El récord de los alimentos en la Navidad frena la moderación de los precios en Canarias

La cesta de la compra vuelve a encarecerse. Otra vez. Hasta el punto de que la propia vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo Yolanda Díaz se ha quejado del mal uso de las medidas correctoras. "Hay alguien que se está forrando", ha dicho. Los precios de los alimentos continúan al alza, lo que está frenando la tendencia hacia la moderación del Índice de Precios de Consumo (IPC). Es la conclusión que se extrae de los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que reflejan que los productos de alimentación marcaron en diciembre un nuevo récord, al encarecerse un 15,3% respecto al mismo mes del pasado año.

Eso se tradujo en la cesta de la compra navideña más cara de los últimos 21 años. Y eso como mínimo, ya que la estadística del INE solo tiene registros desde febrero de 2002. Estas cifras ponen piedras en el aterrizaje suave que el IPC canario disfruta en los últimos meses, con cuatro descensos consecutivos de la tasa interanual; en septiembre bajó 1,3 puntos, hasta el 8,2%; en octubre disminuyó 1,2 puntos, hasta el 7%; en noviembre se redujo solo una décima, hasta el 6,9%, y en diciembre se contrajo 1,1 puntos, hasta el 5,8%.

Comportamiento similar

Este comportamiento de la tasa interanual del IPC en Canarias es muy similar al mostrado por la del conjunto de España, donde los mismos factores hicieron que la inflación bajara también 1,1 puntos de noviembre a diciembre, en este caso del 6,8% al 5,7%. El índice culminó el ejercicio 2022 con un incremento del 5,8% en las Islas, una décima por encima de la media nacional.

«Los precios se moderan en términos generales con tendencia a la baja por la caída de los precios de la energía», asegura el vicepresidente de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), José Cristóbal García. Añade que el repunte en la cesta de la compra se produce por lo que denomina «inflación de segunda vuelta», es decir, el traslado a los productos del incremento de los costes de producción que se han soportado durante el año. «Si al señor que transporta la comida al supermercado le sube el precio de la gasolina, también lo hace el transporte y, por tanto, el producto final, eso es lo que está pasando ahora», aclara el también secretario general de la CCE.

Según García, esta situación tenía que haberse evitado desde el principio, «actuando en los precios de productos agrícolas, en los costes de productos industriales y en los del transporte».

Vivienda, ocio y cultura

El diciembre, además del alza del 1% de los precios de los alimentos, los que más subieron fueron los de la vivienda, y el ocio y la cultura, que aumentaron un 1,3% en ambos casos. Los descensos en el último mes del año se produjeron principalmente en transporte (-2,8%), vestido y calzado (-1,6%), así como en bebidas alcohólicas y tabaco (-0,2%).

Pero lo que realmente preocupa a los empresarios es que la inflación subyacente –excluye los precios más volátiles, los de la energía y los alimentos no elaborados– alcanza máximos históricos en las Islas, con un alza del 7,1%, que está por encima de la media nacional (7%). Este dato, según García, es indicativo de que el fuerte encarecimiento de la energía se está trasladando cada vez más a los precios de los bienes y servicios que afectan al presupuesto familiar.

Medidas de contención

En este escenario, los empresarios consideran que resulta necesario «contemplar la aplicación de medidas enfocadas a contener la inflación de costes sobre la producción y comercialización de los bienes», que eviten su traslación a los precios finales de venta, «potenciando y reforzando el sistema de ayudas para la reducción de los costes de producción, especialmente los energéticos, y del transporte de las mercancías».

Por su parte, los precios de los combustibles se han elevado en el conjunto del año un 3,5% en las Islas, incidiendo en un encarecimiento de los precios del grupo Transporte del 5,6%, lo que supone un ascenso más intenso que el 3,3% observado por la media del Estado, y ello a pesar de que el precio de los carburantes creció con mayor intensidad en este ámbito (5,7%). Al mismo tiempo, restaurantes y hoteles, y muebles, artículos del hogar y artículos para el mantenimiento del hogar también anotaron incrementos notables del orden del 8,8% y del 8,4%, respectivamente.

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