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Crisis energética

¿Cómo funcionará la nueva tarifa regulada de la luz?

El Gobierno ha publicado esta semana su propuesta para evitar los vaivenes en los precios de los últimos meses

La ministra Teresa Ribera. EFE

La tarifa regulada de la luz, conocida como Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC), está en proceso de cambio. El Gobierno ha aprovechado la crisis energética para reformular esta tarifa que ha sido históricamente la más competitiva respecto al precio, según ha aseverado anualmente la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Pero que se ha visto perjudicada por los elevados precios derivados de la subida del gas natural. La propuesta, una de las condiciones acordadas por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y la Comisión Europea para autorizar la 'excepción ibérica', ha sido publicada esta semana en información pública hasta el 7 de noviembre, por lo que todavía puede sufrir modificaciones.

¿Qué cambia?

El Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) es el precio de la electricidad que aplican las comercializadoras de referencia a aquellos clientes acogidos al mismo. Depende solo del precio de la electricidad en el mercado mayorista (el conocido como 'pool'), de forma que cualquier cambio en este precio afecta de forma directa a los consumidores. En la nueva propuesta se plantea añadir también una referencia de precios futuros que estará formada por una referencia mensual (10%), otra trimestral (36%) y otra anual (54%).

Esta nueva fórmula (precio diario + referencia de futuros) compone el concepto de energía de la factura, que es lo único que cambia. Pero a eso hay que sumar la potencia contratada, los impuestos y otros cargos para llegar al precio final que pagan los consumidores en el recibo mensual

¿Cuándo entra en vigor?

El cambio de metodología será efectivo a partir del próximo año 2023 pero se producirá de forma progresiva. Así, en 2023 y 2024 todavía el precio mayorista diario será el que tenga mayor peso. En concreto, la referencia de precios futuros solo supondrá un 25% del cálculo el año que viene (el 75% restante corresponderá al precio 'pool) y un 40% el siguiente. Será en 2025 cuando esa cesta de precios a plazo representará el 55% del total, frente al precio diario que entonces supondrá el 45%.

¿A quién afecta?

En la actualidad, hay 9 millones de usuarios, el 35% del total, acogidos a la tarifa PVPC, incluidos los consumidores vulnerables que se benefician del bono social eléctrico, al ser esta tarifa obligatoria para acogerse a este descuento. Hasta ahora la condición para tener esta tarifa era contratar una potencia inferior o igual a 10 kilovatios, lo que en la práctica supone dirigirse a consumidores domésticos y empresas pero sin restricción respecto a su tamaño. Sin embargo, a la nueva tarifa solo podrán acceder "consumidores domésticos y microempresas". Esta condición empezará a ser efectiva un año después de la entrada en vigor de la nueva regulación, es decir, a partir del 31 de diciembre de 2023.

Esta modificación se regirá por un sistema de acreditación basado en una declaración responsable para certificar la consideración de microempresas para aquellas empresas que decidan acogerse a este precio. Esta acreditación y acceso al PVPC será supervisada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), según el texto.

¿Cuál es el objetivo?

El objetivo único y último es lograr estabilidad en los precios. El problema de la tarifa PVPC actual es que su relación directa con los precios mayoristas --que en el último año se han incrementado un 500%-- provoca que las variaciones en el precio del 'pool' diarios se reflejen de forma automática en las facturas y esto en el último año ha provocado grandes diferencias de precios en la factura de la luz de un mes a otro y generado mucha polémica. Al mismo tiempo, esto incita a una "elevada exposición" al mercado diario por parte de los grandes compradores, lo que socava los incentivos a comprar energía a plazo, algo que "se ha revelado como una debilidad en el contexto de escalada alcista" de precios provocada por el efecto contagio del gas natural sobre los precios de la electricidad, según reza el texto publicado este miércoles.

Por tanto, al añadir un precio del merado de futuros, que tiende a ser más estable, se evita los vaivenes en el precio. Es decir, que los precios sean menos cambiantes. Según los cálculos del Gobierno, la volatilidad anual del precio diario (cuanto varía a lo largo del año el precio medio diario) se reduce al 17%, frente al 27% de volatilidad del pool; mientras que la volatilidad anual del precio medio mensual (cuanto varía a lo largo del año el precio medio mensual) se reduce al 16%, frente al 23% del precio del pool. Estos porcentajes son orientativos porque parten de la media de los últimos cinco años (2018-2021), pero sí demuestran una tendencia a la estabilidad.

¿Bajará el precio de la factura?

La nueva fórmula no supondrá necesariamente un precio más bajo y ese tampoco es su objetivo. Y así se refleja en la memoria económica del real decreto ley, que explica que en un mercado como el de 2021 en el que el precio del 'pool' finalizó en 111,9 euros por megavatio-hora de media (precio caro), con la nueva metodología el resultado final hubiera sido un 20% más barato. En 2019 (año de precios baratos que cerró a una media de 47,7 euros por megavatio-hora), sin embargo, hubiera sido un 11,4% más caro con la nueva metodología. Es decir, los años en los que hay grandes picos de precios, esta fórmula los suaviza, pero en los años de precios bajos es muy probable que salga más caro.

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