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Joaquín García Huerga | Director de Estrategia de Mercados de BBVA AM & Global Wealth

«La situación no tiene nada que ver con la crisis de 2008»

Joaquín García Huerga posa para la entrevista en las instalaciones del Club Oliver de Santa Cruz de Tenerife. | | María Pisaca

Joaquín García Huerga está al frente de la estrategia de Asset Management de BBVA, la unidad que engloba las gestoras de fondos de inversión y pensiones de la entidad bancaria. Experto en los ámbitos de las finanzas, las inversiones y la economía, García Huerga estuvo en Tenerife en un acto de la APD.

Si ganar dinero implica vencer a la inflación, ¿quién puede ganar dinero en estos momentos?

Pues sí, tiene razón. El objetivo principal de los clientes debería ser, como mínimo, batir a la inflación. Durante los últimos años ha sido fácil, porque la inflación era muy baja, pero, de repente, nos hemos encontrado con una inflación de aproximadamente el 10%, hablando en términos generales, y claro, se ha convertido en una misión imposible a corto plazo. En el mundo de las inversiones siempre hay que pensar a medio y a largo plazo, y ver en qué régimen de inflación te estás moviendo. Lo normal es que ya estemos dejando atrás el régimen de alta inflación, y los activos que volverán a batir a la inflación, según nos demuestra la historia, son la bolsa y la renta fija.

Empieza a cambiar este escenario de alta inflación, pero ¿cuándo volverá el Índice de Precios de Consumo a situarse por debajo del 2%?, ¿cuándo volveremos a ver una tasa inflacionaria digamos normal?

Los mercados financieros siempre van muy por delante descontando previsiones. Van por delante de lo que siente el ciudadano en su día a día. Todas nuestras previsiones hablan de que la inflación va a empezar a caer, y de aquí a Navidades, como tarde, debería ir cediendo en Europa, algo que ya está ocurriendo en Estados Unidos. A lo largo de 2023, la inflación va a seguir desacelerándose progresivamente, lo que no quiere decir que los precios bajen, sino que suban a un ritmo cada vez más lento. Esto es lo que los mercados financieros están vislumbrando, y por eso está bajando poco a poco la volatilidad de las Bolsas y de la renta fija.

En España somos muy conservadores en términos de inversión y de ahorro. La llegada de un escenario propicio para la renta fija encaja muy bien con la mentalidad del inversor español, ¿es así?

La renta fija es el activo estrella. Sobre todo en términos de rentabilidad/riesgo. Esto es muy importante, porque cuando se habla de inversiones, todo el mundo tiende a pensar en Bolsa. La realidad es que la mayoría del dinero de los clientes está invertido en renta fija, y la buena noticia es que dejamos atrás un año históricamente nefasto, tanto que tendríamos que irnos a décadas atrás para encontrar un año tan malo en renta fija, incluso me atrevería a decir que es casi irrepetible por lo malo que ha sido. A partir de ahora, la buena noticia para los clientes es que podemos construir carteras, que podemos comprar bonos con rentabilidad positiva, como la renta fija española o como la renta fija de un montón de países más. Ya solo manteniendo inversiones conservadoras se va a poder recuperar lo perdido.

Por lo tanto, tranquilidad.

Tranquilidad, tranquilidad porque ha cambiado muy fuerte el contexto y ya podemos comprar bonos con rentabilidad positiva.

Decía que este contexto no se había dado desde hacía décadas. Pero, más allá, ¿se parece a algo que hayamos vivido con anterioridad?

Creo que no. Hemos tenido históricamente períodos inflacionistas, pero solo se parecen en eso. En lo que no se parecen en nada es que esta inflación ha venido por una crisis de oferta derivada de la salida de la pandemia. No había suficientes bienes y servicios para vender a la sociedad, y por eso han subido tanto los precios. La buena noticia es que estamos en vías de normalizar eso. Ya están mejorando claramente las cadenas de suministro internacionales y los precios de la energía se van estabilizando lentamente, y todo esto va a contribuir a que la inflación vaya cediendo. Falta ver, y por eso la Reserva Federal está subiendo fuerte los tipos, que se enfríe el mercado laboral en Estados Unidos. Esa es otra piedra de toque adicional, porque según se vaya enfriando, la Reserva Federal no va a tener que subir más los tipos de interés, y a continuación van enganchados el resto de bancos centrales. Si la Reserva Federal frena las subidas de tipos aproximadamente en el 4,5%, el Banco Central Europeo puede frenar las subidas en el 2,5 o en el 3%.

¿No prevé que los tipos lleguen aquí a los niveles de la Fed?

En principio no.

La inflación debería ir cediendo en Europa, como tarde, de aquí a Navidades

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No me resisto a pedirle consejo: ¿dónde hay que invertir?

Depende. Y no es esquivar la respuesta, es que depende. Lo normal es ir a carteras mixtas en función de la aversión al riesgo, de la edad, de la renta, del patrimonio actual..., todo eso te ayuda a modular los niveles de renta variable y de renta fija, y, además, a día de hoy es muy importante complementar las carteras con inversión en mercados privados, porque a medio y a largo plazo son interesantes en términos de rentabilidad/riesgo. Estos mercados acaban dándote más rentabilidad que los mercados públicos a cambio de no tocar el dinero durante un tiempo. Esa es la condición, y por eso no son para todo el mundo.

¿Y el sector tecnológico?

Bueno, el sector tecnológico se ve presionado claramente por la subida de los tipos de interés, porque es lo que se llama un sector growth, un sector que ha cotizado, y sigue cotizando, a múltiplos altos, y la subida de tipos de interés está para quedarse. Estamos en un proceso de normalización de tipos de interés, que se van a quedar en una zona más neutral. Olvidémonos de los tipos de interés negativos. Y ocurre que unos tipos de interés ya en un terreno neutral no permiten valoraciones tan altas de los sectores growth.

Convendría, por tanto, un período más o menos largo en esa situación.

Los bancos centrales decidirán en función de cómo esté el ciclo económico. Eso es el estado natural de las cosas, lo que pasa es que vamos a ver la evolución del ciclo. Creo que otro mensaje muy importante es que la situación económica no tiene nada que ver con la crisis del año 2008-2009 ni con la situación de la pandemia. Nuestro escenario es ir a una situación de cierta atonía económica en estos próximos trimestres, pero eso no significa una recesión dura, no tiene nada que ver. Como mucho se puede bordear una recesión técnica en la Eurozona, y en Estados Unidos ni siquiera estamos seguros de que vaya a haber recesión. En definitiva, el escenario económico no es tan malo, en principio no va a ser tan malo, como se lo están pintando a la sociedad.

Es un mensaje relevante ese de que el escenario no va a ser tan malo como lo pintan.

La situación no es tan mala como se está pintando, pero sabiendo, eso sí, que hay incertidumbres. Especialmente geopolíticas. Esto para nada es de color de rosas, pero es que a la sociedad también se le ha vendido que vamos a otra megarrecesión, y no tiene por qué ser así.

Que nadie tema entonces una regresión a esos siete duros años de la crisis financiera.

No, no, no, para nada. Estamos viendo una situación de estabilidad, no de una crisis fuerte. Sabiendo, insisto, que hay incertidumbres. Estamos en una normalización de todo el entorno: normalización del crecimiento y normalización de los tipos de interés en un período pospandemia en el que te tienes que reestabilizar, que equilibrar. Estamos en ese proceso con el añadido no esperado de la invasión de Ucrania y de la incertidumbre geopolítica.

¿Descartaría la recesión técnica en la Eurozona?

Sí vemos esa posible recesión técnica, pero muy poca caída de crecimiento. Es decir, esa caída trimestral del PIB puede ser marginal, una pura recesión técnica que en términos económicos no se va a notar en el día a día y que no tiene nada que ver con un parón económico fuerte. Es un escenario distinto y bastante más benigno. Me da igual si técnicamente lo acaban tildando de recesión técnica o no, da igual; además, en Estados Unidos se habló de recesión a comienzos de este año por dos trimestres seguidos de PIB negativo cuando en verdad no fue así porque en uno de ellos se dio solo por inventarios.

¿Es posible que haya que empezar a considerar como normal una inflación algo por encima del 2%, el porcentaje que en general se considera que caracteriza una economía digamos sana?

Puede ser. A ver, todas las previsiones, como digo, apuntan que la inflación va a caer en los próximos trimestres y que se va a normalizar muchísimo, lo que no es óbice o lo que no impide que se pueda estabilizar en niveles estructuralmente algo más altos. ¿Por qué? Por procesos de regionalización en vez de globalización, por falta de mano de obra y también por la transición energética, que es muy necesaria pero que puede tener tintes inflacionistas.

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