Davos 2023: un Foro Económico Mundial bajo el temor a una recesión global

Davos 2023: un Foro Económico Mundial bajo el temor a una recesión global.

Davos 2023: un Foro Económico Mundial bajo el temor a una recesión global.

Rosa María Sánchez

El Foro Económico Mundial (WEF, por su sigla en inglés), retoma en 2023 su lugar y fecha habituales de celebración. Después de las alteraciones impuestas por la pandemia, la 53ª edición de esta cumbre económica se celebrará en enero –entre los próximos días 16 y 20- y en la pequeña localidad alpina de Davos, en Suiza, aunque con un inusual escaso nivel de nieve en la estación de esquí. En esta ocasión el WEF está convocado bajo el lema ‘Cooperación en un mundo fragmentado’ y prevé reunir a una cifra record de más de 2.700 líderes políticos, económicos y sociales de un total de 130 países, con los riesgos globales de la inflación, la guerra de Ucrania, la crisis de suministro y el cambio climático como algunos de los elementos en el telón de fondo. "Hay mucho que está en juego en la economía global, sobre todo la forma de evitar una recesión global", explicó el fundador y presidente del WEF, Klaus Schwab, este martes al presentar el programa de la reunión anual.

¿Qué es el Foro de Davos?

Las reuniones de líderes económicos en la neutral Suiza datan de 1971, en plena guerra fría, por iniciativa del profesor, ingeniero y economista, Klaus Schwab, que aún hoy se mantiene como presidente ejecutivo del WEF. En la primera reunión participaron unas 450 personas de 31 países para debatir mejores técnicas de gestión en la empresa. Schwab, de origen alemán, eligió Davos como sede de los encuentros, una pequeña estación alpina de esquí conocida hasta entonces por el célebre balneario en el que Thomas Mann ubicó la escena de su novela ‘La montaña mágica’. Desde su nacimiento, el conocido como Foro de Davos se ha ido consolidando como un lugar de encuentro y debate sobre principales retos económicos, geopolíticos y sociales que se han ido sucediendo en el mundo a lo largo de estos más de 50 años de avance de la globalización. Cuando los organizadores hablan del “espíritu de Davos” hacen alusión al principio de cooperación público-privada para el enfoque de los principales retos mundiales y a un concepto de capitalismo basado en la “teoría stakeholder”, que busca integrar a empleados, proveedores, clientes, comunidad y medio ambiente en el propósito de la empresa. 

¿Quiénes participan?

Este año está prevista la participación de más de 2.700 líderes entre los que, a diferencia de otros años, no se incluyen ni el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ni el de China, Xi Jinping. Tampoco está prevista la presencia del presidente de EEUU, Joe Biden, ni la de la joven activista medioambiental Greta Thunberg, protagonista de ediciones anteriores, como en su día, lo fue el propio Donald Trump. Sí está prevista la presencia del viceprimer ministro chino, Liu He, así como la de representantes de la Administración de EEUU de las áreas de Comercio, Clima y Desarrollo Internacional.

En total, la organización ha indicado que acudirán a Davos medio centenar de jefes de Estado y de gobierno, de los cuales una treintena serán europeos. Participarán el canciller alemán, Olaf Scholz; el presidente español, Pedro Sánchez; el presidente de Colombia, Gustavo Petro; el de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr, o el de de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, además del ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, o los comisarios europeos Paolo Gentiloni y Valdis Dombrovskis, entre otros políticos. Entre los participantes habituales, también acudirán este año las presidentas del FMI, Kristalina Georgieva; la BCE, Christine Lagarde y de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen. También el presidente de la OTAN, Jens Stoltenberg; el de la ONU, António Guterres o el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann. Por parte de las empresas, está confirmada la participación de presidentes y primeros ejecutivos de grandes compañías industriales, financieras y de servicios. 

¿Cuál será la presencia española?

Por la parte del Gobierno, está prevista la intervención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a primera hora de la tarde del martes 17 de enero ante el plenario del WEF. Además, la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, y el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, participarán como ponentes en sendas mesas de debate.

Además, en esta edición, España ha sido uno de los países convocados por la organización para celebrar lo que se conoce como un 'country strategic dialogue', a puerta cerrada, al que se espera que asista un número importante de presidentes o consejeros delegados de multinacionales presentes en Davos, que pondrán plantear preguntas a Pedro Sánchez.

La agenda del presidente del Gobierno en esta edición del Foro Económico incluye, además, encuentros bilaterales con los primeros ejecutivos de multinacionales como Dow Chemical, Air Liquide, Arcelor Mittal, Qualcomm, la china Envision Energy, y tal vez con la danesa Maersk. También se prevén encuentros de Sánchez con el consejero delegado del fondo de inversión Blackrock y con el de Mubadala, el fondo soberano de Emiratos Árabes. Además se ha programado una entrevista con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo y con la directora general de la oenegé Oxfam Intermón.

También está previsto un encuentro informal del presidente del Gobierno con los de las grandes compañías españolas que han previsto su presencia en Davos. En principio, la representación empresarial española en el Foro Económico Mundial incluirá la asistencia de Ana Botín, presidenta de Banco Santander; José María Álvarez-Pallete, presidente y consejero delegado de Telefónica; Ignacio Sánchez Galán, presidente y consejero delegado de Iberdrola; Carlos Torres, presidente de BBVA; Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol; Francisco Reynés, presidente y consejero delegado de Naturgy; Rafael del Pino, presidente ejecutivo de Ferrovial o Maarten Wetselaar, consejero delegado de Cepsa. 

¿Cuáles son los temas principales?

La planificación del WEF 2023 incluye más de 200 mesas de debate y discursos individuales sobre los diferentes temas que integran la llamada ‘agenda de Davos’, con cuestiones que tienen que ver con la gestión empresarial, economía global, geopolítica, tecnología, recursos humanos, ODS (objetivos de desarrollo sostenible), energía, alimentación, salud, cambio climático y una larga lista de otros temas. 

Desde hace 18 años, los debates del Foro de Davos llegan precedidos de la presentación de un informe anual sobre riesgos globales, a partir de la encuesta sobre dirigentes políticos, económicos y sociales. Otro de los informes cuya presentación, tradicionalmente, antecede al inicio de cada cumbre es el que cada año presenta la oenegé Intermón Oxfam, sobre la desigualdad en el mundo.

¿De qué van a hablar?

En esta ocasión, el Informe sobre Riesgos Globales (Global Risks 2023) señala la inflación como el primer problema económico y social en el mundo a corto plazo. El documento advierte de que la pandemia mundial y la guerra en Ucrania han puesto en primer plano "las crisis energética, inflacionaria, alimentaria y de seguridad y afirma que existe riesgo de que todo ello alimente la inestabilidad política y social y la emergencia humanitaria en los países en vías de desarrollo. Así, tal como lo ven los 1.200 líderes económicos y políticos entrevistados para la elaboración de este informe, existe una potencial "policrisis", fruto del encadenamiento de una serie de "riesgos conexos" que predominarán durante los próximos dos años, tales como "el riesgo de recesión; el creciente sobreendeudamiento; una crisis continua del coste de vida; las sociedades polarizadas como consecuencia de la desinformación; la interrupción de las medidas oportunas para combatir el cambio climático; así como una guerra geoeconómica de ganadores y perdedores".

¿Para qué sirve?

Quienes participan en el WEF defienden el Foro Davos como una plataforma de debate e intercambio de ideas que favorece la cooperación entre países y entre las iniciativas públicas y privadas, así como el entendimiento entre las partes que representan opiniones e intereses diferentes en los distintos problemas globales. En todo caso, no es un lugar donde se adoptan decisiones.

Más allá del propósito global de cooperación y entendimiento, el Palacio de Congresos de Davos se convierte con ocasión de cada edición del WEF en una poblada plataforma en la que dirigentes políticos y empresariales de las partes más dispares del planeta tienen la oportunidad de concertar reuniones y de establecer contactos que, de otro modo, exigirían muchas horas de avión y de estancia en hoteles. Algunas de las reuniones celebradas en los últimos años por el presidente español, Pedro Sánchez, con directivos de multinacionales se han visto sucedidas meses después con anuncios de potentes inversiones en España, como sucedió con el anuncio de Cisco de un proyecto de microchips en Barcelona o con el de tres centros de datos de Amazon Web Services (AWS) en Aragón.

Los críticos, por su parte, ven el Foro de Davos como una simple de feria de negocios dentro de un envoltorio de buenos propósitos. No en vano, cada edición del WEF se ve acompañada de manifestaciones de protesta de organizaciones de diverso tipo que aprovechan la cumbre para criticar los efectos del capitalismo sobre el clima y el medio ambiente y sobre las desigualdades sociales.