Transportes

Isaías Táboas, de la sala de máquinas del Govern a la del tren

El ya expresidente de Renfe es el responsable del plan de desarrollo futuro de la compañía, basado en la internacionalización y los servicios turísticos

El presidente de Renfe, Isaías Táboas, durante la entrevista en la redacción de El Periódico.

El presidente de Renfe, Isaías Táboas, durante la entrevista en la redacción de El Periódico. / Jordi Cotrina

Eduardo López Alonso / Agustí Sala

Isaías Táboas (València, 1958), el dimisionario presidente de Renfe por el caso de los trenes incompatibles con las medidas de los túneles existentes en Asturias y Cantabria, está acostumbrado a las salas de máquinas. Entre 2006 y 2010 se ocupó de ello en la Generalitat de Cataluña, como secretario general de la Presidència, como uno de los hombres de máxima confianza del president José Montilla. De hecho ya fue uno de los escuderos de Montilla cuando este fue ministro de Industria entre 2004 y 2006, como director del gabinete del ministro. De esos inicios ha heredado una indudable lealtad institucional, algo perceptible siempre en los contactos con la prensa. No iba nunca más allá de sus competencias y su responsabilidad, con escrupulosa conciencia de su puesto al frente de Renfe y sus relaciones con el Gobierno de turno. Pero esa responsabilidad le lleva también a asumir el fallo de los Feve en carne propia, precisamente en un momento ilusionante para la compañía para diversificar sus fuentes de ingresos (con servicios turísticos) y afrontar la expansión internacional.

El Gobierno salda con ceses el escándalo de los trenes de Feve que no caben por los túneles. La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, toma una decisión con el convencimiento de que Táboas ha dado ya lo mejor de si mismo en los últimos años y que Renfe puede asumir el futuro con una nueva cara. El retraso de al menos tres años en la llegada de los nuevos trenes para la Cornisa Cantábrica es razón suficiente y Tàboas se va tras mancha pero sin mácula, con la conciencia tranquila pese el borrón en la última línea.

Pandemia y competencia

Táboas ha sido capaz de mantener a Renfe en plena pandemia y dibujar una estrategia, todavía en marcha, para reequilibrar las cuentas de la compañía en pleno esfuerzo inversor y la competencia internacional no correspondida en las líneas de alta velocidad. Su plan está a medio hacer. 'Renfe As A Service' (Raas) debería proporcionar más de 100 millones de euros en ingresos de captación de nuevos viajeros que no usaban el tren antes de la pandemia. El segundo eje del desarrollo debería ser incrementar los ingresos por la vía de la internacionalización, pese a que el chovinismo francés ha puesto las cosas complicadas.

También queda pendiente el acuerdo de Renfe con Cataluña. Pese a que el independentismo siempre a puesto a Renfe en el disparadero por los déficits de Rodalies, lo cierto es que Táboas siempre defendió un acuerdo institucional para reavivar las inversiones. Siempre dispuesto al diálogo y a ser puente para extremos enfrentados, Táboas reconoce abiertamente las dificultades pero aboga por el traspaso de competencias. Equilibrio entre responsabilidad institucional y capacidad para competir. Ahí está su legado directivo.

Licenciado en Historia y diplomado en Función Gerencial en la Administración Pública en Esade y en Dirección de Márketing por Eada, Táboas ya estuvo relacionado con Renfe en sus orígenes directivos. Años atrás como director de comunicación y relaciones institucionales de Renfe y delegado de patrimonio y urbanismo en Cataluña y Aragón de 1991 a 1996, durante el periodo en el que Mercè Sala fue la presidenta de la compañía ferroviaria.

Táboas, que ha tenido que lidiar con la liberalización de la alta velocidad ferroviaria en España y la entrada de competencia en esta actividad, y que ha vuelto a redoblar la apuesta internacional de la compañía, también fue secretario de Estado de Transportes de 2010 a 2011. Deja el cargo el mismo día en el que se cumplen 15 años de la entrada en funcionamiento del corredor de alta velocidad Barcelona-Madrid.

En el ámbito privado ha estado vinculado a la Universitat Oberta de Catalunya como director de Editorial UOC y Eureca Media SL (1996-2004) y como Director de Proyectos (2012-2013). Antes de convertirse en presidente de Renfe estuvo al frente de consejo editorial de Observatorio de las Ideas, así como socio fundador de las sociedades Global Transport Register SL y Global Line SL.

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