Abocados a usar el agua desalada para continuar con la producción de frutas, verduras y hortalizas en la cuenca del Segura a pesar de su elevado coste. Agricultores y regantes se ven obligados a seguir comprando "a precio de oro" el agua desalada procedentes de diversas plantas desaladoras, como la de Águilas, Valdelentisco o Torrevieja, para mantener los cultivos de la Región de Murcia y de las provincias de Alicante y Almería.

La incertidumbre se acrecienta con el paso de los días y el ‘Trasvase cero’ anunciado el pasado viernes por el Ministerio de Transición Ecológica (Miteco) para el regadío hace que ahora los trabajadores del campo afronten otro difícil desafío: lograr mantener la cosecha habitual con mucha menos agua.

Así lo afirma el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo Segura (Scrats), Lucas Jiménez, quien advierte de que el precio del agua desalada se va a seguir encareciendo. Esto se traducirá, por tanto, en una nueva subida de costes para los agricultores y regantes murcianos.

El anuncio del ‘Trasvase cero’ cayó como un jarro de agua fría hace unos días, cuando el Ministerio decidía aprobar solo un envío de 7,5 hectómetros cúbicos de agua exclusivamente para abastecimiento urbano, dejando así sin agua del Tajo a la agricultura levantina, pese a que los técnicos de la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura recomendaron en su informe un envío de 20 hectómetros cúbicos al encontrarse los embalses de Entrepeñas y Buendía en situación excepcional (nivel 3).

"Es la quinta vez que deciden no trasvasar para el regadío", dice el PP

El vicesecretario de Comunicación, Organización y Electoral del Partido Popular de la Región de Murcia (PPRM), Joaquín Segado, denunció que esta es "la quinta vez" que la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, "decide no trasvasar agua para el regadío de la Región de Murcia". "De las 27 ocasiones en que el Ministerio ha tenido que tomar decisiones sobre el Trasvase, en 18 no han cumplido con los criterios técnicos», criticó Segado, quien añadió que "el Partido Socialista sigue castigando a la Región de Murcia cada vez que tiene que tomar una decisión". Por su parte, el delegado del Gobierno en la Región, el socialista José Vélez, defendió, tras la decisión del Ministerio, la necesidad de que el campo murciano cuente con "equilibrio hídrico" que permita a los agricultores contar con "el agua que necesiten a un precio razonable" independientemente de su procedencia.


Mientras tanto, a las puertas del nuevo año hidrológico que se inicia el próximo 1 de octubre, las comunidades de regantes ya han adquirido toda el agua desalada que podían comprar a la espera de que durante otoño, invierno y primavera vuelva el agua de lluvia que tanto hace falta en la Región y en toda la zona del Levante español.

"Un sobrecoste importantísimo"

El presidente de COAG en Murcia, José Miguel Marín, denuncia que "se está haciendo política" con el Trasvase: "Los regantes planifican sus cultivos en función de la disponibilidad de recursos que hay que en cabecera y la situación actual supone un perjuicio importantísimo. La situación climática no es favorable y la sequía es preocupante, pero las leyes están para cumplirlas. Si las reservas en cabecera se pueden trasvasar, se tienen que trasvasar", apunta.

"Pueden darse casos en los que el agua desalada sea una alternativa, con un sobrecoste importantísimo, y otros en los que ni tan siquiera eso sea posible, dependiendo de la zona, de las desaladoras o las circunstancias. Están dejando a los regantes en una situación de indefensión absoluta", advierte Marín.

«El agua del Trasvase ha estado saliendo estos años sobre unos 18-20 céntimos, mientras que la desalada, contando con la subvención actual, está en torno a los 54-55 céntimos para cada usuario, dependiendo de los propios gastos que tengan que asumir las comunidades de regantes», afirma por su parte Lucas Jiménez.

Y es que el sector también es uno de los más afectados por la subida de los precios de los combustibles y de la luz: "Siguen su camino y es una locura absoluta. O alguien para esta bola o va a terminar siendo insostenible", advierte el presidente del Scrats.

Por su parte, Marcos Alarcón, secretario general de UPA- Murcia, destaca la "preocupación" que produce que, de manera reiterada y bajo un 'principio de precaución', "se reiteren los trasvases cero mientras persista el Nivel 3 en la cabecera del Tajo, en el cual pueden autorizarse trasvases de un máximo de 20 hectómetros cúbicos (7,5 hm³ para abastecimientos y 12,5 hm³ para regadío)".

Para Alarcón, la reiteración de 'trasvases cero' en los próximos meses "no sólo condicionará la disponibilidad de agua para regadío, sino que encarecerá aún más los costes de producción al incrementarse el coste del riego: más agua desalada -más cara- y menos agua del trasvase. Ello pondrá en especiales dificultades, una vez más, a las explotaciones familiares, que tienen menor capacidad financiera y de endeudamiento".

Además, es vital saber qué pasará más allá del próximo 31 de diciembre, cuando finalice la vigencia del actual decreto de sequía que plantea medidas de apoyo y ayudas urgentes a los agricultores con la subvención de la tarifa del agua desalada. Lo que está claro, afirman los agricultores y regantes, es que para la gran mayoría será «imposible» pagar un euro o incluso más por metro cúbico si no se da una solución a este conflicto.

De hecho, desde finales del pasado mes de agosto se baraja la posibilidad de que el Ministerio fije el precio del agua desalada en 40 céntimos para compensar el recorte al trasvase Tajo-Segura.

La cosecha de miel puede caer a la mitad por la sequía y el abejaruco

La organización agraria COAG prevé que la cosecha de miel se reduzca entre un 40% y un 50% por los efectos de la sequía y las pérdidas provocadas por el abejaruco, un pájaro que se alimenta de abejas, según explicaron este lunes en un comunicado. En el caso de la la Región de Murcia, la cosecha media se situará en el 50%, con una campaña casi nula para la miel de azahar y romero y muchos problemas con abejarucos.

La menor presencia de insectos por la escasa floración y la ausencia de charcas ha convertido a las abejas melíferas en el principal alimento de esta ave migratoria, cuyo canto las espanta y hace que no salgan de las colmenas hasta que los abejarucos desaparecen.

Esta situación, según COAG, provoca que las abejas pierdan las mejores horas de pecoreo a finales de verano, lo que disminuye la cría y, por tanto, merma la población que ha de invernar, por lo que esta organización ha reclamado a los ejecutivos regionales ayudas específicas para los apicultores. Aparte de en la Región, también destacan las pérdidas en los colmenares de las comunidades vecinas de Andalucía y Comunidad Valenciana, donde también se prevé una reducción por encima del 50% de la cosecha de miel.