Los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sitúan el Índice de Precios sobre el Consumo (IPC) en octubre de 2022 en el 7,3%, más de un punto y medio por debajo de la registrada en septiembre. Con este dato se consolida la reducción de la inflación que ya apuntaban los indicadores adelantados de octubre.

Entre los grupos que más destacan por el descenso en la tasa anual se encuentran la vivienda, el vestido y calzado. La inflación asociada a la vivienda disminuye más de 11 puntos y medio, hasta el 2,6%, a causa de la bajada de la electricidad y, en menor medida, del gas, frente a la subida de octubre de 2021, según aporta el INE. Por su parte, el vestido y el calzado, se encuentran en el 1,4%, una inflación dos puntos y medio inferior a la de septiembre. Esta evolución se debe a que el aumento de los precios por la entrada de la nueva temporada es más moderado que en el mismo mes de 2021.

En Canarias, por tercer mes consecutivo, los precios en ese grupo de bienes de consumo fueron superiores a la media nacional. En el último año, los alimentos se han encarecido el 14,7%.

Los alimentos y las bebidas no alcohólicas se encarecieron en octubre un 15,4% frente al mismo mes de 2021, subida que supone un nuevo récord desde 1994.

La pregunta de por qué los alimentos siguen su propio camino inflacionista hay que buscarla en las particularidades de esta cadena sometida no sólo a las tendencias globales económicas sino también al impacto de la meteorología y de la sanidad en sus producciones.

La mayor subida de los precios al consumidor se ha producido en el azúcar, con un alza anual del 42,8% y el coordinador de servicios agronómicos de la azucarera Acor, Javier Narváez, ha explicado a Efe que "la industria azucarera no se está beneficiando" de ese alza tan abultada.

La ha achacado a varios factores, entre ellos, "a la distribución" y al "repunte del precio europeo de este producto entre un 19% y un 20% desde este verano".

Ha añadido que en Europa hubo la pasada campaña una menor producción remolachera, con rendimientos más bajos, y este año ha sucedido lo mismo por la sequía y altas temperaturas, lo que ha reducido el volumen disponible.

"Esa es la razón por la que las ventas 'spot' u ocasionales de última hora por parte de pequeñas empresas que elaboran productos con azúcar -que no suman ni un 1% de las totales- se han encarecido, no así las ventas a los grandes grupos de alimentación, que se programan y fijan con gran antelación", ha indicado.

Sobre el "azúcar de boca", ha comentado que las cadenas de distribución son las que fijan su precio final.

Legumbres y hortalizas, más caras

Desde la otra gran productora española, AB Azucarera Iberia, han considerado que "tiene que ver con la subida del coste energético, del coste logístico y del coste de la producción".

La segunda categoría de alimentación que más ha subido ha sido la de legumbres y hortalizas frescas, con un 25,7% anual, mientras que las frutas frescas anotaron incrementos del 12,8% anual.

El responsable del sector hortofrutícola de COAG, Andrés Góngora, cree que "es incomprensible" lo que ha ocurrido con el índice de precios al consumo (IPC) en el caso de las hortalizas, ya que en octubre, el volumen de producción fue muy elevado por las altas temperaturas, que han acelerado su maduración en el campo.

"No entiendo qué hacen los supermercados, que mantienen los precios altos y no estimulan el consumo de hortalizas y frutas que está en descenso, lo que está agravando la mala situación del productor", ha sentenciado.