El Gobierno ha asegurado este viernes que el proyecto de gasoducto entre Barcelona y Marsella podría entrar en funcionamiento “dentro de cuatro o cinco años”. “Ha habido unos primeros esbozos en los que estuvo trabajando Enagás. (…) Habíamos empezado a trabajar en esta hipótesis (la de una tubería que conectara Barcelona con Livorno) y la conexión con Marsella lo acorta. Nuestro cálculo es que tardaríamos entre cuatro y cinco años”, explicó Teresa Ribera, vicepresidenta tercera, en declaraciones a medios españoles en la Embajada en París.

La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, se reunió este viernes en París con el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, y la de Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher. Este encuentro tuvo lugar después del acuerdo el jueves entre París, Madrid y Lisboa para impulsar una tubería submarina entre Barcelona y Marsella, que transporte gas e hidrógeno verde. Un anuncio que puso punto final al pulso de los últimos meses para desempolvar el proyecto de gasoducto MidCat, reemplazado finalmente por el llamado BarMar. 

Una fecha aproximada

Esta infraestructura resulta, actualmente, un proyecto incipiente. Ribera reconoció que el plazo “de cuatro o cinco años” es aproximado. Dependerá, asimismo, de los trabajos de empresas de Portugal y Francia, que apunta más bien a 2030 como posible fecha de entrada en funcionamiento. “Sabemos cuál es la capacidad de Enagás. Pero también necesitamos la colaboración de actores franceses y portugueses”, indicó.

La ministra explicó que desconocen el coste de la nueva infraestructura, aunque dio a entender que resultará superior para las arcas españolas que los 400 millones de las obras del MidCat en territorio ibérico. Precisó, sin embargo, que con los otros países implicados se propusieron presentar a principios de diciembre un anteproyecto con más detalles. “Será un esbozo que nos permita responder cuál es la estimación del coste y de la entrada en funcionamiento”, declaró Ribera, quien insistió en que se trata de una tubería “para transportar hidrógeno verde, aunque también podrá transportar gas”.

Además, explicó que fue España la que propuso a Francia Marsella como destino. Una posibilidad que se trabajó cuando se barajaba un posible gasoducto (o hidroconducto) con Livorno, una opción planteada en agosto como una alternativa al MidCat. Y detalló que el BarMar contará con tres etapas: “la parte submarina que va de Barcelona a Marsella, la parte que conectará Marsella con la futura red de hidroductos y una posible tercera que permitiría conectarlo con Alemania, aunque esto hay que verlo”.