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El juez permite a la viuda incinerar el cuerpo de Ferrera al mes de muerto

Una investigación, iniciada a raíz de una denuncia de las hijas, paralizó la cremación - Varios informes toxicológicos descartan el envenenamiento

Ángel Ferrera. JOSÉ CARLOS GUERRA

Un mes después del fallecimiento del empresario Ángel Ferrera, el Juzgado de Instrucción número 3 de Las Palmas de Gran Canaria ha concluido que «no hay impedimento» para que su viuda, María Tavío, inicie los trámites de la incineración después de examinar los resultados del análisis toxicológico que se le realizó a petición de sus hijas por sospecha de «envenenamiento». Fuentes próximas a la investigación ya habían confirmado hace diez días que el informe toxicológico apuntaba a que no hubo envenenamiento, pero no fue hasta ayer cuando el Tribunal Superior de Justicia de Canarias informó de que el juez registró el informe preliminar de la autopsia procedente del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas, donde ha permanecido el cuerpo de Ángel Ferrera desde su muerte el pasado 15 de agosto. En total, 29 días. También se trasladó ayer el dictamen a la viuda para que proceda a cumplir con lo acordado en el testamento vital de Ferrera. El abogado del matrimonio, Marcos García Latorre, confirmó que será «esta semana» cuando se lleve a cabo la cremación.

Con el dictamen del juez concluye un procedimiento que comenzó nada más fallecer el empresario. Las hijas de su primer matrimonio con Margarita Alonso –Silvia, Sonia y Marta Ferrera Alonso– solicitaron al juez de guardia la realización de una autopsia de los restos de su padre por sospecha de envenenamiento. Las hijas, en su momento, prefirieron no dar detalles de su decisión y solo aclararon que las actuaciones judiciales y su denuncia tenían «relación con hechos y circunstancias anteriores al fallecimiento». Portavoces autorizados del entorno familiar añadieron que estas circunstancias «llevaban meses siendo investigadas».

Tras descartar la presencia de sustancias tóxicas en la primera autopsia, el Instituto de Medicina Legal procedió al envío de muestras de tejidos a Tenerife, donde se encuentra la sede canaria del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de España. Estudios de este tipo suelen durar entre tres y siete meses, pero la especial relevancia del fallecido y el enfrentamiento entre las hijas y la viuda han favorecido a que se acelerara el procedimiento.

La autopsia finalmente coincide con el primer informe médico que certificó la muerte de Ferrera. Ambos documentos apuntan que la causa del fallecimiento no fue otra que la metástasis con afección ósea y encefálica en que derivó el cáncer de pulmón que desde hacía siete años padecía el expresidente de la Confederación Canaria de Empresarios o expresidente de la Cámara de Comercio de Las Palmas, entre otros muchos cargos que ostentó.

Tavío podrá cumplir ahora, con un mes de retraso, los deseos que el empresario dejó detalladas en su testamento vital. Una vez incinerado, Ferrera, dejó por escrito que sus cenizas descansaran en una urna dentro del panteón familiar que adquirió en el cementerio de San Lázaro de la capital grancanaria.

El empresario se casó en primeras nupcias con Margarita Alonso, con quien tuvo a sus tres hijas. En 2007 falleció su esposa y Ferrera se casó años después con María Tavío, que estuvo a su lado hasta su muerte. Pero la enemistad entre las hijas y la viuda era conocida por la sociedad grancanaria años antes de la muerte de Ferrera. Fuentes cercanas a la familia aseguran que la relación entre las partes estaba rota desde hacía tiempo y aseguran que en los últimos años los representes legales de Ferrera acudieron en repetidas ocasiones a las dependencias judiciales de la capital grancanaria para dirimir asuntos familiares.

La enemistad entre ambas partes se reflejó también en la organización de los funerales en memoria del empresario. El primero fue organizado por las hijas el 18 de agosto en la parroquia Santa Catalina (Salesianos) de la capital grancanaria, sin contar con la viuda, y con una homilía en la que solo se mencionó a la primera esposa.

Cinco días más tarde tuvo lugar en la catedral de Santa Ana el segundo funeral organizado por la viuda y algunos amigos del empresario. En esta segunda ocasión, fueron las hijas las que estuvieron ausentes. La misa corrió a cargo del obispo auxiliar de la Diócesis de Canarias, Cristóbal Déniz, y la hermana del fallecido, Pilar Ferrera, tuvo palabras de cariño y reconocimiento hacia Tavío por el trato concedido a Ángel Ferrera hasta su final.

En el inicio de la investigación, a mitad de agosto, el asesor legal de la viuda afirmó que cuando acabara el procedimiento se adentraría a estudiar «los motivos que llevaron al juez a realizar una autopsia cuando un médico había certificado ya la muerte natural», pero ayer no quiso adelantar nada de sus próximo movimientos legales. Lo único claro es que una vez se cumpla con los trámites habituales tras cualquier fallecimiento, en este caso la incineración y la colocación de las cenizas en el panteón familiar, esto permite también iniciar los necesarios para concluir con la apertura del testamento. 

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