Tres de cada diez parados canarios llevan más de tres años desempleados

El empleo mejoró en Canarias en 2022. Pero eso no significa, claro, que haya mejorado la situación de todos los colectivos. El número de quienes podrían calificarse de parados crónicos aumentó el último año de forma notable. Un grupo que integran las personas que llevan desempleadas un mínimo de tres años desde la salida de su último puesto de trabajo y que el pasado ejercicio se incrementó un 26%. Alrededor de tres de cada diez isleños en paro, algo más de 51.000, se encuentran en esa difícil tesitura sociolaboral.

El Instituto Nacional de Estadística publicó este viernes las llamadas variables de submuestra de la Encuesta de Población Activa (EPA). Es la otra EPA anual, esa que permite comprobar la efectividad de la intermediación laboral, la distribución de los cargos directivos entre mujeres y hombres o la evolución del desempleo crónico. En esta última situación está en estos momentos –o cuando menos lo estaba al finalizar 2022– un total de 51.400 canarios. Son parados, cabe insistir, que llevan tres o más años sin trabajar. Al cierre de 2021 eran 40.900. No había en el Archipiélago tantas personas en el desempleo crónico desde 2018, hace ya un lustro, cuando sumaban 65.900. Tras Asturias, donde este colectivo de desterrados del mercado laboral se incrementó el pasado año un 54%; Cataluña, donde lo hizo un 47%; y Galicia (36%), Canarias experimentó la cuarta mayor subida entre las 17 Comunidades Autónomas con ese +26%.

Las Empresas de Trabajo Temporal, las ETT, ayudan aún menos que el SCE en la colocación laboral

Las cifras de esta otra EPA, la de las variables de submuestra, revelan que en las Islas hay 179.100 parados que han trabajado con anterioridad. Si se tiene en cuenta a esos 51.400 que arrastran tres o más años desde su última ocupación –al menos desde su última ocupación legal, otra cosa es que una parte haya podido desempeñarse en la economía sumergida–, resulta que hasta un 28,7% de los desempleados isleños acumula un mínimo de 1.095 días en busca infructuosa de un trabajo desde la salida de su anterior puesto. Son prácticamente 30 de cada cien o tres de cada diez. Es verdad que no se incluyen en ese cálculo los parados que intentan encontrar su primera ocupación, pero no es menos cierto que esos 179.100 desempleados crónicos son más que todos los desempleados –con y sin experiencia laboral– contabilizados en la última EPA digamos ordinaria de 2022. Es más, la región despidió el pasado ejercicio, de acuerdo con la EPA del cuarto y último trimestre, con un total de 169.000 parados, de modo que si se toma esta cantidad como referencia, entonces los desocupados crónicos superan el 30%. Por el contrario, si la referencia son los 203.200 desempleados que hubo de media en el Archipiélago cada uno de los días de 2022, resulta que el peso del paro de muy larga duración –o más bien de muy muy larga duración– se reduce al 25,3%. En definitiva, y en cualquier caso, son aproximadamente tres de cada diez los que salieron de su última empresa hace como poco tres años y continúan sin encontrar acomodo en ninguna otra.

No es posible conocer cuántos parados crónicos en verdad trabajan en la economía sumergida

Además, las variables de submuestra vuelven a poner de manifiesto, un año más, la poca eficacia de las políticas públicas de intermediación laboral. De los casi 820.000 asalariados que hay en la Comunidad Autónoma, poco más de 18.000 contaron con la participación del Servicio Canario de Empleo (SCE) en la obtención de su puesto de trabajo. Un exiguo porcentaje del 2,2% que, con todo, supone una mejora respecto del aún más exiguo 2% de 2021. Eso sí, hay que puntualizar que el mejor dato de la historia se registró en 2007, antes de la gran crisis financiera, y que tampoco fue mucho mejor (2,8%). Por cierto, tampoco es que las Empresas de Trabajo Temporal, las ETT, sean mucho más efectivas que el SCE, más bien al contrario: solo ayudaron a colocarse a un ínfimo 1,1% de los asalariados canarios.

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