GENERACIÓN ELÉCTRICA

La expansión de renovables marca récords en el mundo, pero carbón y gas se mantienen como líderes

La eólica y la solar alcanzan un máximo del 12% de toda la generación eléctrica global, pero las centrales de carbón concentran un 36% y las de gas, un 22%, según el think tank Ember.

Vista de la planta térmica de carbón en Bitola, Macedonia, en una imagen de archivo.

Vista de la planta térmica de carbón en Bitola, Macedonia, en una imagen de archivo.

David Page

La transición energética hacia las fuentes sostenibles es ineludible para combatir la emergencia climática. Y en ese proceso hacia la descarbonización del sistema energético en las próximas décadas la expansión de las energías renovables es la herramienta más evidente y la opción más viable a medio plazo. El despliegue de las energías verdes se acelera y marca récords en plena crisis energética, pero aún sigue siendo muy menor en relación al liderazgo global que mantienen el carbón y el gas natural como fuentes de producción de electricidad.

Los parques eólicos y las plantas solares activos en todo el planeta concentraron el año pasado un récord del 12,1% de toda la producción eléctrica global, frente al 10,3% registrado en 2021, según un informe del think tank especializado en temas energéticos Ember. Un nuevo máximo histórico asentado en los crecimientos tanto de la eólica (que pasa del 6,6% al 7,6% de la generación eléctrica mundial, con 2.160 teravatios hora, TWh) como de la solar (del 3,7% al 4,5%, hasta 1.284 TWh).

Casi un 40% de la luz, libre de CO2

La cuarta edición del Global Electricity Review del grupo de expertos de Ember -con datos de 78 países que concentran el 93% de la demanda mundial de electricidad global- confirma que la energía solar volvió a ser la fuente de producción de más rápido crecimiento por decimoctavo año consecutivo, con un alza del 24%, y que le sigue la eólica, con un incremento de producción del 17%.

La combinación de todas las energías sin emisiones de CO2 (eólica, solar, nucleares e hidroeléctricas) marcó el año pasado un nuevo récord con el 39% de la producción eléctrica mundial. Las centrales hidroeléctricas mantuvieron su cuota en un 15% de la generación global y la nuclear bajó ligeramente su aportación hasta el 9,2% (frente al 9,9% de 2021).

Récord de emisiones

A pesar de la expansión de las energías verdes, carbón y gas estando muy por delante a escala global como principales fuentes de producción de electricidad. Las centrales de carbón volvieron a producir el año pasado un 36% de toda la electricidad mundial y elevaron su generación un 1,1%, hasta alcanzar los 10.186 TWh. Y las plantas térmicas de gas se mantienen como segunda fuente de producción con un 22% del total y con una generación estabilizada (-0,2%), con 6.336 TWh.

El incremento de la demanda eléctrica global (+2,4%) y la fortaleza del carbón y del gas como principales fuentes de generación provocaron que las emisiones globales de CO2 del sector eléctrico mundial crecieran un 1,3%, alcanzando un nuevo máximo histórico de 12.431 millones de toneladas. En 2021 las emisiones registraron un alza histórica del 7% aupada por la reactivación económica tras el parón por la pandemia.

¿Declive de las energías fósiles?

La brecha entre las energías verdes y el tándem de carbón y gas -las de mayor emisiones de efecto invernadero- sigue siendo amplísima, pero Ember pronostica en su informe que este año puede representar un punto de inflexión hacia una nueva era en que la generación eléctrica con combustibles fósiles inicie su declive. "Es el principio del fin de la era fósil", apunta el responsable principal del informe, Małgorzata Wiatros-Motyka. “Estamos entrando en la era de la energía limpia”.

Las estimaciones que maneja el think tank para este año pasan porque se alcance el pico de las emisiones de CO2 del sistema eléctrico mundial y que sea el último año de crecimientos de la producción de las energías fósiles, consiguiendo que las energías limpias puedan cubrir todo el crecimiento de la demanda global (el año pasado cubrieron el 80% del incremento de consumo). “Habría una pequeña caída en la generación fósil (-0,3 %) en 2023, con mayores caídas en los años siguientes a medida que se acelere el despliegue de la energía eólica y solar”, anticipa la organización.