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Un flechazo con Cabo Verde

Luis Riu narra que su decisión por expandir la cadena hotelera al país africano fue una «apuesta personal» pues apenas había infraestructuras en el archipiélago

Vista aérea del hotel Riu Karamboa, recién reformado, en Boa Vista, Cabo Verde. | | LP/DLP

«Cabo Verde fue una apuesta personal. Yo no era el primer empresario al que enseñaban los terrenos para construir hoteles, pero sí el único que se decidió a invertir». De este modo, Luis Riu, CEO de la cadena RIU, narra el flechazo que sintió con el país africano. Desde la inauguración de su primer hotel en 2005, ya son seis los establecimientos que han construido en el archipiélago macaronésico.

«Hace ya 20 años que recibí la invitación para visitar los terrenos en Sal que hoy albergan los hoteles de RIU en la isla. En aquel momento no me hubiera imaginado nunca que hoy el archipiélago de Cabo Verde sería uno de nuestros destinos internacionales más importantes». Luis Riu, consejero delegado de Riu Hotels & Resorts, recuerda de este modo en su blog el flechazo que tuvo cuando empezó la aventura hotelera de la cadena en Cabo Verde.

El país africano fue para el directivo de Riu una apuesta personal. «Yo no era el primer empresario al que enseñaban los terrenos para construir hoteles, pero sí el único que se decidió a invertir. El solar no tenía ni luz, ni agua corriente ni alcantarillado. El propio promotor se ofreció a dar ese servicio creando la empresa Aguas de Ponta Preta. No habíamos trabajado antes en Cabo Verde, ni él, ni yo. Ni tampoco habíamos trabajado juntos en ningún proyecto anterior. Pero confiamos, y fue un acierto. Hoy este destino es fuente de muchas satisfacciones», evoca.

Los comienzos en Cabo Verde no fueron fáciles y señala que quien lo vivió en primera persona, «día tras día con sus noches», fue Félix Casado, consejero directivo de RIU en la zona Atlántica , un trabajador contratado por su abuelo, Juan Riu, que lleva 48 años en la empresa mallorquina.

Sergio Lobenstein, Juan Carlos Dreher, Luis Riu y Félix Casado. | |LP/ DLP

Llegó a Canarias como director del primer hotel que la cadena inauguró en 1985, el Riu Palmeras, y también ha sido partícipe de la apertura en abril del primer establecimiento en Senegal del grupo, un cinco estrellas de 522 habitaciones que tiene por nombre Baobab, el árbol más típico de la región. Se trata del cuarto país del continente vecino en el que opera la compañía tras Cabo Verde (seis hoteles), Marruecos (otros seis) y Tanzania (dos).

Y esta política de expansión tiene acento canario porque para abrir el primer hotel en la isla de Sal, en 2005, se llevaron a un equipo de profesionales formados en sus establecimientos de Canarias, cuenta Casado.

En estos años decenas de empleados canarios se han ido integrando en los hoteles con el denominador común de trasladar a ese destino el modelo de gestión realizado en las Islas. De hecho, los jefes de departamento de todos los hoteles de Cabo Verde se formaron en los establecimientos de Sal y Boa Vista y se ha creado una cantera caboverdiana tan profesional y motivada, que han podido ascender a 50 de ellos para que se responsabilicen de abrir el primer hotel de Senegal, con lo que han pasado de ser formados a ser formadores de los profesionales del futuro de RIU en África, explica Luis Riu.

Su recuerdo de los inicios en Cabo Verde hablan por sí mismos. Antes de la apertura del primer hotel, el Riu Funana en 2005, solo había cinco hotelitos pequeños en la isla de Sal. Sus principales clientes eran las tripulaciones de South African Airways y de Aeroflot que hacían allí una parada de repostaje para sus rutas más largas, explica.

La población local trabajaba sobre todo en las minas de Sal, así que la llegada de turistas internacionales fue una fuente nueva de empleo que primero atrajo a trabajadores locales, luego de otras islas del archipiélago y más tarde también de Guinea Bissau y de Senegal. Sal era la única isla con aeropuerto internacional.

Después decidieron abrir en la isla de Boa Vista, que no tenía un aeródromo internacional. Por ello, al arrancar la obra tuvieron primero el compromiso del Gobierno de que estuviera operativo para la apertura del hotel. Abrió la noche antes, recuerda. Es más, Luis Riu señala que se han producido allí escenas increíbles. La pista de aterrizaje no tiene iluminación y toda la operación aérea tiene que ser diurna. Pero si se ha de volar por una emergencia, entonces se convoca a los coches de la isla para que se sitúen con sus luces encendidas a lo largo de la pista y poder así primero aterrizar y luego despegar.

También evoca que fueron al barrio de Buena Esperanza en Boa Vista para reclutar empleados para la apertura del primer hotel en la isla en 2008, el Riu Karamboa, porque tenían problemas para completar la plantilla. Al llegar se encontraron con casas muy precarias, mucha gente en la calle, junto con cabras, perros y cerdos, infraestructuras pobres y escasas oportunidades. El 90% de los empleados de Boa Vista salió de allí y el barrio ha vivido una transformación total. Riu se ha convertido en el segundo empleador del pais, después del Gobierno.

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