Crisis inflacionista | Metodología de una estadística

Ingeniería del IPC: 15 técnicos vigilan en Canarias el precio de 955 productos

Los profesionales visitan los súper que concentran un mayor gasto tres veces al mes | En Canarias se añaden variedades más consumidas debido a la insularidad

Un carnicero atiende a una clienta en su puesto del mercado. | |

Un carnicero atiende a una clienta en su puesto del mercado. | | / María Pisaca

A lo largo del último año en el que las familias canarias no dejaban de ver como con sus salarios cada vez podían comprar menos cosas, la estadística del Índice de Precios al Consumidor (IPC) ha sido una de las más esperadas cada mes. A través de ella se puede conocer la evolución de los precios de los bienes y servicios de todo el país y también en Canarias. Pero, ¿cuál es la ingeniería que hay detrás? La estadística –que desde el año pasado no deja demasiadas alegrías al consumidor al reflejar continuar subidas de precios que en algunos casos han sido históricas debido a la crisis inflacionista– esconde un minucioso y complejo proceso de confección. En todo el país 300 profesionales del Instituto Nacional de Estadística (INE) se encargan de recoger más de 200.000 precios. Una quincena de ellos lo hacen en el Archipiélago donde mes a mes tienen que verificar el coste de los 955 productos que se incluyen en este indicador. 

Estas 955 referencias se agrupan posteriormente en 219 subclases y así puede conocerse si se paga más o menos por los alimentos, si se han encarecido el transporte, los alquileres o los combustibles o si se deberá pagar más que el mes pasado por el vestido que se muestra en el escaparate de alguna tienda del Archipiélago. Pero la estadística va más allá y también permite saber si ha subido el precio de otros artículos más concretos y que muchas personas adquieren en su día a día como el pan, el agua o la prensa. 

La verificación se realiza mes a mes en tiendas y mercados de diez municipios de las Islas

¿Cómo se recopilan esta ingente cantidad de precios? La quincena de técnicos del INE deben verificar de forma presencial los de 462 artículos. Para ello deben visitar los establecimientos, entre los que se escogen aquellos con mayor representatividad, es decir, los que concentran un mayor gasto de las familias canarias. 

Tres veces al mes

La toma de precios de los alimentos y otros productos perecederos se realiza con más frecuencia, en concreto, tres veces al mes, y los profesionales suelen visitar los mismos puestos en mercados y supermercados de diez municipios del Archipiélago para hacer la verificación. Los encargados de los establecimientos no se sorprenden cuando los ven aparecer con una carpeta y comienzan a apuntar cuánto vale esa semana el kilo de pollo, de cebollas o de manzanas. Aunque los técnicos pueden tomar los datos con papel y bolígrafo también tienen la posibilidad de hacerlo a través de una tableta. 

La recopilación de precios en otro tipo de artículos como el calzado, el textil o los electrodomésticos se hace una vez al mes también de forma presencial aunque en algunos de ellos se recogen de forma centralizada, es decir, sin que los profesionales acudan al establecimiento, ya que la información se envía por vía telemática o se verifica a través de la web. 

Evolución

En sus visitas los técnicos deben estar atentos a si se producen situaciones extrañas en la evolución de los precios y tras preguntar al tendero si conoce la causa de que, por ejemplo, las manzanas hayan variado mucho su precio de una semana a otra, tienen que apuntarlo en los cuestionarios que debe rellenar. Además, existen otras personas encargadas de analizar y corregir posibles errores que se pudieran producir, como un precio mal introducido (34,0 euros en vez de 3,40 euros), ya que pueden arrojar resultados totalmente irreales. 

El resto de los 493 precios para alcanzar los 955 que se recopilan en total se hace a través de medios automatizados. Uno de ellos es el scanner data, un método que consiste en utilizar las bases de datos de las empresas para obtener información sobre las ventas o el web scrapin, que se basa en la obtención automatizada de información de los precios de las páginas web de las empresas que venden de manera online. Además, en determinados artículos tarifados se obtiene información de las publicaciones oficiales.

Los artículos incluidos varían en función de los cambios en los hábitos de consumo

La cesta de la compra cuyos precios se estudian a través del IPC es común a todas las comunidades. De esta manera, hay productos de los más habituales en el carrito de cualquier supermercado del país: carne de vacuno, de pollo o de cerdo; huevos, leche, fruta fresca, legumbres, papas o azúcar. Aunque el INE subraya que debido a la insularidad de Canarias se hace hincapié en algunas variedades que a raíz de esta condición tienen un mayor comercialización, entre las que señalan la carne congelada. Todos esos datos, posteriormente, son volcados en el sistema central del INE para hacer el cálculo final.

Textiles y accesorios del hogar

Más allá de la cesta del supermercado también se miran los precios de los textiles y accesorios para el hogar, servicios médicos, educación, actividades turísticas, herramientas, equipos de telefonía, seguros, restauración, artículos de cuidado personal y muchos más. Pero, ¿cómo se escogen aquellos bienes y servicios que no deben faltar de aquellos que se quedan fuera? La selección de los productos que integran el IPC se realiza a través de las respuestas que los ciudadanos dan a la Encuesta de Presupuestos Familiares, que también elabora el INE. En ella, los hogares informan acerca de los productos que consumen y de cuánto gastan en su adquisición. Y con esos datos se seleccionan los artículos con mayor peso específico dentro del presupuesto, que son los que finalmente conforman la cesta de la compra del IPC.

La entrada y salida de determinados productos se revisa cada cinco años, al igual que los establecimientos más representativos. En función de cómo cambian los hábitos de consumo la lista se transforma. Si el año pasado se introdujeron las mascarillas –cuyo uso se disparó por la pandemia– y las suscripciones a la prensa online, han desaparecido artículos como los CD y DV, la margarina, la leche en conserva, las tintorerías y zapateros, los artículos de mercería, la cubertería y las alfombras y moquetas. 

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Estadística de precios

  • El Índice de Precios al Consumidor (IPC) es una estadística que se elabora mes a mes y que tiene el de objetivo de proporcionar una medida de la evolución del conjunto de precios de los bienes y servicios que consumen las familias del país. En el último año ha servido para marcar el pulso a la crisis inflacionista. 
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INE

  • Los profesionales del Instituto Nacional de Estadística (INE) son los encargados de elaborar el IPC cada mes. En toda España 300 técnicos se encargan de verificar los precios de los productos incluidos en alrededor de 26.000 establecimientos de 177 municipios. Una quincena de ellos trabaja en Canarias y se encargan de visitar los mercados, tiendas y supermercados más representativos del Archipiélago para recopilar el coste de los artículos. 
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Presencial y telemática

  • Para recopilar los precios de los productos frescos los profesionales se desplazan a los establecimientos tres veces al mes. Para recoger los de artículos como el calzado o el textil basta con una vez. A los de otros productos y bienes se accede de forma telemática a través de correo electrónico o la web. Por último ya se está empleando el big data para lograr tener una muestra todavía más representativa. 
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5,8% interanual en las Islas

  • Los precios se incrementaron un 5,8% en Canarias en el último mes del año pasado de acuerdo con el IPC. Aunque se trate de un aumento elevado no se acerca al que se experimentó durante los peores meses de la crisis inflacionista cuando en julio y agosto el crecimiento superó el 9%. El índice general se modera no así el de los alimentos que en diciembre volvió a tocar máximos. La cesta de la compra es un 15,3% más cara en las Islas. 

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