Consumo

La inflación doblega los últimos recelos de los consumidores a comprar ‘online’

El porcentaje de gente que ha comprado o vendido algún producto a través de internet crece 11 puntos y alcanza ya el 97%, según un estudio de Adevinta

Una mujer consulta una página de un comercio electrónico.

Una mujer consulta una página de un comercio electrónico.

Paula Clemente

En contra de la tendencia general de repliegue, recortes y, en definitiva, policrisis, el comercio electrónico va hacia arriba en España. El último análisis de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) indica que los ingresos de las empresas que venden en internet en el país crecían un 30% el primer semestre del año hasta los 33.800 millones de euros, y, si bien fue precisamente en verano que empezaron a llegar noticias de despidos en este sector en varias partes del mundo (una tendencia que ha acabado salpicando recientemente a grandes nombres como AmazoneBay o Zalando), un análisis algo más actualizado muestra que, en España, este canal tiene más adeptos que nunca. 

El barómetro que publica esta semana Adevinta, compañía dueña de MilanunciosCoches.netMotos.netFotocasaHabitaclia e Infojobs, refleja que el 97% de su muestra contactada compró o vendió algún producto o servicio en internet el año pasado. El porcentaje era once puntos inferior el año previo. Además, el 67% de estos consumidores confiesan que su relación con la compraventa ‘online’ es regular, y esta tasa es más de 15 puntos superior a la del mismo análisis en 2021. El grupo, que llega a esta conclusión tras encuestar a 5.000 personas en diciembre y cruzar los resultados con la actividad que registran sus portales, relaciona este empujón con la inflación, que ha doblegado los últimos recelos al comercio 'online'.

“Los consumidores han visto en el comercio electrónico una oportunidad para realizar sus transacciones de forma más económica, ágil y práctica”, explica el consejero delegado de Adevinta en EspañaRomán Campa. “Es más –apunta en el informe– el 'e-commerce' se ha convertido en un aliado para paliar los efectos de la inflación en la economía familiar”.

Se basa, este directivo, en que el 80% de las personas consultadas consideran que comprar por internet ayuda a ahorrar ante la situación económica actual (sobre todo la generación z y los ‘millennials’) y en que el 67% confiesa que comprar en internet ha sido su estrategia prioritaria para buscar mejores precios. De hecho, aproximadamente cuatro de cada diez de estos consumidores atribuye haber utilizado más este canal directamente a la inflación.

Cuestión de comodidad

En cambio, la presidenta de la Comisión de Retail del Col·legi d'Economistes de CatalunyaNúria Beltrán, ve en este crecimiento más una cuestión de comodidad, que de precio. "Se encuentra de todo, no hay que desplazarse...", enumera esta experta, en base a los últimos estudios en los que ha colaborado. "La evolución es natural, es una comodidad que nos da acceso a más oferta y a comparar precios, y las personas estamos cada vez más digitalizadas, había una barrera tecnológica que hemos ido superando, es lógico que vaya creciendo", asegura Beltrán, que relaciona precisamente los problemas a nivel global con las expectativas de que el sector creciera mucho más de lo que lo ha hecho una vez ha ido quedando atrás la pandemia de covid.

En este sentido, su impresión es que la inflación tanto ha acelerado la implantación del sector como frenado procesos de compra. "Cada vez hay más polarización en las formas de consumo y en la riqueza", expone esta responsable del Col·legi d'Economistes para justificar que coexistan ambas realidades.

Efectos colaterales

En cualquier caso, de nuevo según Adevinta, el incremento de precios generalizado se ha traducido en otros fenómenos dentro de esta industria. En Milanuncios, ejemplifica Campa, la demanda ha crecido un 4% en las categorías de segunda mano más populares; en Coches.net, crece el interés por el coche de ocasión; y en Fotocasa, se reduce la brecha entre la demanda de compra y alquiler por el endurecimiento de las hipotecas y las tensiones inflacionistas. “En 2022 hemos asistido a la consolidación definitiva del comercio electrónico, influido por el contexto de inflación y en el que la sostenibilidad se ha convertido en un criterio de peso en la decisión de compra, tanto a la hora de elegir el producto como el canal en el que se adquiere”, conecta Campa, que vaticina un 2023 donde ambas cosas, la situación económica y la “concienciación medioambiental” seguirán marcando tendencia. 

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