Informe

España será en 2050 el tercer país de la UE que más gaste en pensiones

El Banco de España calcula que la jubilación de los 'baby boomers' tensará especialmente el sistema público español

jubilados

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Gabriel Ubieto

La progresiva jubilación de la generación del 'baby boom' tensionará especialmente el sistema público de pensiones español y provocará que España pase de ser el séptimo estado de la Unión Europea que más presupuesto destina en proporción de su PIB a las pensiones, al 'top' 3 en 2050. Así lo señala un informe elaborado por dos investigadores del Banco de España Miguel Ángel Martín y Roberto Ramos, en el que indican que lSeguridad Social podría amortiguar casi la mitad de ese retiro generacional si lograra elevar su tasa de empleo como la de Alemania.

Aquellas personas nacidas entre finales de los años 60 y mediados de los 70 encaran actualmente la recta final de sus carreras profesionales. Algunos incluso ya han reunido los años de cotización suficientes y la revalorización récord del 8,5% aplicada desde el 1 de enero del 2023 ya les ha pillado retirados. Una generación más numerosa que las precedentes y subsiguientes y que promete aumentar sustancialmente el volumen de recursos que el Estado español deberá destinar para costearles las pensiones por las que llevan décadas cotizando.

Una presión demográfica que otros estados europeos ya han comenzado a notar, pero que en España, a día de hoy, todavía es leve. "Bajo el factor demográfico proyectado en 2050 y manteniendo el resto de los factores constantes, España pasaría a ser el tercer país de la UE con el gasto en pensiones más alto (tras Grecia e Italia), frente al puesto séptimo que ocupaba en 2019", concluyen los investigadores del Banco de España.

Para apuntalar las bases del sistema de cara a ese escenario, el Gobierno se está preparando esta legislatura, bajo la batuta del ministro José Luis Escrivá, con una batería de reformas que van desde la indexación de las pensiones al IPC, el endurecimiento de las condiciones para la prejubilación o la inminente subida de las bases de cotización para aumentar los recursos disponibles, entre otros.

Esta última fase de la reforma todavía está pendiente de rubricarse y las negociaciones caminan sobre el alambre, en tanto que las divisiones dentro de la coalición de Gobierno las están lastrando y patronal y sindicatos aguardan desde hace semanas a que el PSOE y Unidas Podemos se aclaren internamente para culminar, con acuerdo o no, las modificaciones.

Menos gasto ahora que Francia o Portugal

Según los datos recopilados por los investigadores del Banco de España, a partir de las bases de Eurostat, España se situaba antes del covid en un punto intermedio entre el gasto en pensiones de los estados del sur de Europa, con cifras más altas, y los del noroeste, con menos gasto. La Seguridad Social española venía destinando el equivalente a un 12,7% de su PIB; frente al 15% de GreciaItalia y Portugal o el 14,7% de Francia o el 12% de AlemaniaBélgica o Dinamarca. Los antiguos estados de la URSS y hoy en la UE bajan su presupuesto en pensiones al 10%. 

Actualmente y a expensas del efecto de la última subida de pensiones, del 8,5%, en la nómina del 2023, España destina el 11,7% de su PIB a pagar prestaciones, según los últimos datos disponibles de la Seguridad Social. En este sentido, los investigadores del Banco de España reclaman "notable cautela" a la hora de leer los resultados de cara a futuro, ya que su análisis no tiene en cuenta los recientes cambios impulsados por el Ejecutivo en materia de pensiones.    

Las mujeres, más excluidas en España

En España la cobertura del sistema público de pensiones es menor que en países vecinos, es decir, concretamente un 21,3% menos de gente tiene acceso a una prestación que en la media de la UE. Ese déficit los investigadores del Banco de España lo explican porque hay un menor número de mujeres cobrando pensiones y subsidios por viudedad que en el resto del 'Viejo Continente'. Además, el envejecimiento de la población es, de momento, menor. 

Por el contrario, la tasa de empleo es inferior a la media europea, es decir, hay menos gente trabajando, y la cuantía media de las pensiones es más elevada, comparándola con el salario medio que perciben los trabajadores que sostienen con sus cotizaciones el sistema público. Concretamente es, en proporción, la tercera más elevada de toda la UE.