CRISIS ENERGÉTICA

Las eléctricas disparan un 24% sus emisiones de CO2 en un año récord para las centrales de gas

El sistema eléctrico español duplica rompe cuatro años de descensos de emisiones hasta mínimos históricos tras elevar más de un 50% el uso de las centrales de gas

Las eléctricas disparan un 24% sus emisiones de CO2 en un año récord para las centrales de gas.

Las eléctricas disparan un 24% sus emisiones de CO2 en un año récord para las centrales de gas.

David Page

España disparó el año pasado el uso del gas y el carbón para producir electricidad y cubrir toda la demanda en plena crisis energética. Un vuelco en la generación de energía que ha provocado que el sistema eléctrico haya roto una tendencia de cuatro años consecutivos de reducción de emisiones de CO2 y las haya disparado en el conjunto del año.

Durante 2022 las compañías eléctricas han provocado con sus plantas de generación la emisión de 44,5 millones de toneladas de CO2 equivalentes, lo que supone un fuerte incremento del 24% en relación al año anterior, según los datos aún no definitivos para el conjunto del ejercicio de Red Eléctrica de España (REE), el operador del sistema eléctrico español.

España rompe así la tendencia de reducción de emisiones de los últimos cuatro años y que le había llevado a marcar niveles mínimos históricos en los últimos tres ejercicios de manera consecutiva (el mínimo fueron las 35,9 millones de toneladas de CO2 de 2021) gracias al progresivo declive del carbón, la expansión de las renovables y la demanda eléctrica contenida por la menor actividad económica durante la pandemia.

Varios factores se han unido este año para empujar al sistema eléctrico a engancharse a los combustibles fósiles y dar un vuelco en el reparto de tecnologías para generar electricidad. La sequía ha hecho que la generación de las hidroeléctricas se haya desplomado un 40% en relación al año anterior, durante meses la aportación de la eólica ha sido mucho menor de la esperada, con caídas acumuladas hasta la recta final del ejercicio, y las exportaciones de electricidad a Francia y Portugal se han disparado hasta máximos históricos por los propios problemas de los países vecinos (con la mitad del parque nuclear galo parado y el desplome de la producción hidroeléctrica lusa por la sequía).

Mejora en la recta final del año

Con esta situación general, impulsando el uso de las centrales más contaminantes, desde el sector eléctrico se anticipaba que muy probablemente las emisiones provocadas por la generación rondarían los niveles del 2019 prepandemia, cuando se registraron 50 millones de toneladas de CO2 en todo el ejercicio. La fuerte reactivación de la producción de la eólica en las últimas semanas y la demanda moderada por las temperaturas templadas ha permitido reducir drásticamente el uso de las centrales de gas en la recta final del año.

En el conjunto del año, las eléctricas han elevado sus emisiones de CO2 un 24%, pero a lo largo del ejercicio se habían venido registrando incrementos desorbitados.

Durante el pasado verano los aumentos de las emisiones se desbocaron, con picos de alzas de casi del 78% en julio y del 60% en agosto por el boom de la producción de las centrales de gas. De hecho, sólo en julio las emisiones alcanzaron los 4,83 millones de toneladas de CO2, registrándose así la mayor cota mensual desde hace tres años.

Las centrales de gas, en cabeza

Las centrales de gas elevaron un 53% su producción de electricidad durante 2022, hasta los 68.183 gigavatios hora (GWh), según los datos de REE. Los ciclos combinados se han colocado así como la principal tecnología de generación eléctrica en el país, concentrando casi una cuarta parte de toda la energía producida (un 24,7% del total) y batiendo a la nuclear y a la eólica.

Y las centrales de carbón aún operativas, en vías ya del apagón total, también han elevado un 56% su producción -hasta los 7.797 GWh, el mayor dato de los últimos tres años-, aprovechando los altos precios de la electricidad en el mercado mayorista, que les ha permitido volver a ser rentables a momentos.