hogar dadas actualmente de alta en la Seguridad Social, que se acercan así a las prestaciones mínimas que disfruta cualquier camarero, cajera, pintor o médica, por ejemplo.

Más derechos para las trabajadoras que conllevarán un mayor esfuerzo contributivo por parte de las familias que las emplean, así como de las propias trabajadoras. Si bien el Gobierno ha habilitado bonificaciones para los empleadores durante la entrada en vigor de la nueva normativa con el fin de amortiguar ese incremento de costes, los hogares y las propias trabajadoras sí deberán asumir una mayor contribución al erario público.

Cada familia deberá asumir un mayor o menor incremento de cotizaciones, en proporción del número de horas que esté dada de alta la trabajadora del hogar. No serán los únicos, ya que también las propias trabajadoras verán como el Estado retiene una pequeña parte de su nómina para costear futuras prestaciones. El Ejecutivo ha centrado sus bonificaciones en el caso de las familias y de momento aplicará un 80% en las nuevas cotizaciones por desempleo y acceso al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa). A lo que podrán sumar una reducción extra del 20% en el caso de contratar por primera vez una empleada del hogar o del 45% si son familia numerosa.

Tomando como referencia una familia que tenga empleada a una persona a 40 horas semanales, lo que para el resto de asalariados vendría a ser una jornada ordinaria a tiempo completo, y le pague el salario mínimo interprofesional (el más frecuente entre el gremio), el sobrecoste mensual que supondrá la nueva norma asciende a 24,4 euros. Este sería un ejemplo aplicable a aquellas familias que tienen una trabajadora interna y asumen ellos íntegramente el coste de las cotizaciones sociales. Si, en cambio, la trabajadora del hogar viene solo unas horas al día o unos días concretos a la semana, el coste adicional para una jornada de 20 horas semanales sería de 12,2 euros al mes.

Según fuentes consultadas del colectivo de gestores profesionales, una práctica habitual a la hora de contratar a trabajadoras del hogar es que los empleadores asuman íntegramente el coste de las cotizaciones sociales. Es decir, esos 24,4 euros adicionales que implica la nueva norma los paga directamente la familia, ya que así lo puede hacer directamente con una transferencia o en efectivo y no se ve obligada a redactar una nómina.

No obstante, si el empleador decide repartir las cotizaciones, tal como hace cualquier empresa con sus asalariados, el reparto del sobrecoste quedará más parejo entre unos y otros. Ya que las trabajadoras verán como se les descuenta 12,2 euros de su nómina para ir a costear el derecho a paro y las familias empleadoras pagarán 12,1 euros más al mes; siempre tomando como referencia una jornada de 40 horas semanales y un sueldo del SMI.

El resultado de estos cálculos tiene en cuenta la bonificación del 80% habilitada desde el Gobierno para el empleador. Es un monto importante el que asume el Estado, pues de no aplicarse, los nuevos derechos implicarían una contribución adicional de 60 euros para las familias, en el caso de una jornada laboral de 40 horas. O de 25,6 euros, en el caso de una media jornada.

Reducciones por primera contratación

El Gobierno ha mantenido una red de bonificaciones ya existentes y la ha ampliado con la intención de evitar que el aumento de la contribución exigida provoque que algunas familias decidan incumplir la ley y forzar a sus empleadas del hogar a operar en 'negro'. Tras la nueva norma se mantiene la bonificación del 20% sobre contingencias comunes para aquellas familias que contraten por primera vez a una empleada del hogar. Y esta puede ampliarse hasta el 45% en caso de ser una familia numerosa.

Un cambio que obligará a las familias a recalcular sus presupuestos para con sus empleadas del hogar es la entrada en vigor a partir del 1 de enero del 2023 del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI). Esta es una 'mini hucha' de las pensiones creada por el Gobierno, que empezará a regir a partir del año que viene y que obligará a todo empleador -ya sea de una empresa industrial, como de servicios, como con una trabajadora del hogar contratada- a pagar un 'extra' de cotizaciones sociales. En el caso de las trabajadoras del hogar, el empleador deberá asumir un 'plus' de 5,8 euros mensuales, en el caso de una jornada de 40 horas a la semana y un sueldo de 1.000 euros brutos (en 14 pagas). En dicho supuesto, la trabajadora, por su parte, deberá pagar 1,2 euros más al mes a la Seguridad Social.

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