El precio de las hipotecas se dispara en las Islas al nivel de los años de la burbuja

La cuantía media de los nuevos créditos para la compra de vivienda se sitúa en máximos desde 2008 v La inflación multiplica las renegociaciones de contratos

Una mujer pasa ante los anuncios de una firma inmobiliaria en una calle de Santa Cruz de Tenerife. | | MARÍA PISACA

Una mujer pasa ante los anuncios de una firma inmobiliaria en una calle de Santa Cruz de Tenerife. | | MARÍA PISACA / M. Á. Montero

El precio de las hipotecas ya alcanza en Canarias los niveles de la burbuja inmobiliaria. Es otra de las consecuencias de la disparatada inflación que desde el año pasado azota la economía occidental. El Banco Central Europeo (BCE) viene combatiendo la carestía generalizada con subidas de los tipos de interés. A rueda de la Reserva Federal estadounidense, el BCE incrementa el precio del dinero para enfriar así la economía del Viejo Continente. El resultado es que a las entidades financieras les cuesta más caro pedir dinero prestado al BCE, un mayor coste que repercute en los créditos que se conceden a familias y empresas. Los bancos le pagan más al BCE y luego les cobran más a sus clientes. Los más afectados son los hogares que tienen préstamos a tipos de interés variables –miles de canarios lo están sufriendo en sus propias carnes con la subida del recibo mensual de la hipoteca– y también los ciudadanos y familias que quieren comprar una vivienda y no les queda más remedio que pedir un crédito hipotecario. Un crédito que se encarece ahora hasta el punto de que muchos potenciales compradores de casas –hay estudios que hablan de uno de cada cinco– no pueden hacerle frente y posponen sine die sus planes para adquirir una vivienda. Pues bien, habría que remontarse a 2008, en las postrimerías de la burbuja inmobiliaria, para dar con el último año en que el precio de las hipotecas se situó en Canarias por encima de los niveles actuales.

En septiembre, de acuerdo con los datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística, se suscribió en las Islas un total de 1.412 hipotecas. El importe medio fue, exactamente, de 123.086 euros. La cifra por sí sola no dice gran cosa, pero para hacerse una idea de hasta qué punto la inflación y el alza de los tipos han encarecido el crédito hipotecario en el Archipiélago basta con apuntar que se trata de la mayor cuantía desde diciembre de 2008, cuando se superaron por poco los 126.000 euros. La única excepción en los 165 meses transcurridos desde aquel último de 2008 fue junio del año pasado, ya con la ola inflacionaria creciendo a pasos agigantados, cuando se llegó a los 127.000 euros.

Los bancos compran el dinero al BCE a un mayor coste y las familias pagan más por los préstamos

No obstante, la verdadera dimensión de los efectos de la subida de los tipos en el mercado hipotecario se ve mejor al tomar como referencia los datos anuales. El importe medio de las hipotecas para la compra de vivienda suscritas en la región en lo que va de año –de enero a septiembre– asciende a 114.447 euros. ¿Mucho o poco? Más bien muchísimo. Tanto que hay que irse de nuevo a 2008, quince años atrás, para encontrar el último ejercicio en que la cuantía media de los nuevos préstamos hipotecarios superaba esos 114.447 euros a estas mismas alturas de año. Entonces rozaba los 120.000 euros. Hay que retrotraerse, en definitiva, al año que marcaría el fin de la bonanza y el boom inmobiliario para dar la bienvenida a una crisis financiera sin precedentes desde la Gran Depresión. Es más, basta un vistazo a los datos del INE para reparar en que esos casi 115.000 euros están en línea con las cifras de los años de la burbuja. El importe medio de las hipotecas en 2006 –tomando como referencia los nueve primeros meses de ese año para que la comparación sea exacta– fue, de hecho, de 115.948 euros, casi la misma suma que ahora.

La diferencia con el ‘boom’ inmobiliario es que hoy se firman en Canarias miles de hipotecas menos

¿Quiere esto decir que estamos ante una nueva burbuja? No. Sin ir más lejos porque el número de hipotecas es muy inferior al de aquellos años. En lo que va de 2022 se han firmado en Canarias 11.663 créditos hipotecarios, cuando a estas mismas alturas de 2007 sumaban la friolera de 47.369 y en 2008 –que fue el primer año de la Gran Recesión pero también el último de boom inmobiliario, entre otras cosas porque hasta el Gobierno negaba que hubiera crisis– aún llegaban a 33.682. Lo que sí evidencia el elevado importe medio de las hipotecas es, cabe insistir, cómo la inflación y la consecuente subida de los tipos de interés han encarecido las nuevas operaciones.

Otra consecuencia del actual escenario inflacionista es, claro, el incremento de las renegociaciones de contrato. Muchos hipotecados a tipos variables han visto cómo se disparaba el recibo mensual hasta cantidades insospechadas y se han sentado con su banco para pasarse a tipos fijos. Antes de que los precios empezaran a disparatarse en abril de 2021, cada mes se modificaban en las Islas las condiciones de una media de 859 hipotecas; desde entonces esa media ha crecido un 14% hasta superar las 980, y eso aun cuando el número de modificaciones de contrato –básicamente para pasar a tipo fijo y no vivir bajo la dictadura del euríbor– viene disminuyendo desde marzo.

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