Las decisiones adoptadas hasta ahora por la Unión Europea para frenar la crisis energética no han sido suficientes y los Veintisiete aceleran los contactos y los preparativos para adoptar una nueva batería de medidas que ayude a abaratar los precios del gas. Según ha anunciado la comisaria de energía, Kadri Simson, la Comisión Europea presentará este próximo martes 18 de octubre un nuevo paquete de medidas que incluirá un “mecanismo temporal" para limitar el precio del gas, mientras se revisa de cara al próximo año el índice de precios holandés TTF, una plataforma conjunta de compras que permita aprovechar el poder de compra conjunto para limitar los precios y nuevas medidas para reducir el consumo.

“Inmediatamente después del inicio de la guerra propusimos terminar con la dependencia energética de Rusia. En primavera pusimos en marcha una estrategia de almacenamiento (de gas) conjunta. En julio acordamos reducir la demanda de gas y la semana pasada el Consejo acordó reducir la demanda de electricidad (…) Pero está claro que se necesitan más medidas porque los precios son todavía insosteniblemente altos, los flujos de gas ruso por gasoducto han caído por debajo del 10% y los ataques contra las infraestructuras de la UE han aumentado incertidumbre”, ha reconocido Simson tras la reunión informal de ministros de Energía en Praga.

Simson ha aprovechado el encuentro para debatir con los Veintisiete la nueva batería de medidas que verá la luz dos días antes de una nueva cumbre de líderes europeos el 20 y 21 de octubre que reclamaron propuestas "concretas y claras" el pasado viernes. En primer lugar, y tal y como han pedido países como España, la Comisión Europea se comprometerá a presentar una propuesta legislativa para reformar el índice de precios del gas, el TTF (Title Transfer Facility) holandés que es la principal referencia para la negociación de contratos en Europa. “Ya no es representativo de la realidad del mercado energético de la UE e infla artificialmente los precios. Tenemos que desarrollar un punto de referencia alternativo y la Comisión está preparando una propuesta legislativa a tal efecto. La semana que viene expondremos con más detalle lo que significaría”, ha explicado la comisaria.

Dado que esta medida no tendrá impacto al menos hasta la próxima temporada de llenado de los depósitos, la Comisión Europea aspira a lograr una rebaja de precios y mejores condiciones por la vía de la negociación con los socios considerados fiables. Es el caso de Noruega, cuyo ministro ha participado en las reuniones de Praga; o Argelia, un país que Simson ha visitado esta misma semana. Esa sigue siendo la opción preferida, pero Bruselas admite que hay que estar preparados por si las negociaciones no llegan a buen puerto con rapidez y por eso también sugerirá “un mecanismo temporal para limitar los precios”. “Como parte del próximo paquete, expondremos cómo podría funcionar este mecanismo y cómo mitigar los riesgos que inevitablemente conlleva”, ha anunciado sin dar ningún precisión.

Más ahorro de gas

En segundo lugar, el nuevo plan también incluirá nuevas medidas para reducir todavía más la demanda de gas. Una opción sería activar la alerta de la UE, que haría obligatorio el objetivo de reducción del 15% de la demanda. Pero Bruselas no descarta enfoques diferentes o más medidas para garantizar que el nivel de ahorro sea suficiente. En todo caso, "cualquier medida para bajar los precios no debe enviar señales erróneas que hagan aumentar el consumo en toda la UE”, ha avisado la comisaria.

La intención de Bruselas es incluir en la nueva batería medidas de solidaridad, de forma que todos los Estados miembros cuenten con este tipo de acuerdos en caso de problemas de abastecimiento, y la puesta en marcha de compras conjuntas de gas en 2023 sobre lo que hay, según el ministro checo de energía, Jozef Sikela, un consenso generalizado. “Esto permitirá a la UE utilizar nuestro poder de compra colectivo para limitar los precios y evitar que los Estados miembros compitan entre sí en el mercado y, al hacerlo, hagan subir los precios”, estima Simson sobre una medida llamada también a ayudar a los países de la UE más pequeños o en desventaja a la hora de negociar. 

Lo que todavía no está claro es si la iniciativa incluirá un tope al precio del gas destinado a generar electricidad, en línea con la excepción ibérica de España y Portugal, tal y como sugirió la semana pasada la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y que Francia reclama a capa y espada. “La propuesta incluirá aspectos en los que tenemos el máximo apoyo consensuado, así que veremos cómo podemos proceder con la limitación del gas para la generación de energía, si hay una mayoría en esa fase”, ha dicho la comisaria. La idea, por ejemplo, sigue sin gustar ni a Países Bajos ni a Alemania. “Las medidas en el sector de la electricidad que pueden aumentar la demanda de gas y que apuntan a las rentas inframarginales deben considerarse muy cuidadosamente e incluir un reparto de la carga”, avisan Berlín y La Haya en un documento conjunto. 

En paralelo, la Comisión también trabaja en una reforma del mercado eléctrico. Según sus previsiones, la idea es presentar los primeros resultados con los principales elementos de la reforma a finales de año y lanzar a partir de entonces un debate con los Veintisiete con vistas a presentar una propuesta legislativa a comienzos de 2023.