Los canarios instalan cada día veinte nuevas placas de energía fotovoltaica

La reconversión energética en Canarias se está acelerando. Los canarios instalan cada día 20 nuevas placas fotovoltaicas en sus azoteas y cubiertas. Un ritmo de instalación inaudito en las Islas que ha superado con creces las predicciones del Ejecutivo porque, a esa velocidad, en tan solo un mes se puede igualar el número de instalaciones de este tipo que había en 2019 en Canarias: apenas 566. 

Detrás de esta estimulación del panorama fotovoltaico de Canarias hay una causa estructural. El aumento de los precios de la energía a raíz del conflicto armado entre Rusia y Ucrania y la mayor concienciación con respecto a la crisis climática han hecho que cada vez más personas conciban el autoconsumo energético no solo como una oportunidad de ahorro sino también como una necesidad. Si a esta situación de base se añade el incentivo de las subvenciones que el Gobierno canario reparte para sufragar los gastos de estas instalaciones para captar la energía solar –que se pueden solicitar hasta abril–, resulta en este incremento exponencial de la propagación de esta energía renovable por todo el Archipiélago. 

Las instalaciones de autoconsumo fotovoltaico se han expandido por toda Canarias en apenas tres años. Desde finales de 2019 y hasta el 8 de marzo de 2023, el número de instalaciones se ha multiplicado por 16. «Solo hay que hacer un recorrido visual por nuestro entorno para ver el cambio que han sufrido las azoteas y cubiertas de los edificios», explicó el consejero de Transición Ecológica, José Antonio Valbuena, en una rueda de prensa a la que también asistió la directora general de Energía, Rosana Melián. 

El Ejecutivo pide grupos electrógenos «más flexibles» para que la penetración renovable sea mayor

Canarias ha pasado de disponer de apenas 566 instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo en septiembre de 2019 a 9.500 en 2023, según los datos de la semana pasada. Esta expansión de las instalaciones ha tenido su reflejo también en la potencia fotovoltaica que ya asciende a 85 megavatios, seis veces más que en 2019, cuando la potencia total apenas llegaba a 9,3 megavatios. La red de placas que hoy cubre las cubiertas de los edificios de Canarias se ha convertido en «el mayor parque solar del Archipiélago», tal y como confirmó Valbuena, quien además adelantó que en este 2023 «el número de instalaciones nuevas va a ser realmente importante». 

Pero si bien ha crecido de manera importante el autoconsumo eléctrico, Valbuena hizo hincapié en que mucha de esta energía renovable se está perdiendo por no poder incluirse en el sistema energético. Con este impulso fotovoltaico –y en otro tipo de energías– la potencia instalada de renovables en Canarias ha pasado de ser de 620 a 892,65 megavatios en tres años, un 43,8% más. 

De esta forma, las renovables suponen ahora el 27,15% de toda la potencia energética con la que cuenta Canarias –en 2019 este indicador se encontraba en el 20%–. «Solo nos quedan 58 megavatios para conseguir el gigavatio de potencia, lo que nos acercaría al objetivo del 30% de potencia renovable que nos habíamos puesto para 2030», apuntó Valbuena. En este sentido, el consejero se congratuló de que «no se haya frenado el montaje de nuevos parques renovables» y que todo ellos cuenten con una declaración de impacto ambiental favorable. 

Solo quedan 58 megavatios para que Canarias logre el gigavatio de potencia renovable

Sin embargo, de ese 27,15% tan solo llega a la red energética isleña un 20,13%. Son cuatro puntos más de lo que suponía la penetración de renovables en 2019, pero la diferencia entre lo que se produce y lo que se consume es cada vez mayor. Y es que Canarias tiene dos hándicaps a la hora de incluir estas energías limpias en su mix eléctrico. Por un lado está la «rigidez» y la antigüedad de los grupos electrógenos de los que se alimenta el sistema energético canario. «Es como si tuviéramos un coche antiguo al que le cuesta arrancar y que se encuentra siempre a revoluciones altas», explicó Valbuena. Su rigidez provoca que esté consumiendo siempre un porcentaje fijo de la energía que se produce en las centrales térmicas. Además ese porcentaje es muy elevado, por lo que también limita el «hueco» que deja a las renovables.

Introducción de renovables

Para intentar reducir ese porcentaje de energía térmica e introducir renovables, habría que «encender y apagar» los grupos. «Pero el arranque es tan lento que podría demorarse cinco horas o más», resalta el consejero. De ahí que el área que dirige haya realizado una petición formal al Gobierno de España para «flexibilizar» y «renovar» los grupos electrógenos del sistema energético canario. «Debemos tanto cambiar los grupos para que tengan un arranque más rápidos como incrementarlos para que sean más pero tengan una menor potencia», explicó Valbuena, que matizó que «cuatro grupos de 25megavatios dan más flexibilidad que uno de 100 megavatios». 

Otro de esos obstáculos a los que se enfrenta Canarias es la falta de sistemas de almacenamiento de esta energía renovable. «Con el Salto de Chira Soria, en Gran Canaria, la penetración de renovables va a crecer de forma importante», resaltó el consejero, que anunció que se quiere implantar un proyecto similar en Tenerife. «Sin este tipo de instalaciones será imposible», sentenció. 

En Canarias la isla con más potencia fotovoltaica es Gran Canaria (36,1 megavatios), pero Tenerife la supera en instalaciones (3.778). Por su parte, La Gomera ha experimentado el crecimiento más grande en potencia y La Palma en instalaciones. 

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