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Cálido abrazo al "hombre del consenso"

Homenaje de la Fundación Universitaria de Las Palmas a Lizardo Martell, fallecido este año

Intervención de Ángel Tristán en el acto de homenaje. JOSÉ CARLOS GUERRA

"Pocas veces he visto tanto cariño", resumió el presidente de la Fundación Universitaria de Las Palmas (FULP), Alberto Cabré, casi al final del acto de homenaje que la institución ha tributado este viernes al desaparecido -en febrero de este mismo año- empresario Lizardo Martell, el "hombre del consenso", tal y como todos los intervinientes coincidieron en afirmar.

Protagonista destacado en el proceso de gestación de la ULPGC y de la carretera de circunvalación de Las Palmas de Gran Canaria, por poner solo dos ejemplos de su implicación en el desarrollo social, y creador de la puntera Vidrieras Canarias o impulsor de la cadena hotelera Cordial, entre otras, en el plano económico, Martell es "un hombre clave en el progreso de la Isla en la segunda mitad del siglo XX y el inicio de la actual centuria".

Así lo definió el cronista oficial de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Laforet. Y así figurará para posteriores generaciones. Menos acceso podrán tener a las anécdotas y vivencias que compartieron ayer sus amigos, quienes lo conocieron y pasaron tiempo con él, con los casi dos centenares de personas que han acudido al Salón Dorado del Gabinete Literario de la capital grancanaria.

"Me emociona recordar que en este mismo espacio se celebró la gran asamblea de la que nació el primer y verdadero grupo promotor de la ULPGC", ha explicado el periodista y presidente del Consejo Social de la institución académica, Ángel Tristán. Por supuesto en esa cita estaba presente Martell, que "quitaba los miedos", ha afirmado el primer rector, Francisco Rubio Royo, al rememorar aquel tiempo de incertidumbre: "Consigamos la universidad y después buscaremos el dinero, nos decía".

Carlos Martell, uno de los hijos del desaparecido "humanista de las sociedades de los negocios" -en definición de Edu Williams, director de la Fundación Canarias Living Lab e íntimo del homenajeado- aportó un hecho que quizá explique la energía con que se empleó en el proceso. Su padre dejó constancia en sus memorias, publicadas en 2017, de "la contrariedad" que le suponía no haber podido acceder a una formación de grado superior; tenía el título de telegrafista y mucha frustración por la imposibilidad de contar con los deseados estudios de náutica debido a problemas de vista.

A la familia le había pasado desapercibida esa desazón y su hijo Carlos tiene para sí que en esa ausencia de titulación que Lizardo "interpretaba como una laguna formativa", radica "la fuerza que encontró para su implicación en la creación de la ULPGC".

Desde los 17 años

Lizardo Martell Cárdenes nació el 10 de octubre de 1935 en el seno de una familia de comerciantes de la calle León y Castillo de Las Palmas de Gran Canaria. Una mala racha en el negocio y las inversiones paternas le obligó a ponerse a trabajar a los 17 años junto a su tío y un primo hermano. De aquella primera experiencia nació Ahemon, la señera "fábrica de bebidas refrescantes", como le gustaba llamarla a Lizardo y se ha encargado de recordar Juan José Laforet.

A ese negocio le siguieron Aperitivos Snack o Vidrieras Canarias, "por la que nadie apostaba y en 2022 ha cumplido sus primeros 45 años", ha añadido Carlos Martell. Todavía en el último tramo de su vida en activo tuvo tiempo de convencer al sector de la industria de la conveniencia de situarse en el negocio turístico. De ahí nació la cadena Be Cordial. No obstante, también promovió la creación del Patronato de Turismo de Gran Canaria y defendió la presencia de capital canario en el negocio alojativo.

Defendió la presencia de capital canario en el negocio turístico

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Su contribución a la dinamización del tejido productivo, a la creación de empleo y su empeño por conseguir una universidad para la Isla "cercana a la sociedad y a la empresa", apuntó su hijo Carlos, no pasaron desapercibidos. La ULPGC, de la que presidió su Consejo Social, lo distinguió con su más alto reconocimiento, fue Hijo Predilecto de Las Palmas de Gran Canaria, Roque Nublo de Plata del Cabildo o recibió también la medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, entre otros muchos galardones.

Una vida de trabajo que se entiende por su decidida defensa del esfuerzo como camino ineludible para la consecución de los objetivos. Bien lo sabe Williams, que entonces niño, se ganó el chándal que pretendía juntando el número de chapas que le exigió Martell Cárdenes. "Me dijo que lo tendría, pero tenía que ganármelo", ha expuesto. Era la forma de entender la vida que tenía este hombre "sosegado y de profundo sentimiento ético", ha añadido Carlos Martell.

"Era firme en sus planteamiento, los espacios de diálogo que creaba no eran de debilidad"

Alberto Cabré - Presidente de la FULP

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Fue el encargado de hablar en nombre de la familia y de resumir el esquema por el que discurrían todas las actuaciones de su progenitor: "Escucho a todos antes de sugerir una solución, no me enfado con facilidad y cumplo siempre mi palabra", ha resumido.

El intercambio de opiniones, el debate hasta el último segundo -"siempre diálogo", repetía- y el hallazgo de soluciones que recogieran algo de todas las sensibilidades eran su especialidad. Su "iniciativa y fortaleza mental eran tremendas", ha aportado Cabré, que además ha pedido distinguir entre la defensa de hallar puntos de encuentro "y la debilidad. En absoluto, él era firme en sus planteamientos, defendía su opinión», pero tenía claro que «triunfar es convencer».

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