Transporte | 50 aniversario de Toyota Canarias

50 años canarizando Japón

Toyota Canarias sopla las velas de medio siglo de trayectoria con una ambiciosa actualización de sus instalaciones y una potente inversión

El Toyota Corolla 1.2 que en 1973 se convirtió en el primer coche de la firma matriculado en Canarias. | | LP/DLP

El Toyota Corolla 1.2 que en 1973 se convirtió en el primer coche de la firma matriculado en Canarias. | | LP/DLP / M. Á. Montero

Toyota Canarias celebra su quincuagésimo aniversario con la premisa inalterable de singularizar y adaptar cada vehículo del gigante nipón a la realidad de las Islas y de su ciudadanía. De lo global a lo local con el saber hacer de medio siglo importando la excelencia de la multinacional a las carreteras de la región.

25 de abril de 1973. Ese día, del que este martes se cumplirán 50 años, se matriculaba en Canarias el automóvil GC-5282-C. Un Toyota Corolla de 1.200 centímetros cúbicos. El Corolla es uno de los emblemas de la firma nipona, y aquel que se matriculó en el Archipiélago hace ya medio siglo acabó convirtiéndose en emblema de Toyota Canarias. No en vano fue el primer turismo de la división isleña de la Toyota Motor Corporation en recorrer las carreteras de la región. Hoy, cinco décadas más tarde, Toyota Canarias es una entidad de capital cien por cien local inmersa en una ambiciosa transformación de su red de concesionarios, una reconversión que implica la digitalización y electrificación de una quincena de sus infraestructuras, la ampliación de otras ocho y la construcción de cuatro nuevas instalaciones. Una inversión millonaria que redunda en beneficio de la economía y el empleo y que la firma prevé concluir este mismo año. Se trata, en definitiva, de consolidar a Toyota Canarias en el carril central del camino hacia una movilidad íntegramente eléctrica, una senda que abrieron los vehículos híbridos y en la que la división isleña de la multinacional japonesa ha logrado situarse en la pole position. Tan es así, que más del 60% de las ventas de Toyota en la Comunidad Autónoma son coches híbridos, es decir, que de cada diez automóviles que salen de los concesionarios del fabricante nipón –el primer fabricante mundial– en el Archipiélago, seis son híbridos, con los beneficios medioambientales que ello implica por las menores emisiones contaminantes de estos modelos.

Una imagen promocional del flamante Toyota GR86, una ‘bestia’ de 234 caballos de potencia. | | LP/DLP

Una imagen promocional del flamante Toyota GR86, una ‘bestia’ de 234 caballos de potencia. | | LP/DLP / M. Á. Montero

Fue en la década de los noventa cuando nació la marca Toyota Canarias propiamente dicha. Pero para encontrar los orígenes de la firma hay que remontarse a finales de 1972, con la liberalización del comercio en las Islas y la consecuente posibilidad de importar vehículos desde la lejana Japón. Los empresarios Artemio Alonso y Ángel Ferrera consiguieron entonces adjudicarse la representación y el comercio de los modelos Toyota en la provincia de Las Palmas. Luego vendría la matriculación de aquel primer Corolla –un modelo convertido hoy en icono y que podría medirse cara a cara con un buen puñado de coches actuales sin ningún complejo– y el progresivo crecimiento de la marca, que en 1992 ya vendía 7.000 unidades y afrontaba una inversión multimillonaria –alrededor de 1.300 millones de pesetas– para, entre otras cosas, construir nuevos talleres. Una inversión que fue capital para el posterior desarrollo de la marca en la región y que tiene así ciertos paralelismos con el proceso de reconversión que en estos momentos atraviesa la firma, un proceso que se antoja tan relevante de cara a su futuro como en su día lo fue aquella apuesta.

Como líderes en electrificación, hasta seis de cada diez de sus ventas son automóviles híbridos

Es exactamente en 1993 cuando la Toyota Motor Corporation decide reunir todo el negocio en el Archipiélago –importación, comercialización y recambios– bajo la marca Toyota Canarias, que hereda así la actividad, la estructura y la plantilla de Impocasa, la empresa gestora de la firma en las Islas hasta ese momento. A finales de 2017, Sol Naciente Automoción adquiere Toyota Canarias a la japonesa Sumitomo Corporation –que en 1993 había entrado como nuevo y principal accionista– y el capital de la entidad pasa de este modo a ser cien por cien local. En ese momento, la cuota de mercado de Toyota en la Comunidad Autónoma era de un 2,3%; hoy llega al 8,2%. En otras palabras: casi se ha cuadruplicado desde el cambio de titularidad y bajo la dirección de Ismael Alemán, el consejero delegado de la firma.

Desde Toyota Canarias apuntan que la entidad transita ahora hacia su conversión en una empresa de servicios de movilidad. Toyota Canarias se desempeña en el ámbito del comercio internacional en su vertiente importadora; en el del comercio minorista en su red de concesionarios; y en el industrial por lo que toca al negocio de los recambios y talleres. Y, sin embargo, Toyota y su división regional son en el fondo firmas tecnológicas –la multinacional invierte la friolera de 800.000 dólares por minuto en Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i)–. Además en Kinto, nueva marca lanzada en 2020, se concentra un amplio catálogo de servicios de movilidad que abarca desde el renting personalizado hasta la fórmula del vehículo compartido corporativo , Kinto Share.

Entre los próximos hitos de Toyota Canarias, ya mediocentenaria, está la progresiva incorporación a su oferta de los 30 modelos de vehículos eléctricos que la matriz nipona sacará al mercado de aquí a 2030 bajo su línea BZ –Beyond Zero–. De hecho, el primero de estos modelos aterrizó este mismo año en el Archipiélago. Una serie de automóviles en la que la empresa isleña seguirá aplicando una de sus máximas: la de que cada coche que salga de sus concesionarios se adapte a las particularidades de las Islas. «La configuración de los vehículos responde de forma específica a las necesidades de nuestro mercado», explican. Es decir, de lo global a lo local.

[object Object]

Toyota, con su medio siglo de trayectoria en el Archipiélago, ha protagonizado varios de los hitos del sector de la automoción en las Islas. La primera matriculación de un vehículo híbrido lanzado en 1997 y en 2019 la del primero de hidrógeno en Canarias, con su modelo Mirai –futuro en japonés–. Es más, ya se comercializa la segunda generación de este modelo, que se lanzó en Europa el año pasado. En lo relacionado con el hidrógeno, una de las filiales de la Toyota Motor Corporation ha comenzado a operar en el Viejo Continente con vistas a comercializar la pila de este combustible desarrollada en el gigantesco departamento de I+D+i de una multinacional que, hoy en día, tiene tanto de automovilística como de tecnológica. Una pila con la que la firma nipona se sitúa a la cabeza del desarrollo tecnológico en el campo del hidrógeno. Repite así lo que ya hizo en el despegue del vehículo híbrido, un segmento para el que Toyota ha liberado, es decir, a puesto a libre disposición, alrededor de 24.000 patentes. Una transferencia de conocimiento que el grupo nipón también facilita en el campo del hidrógeno, en el que ha liberado hasta el momento 5.400 patentes. | M. Á. M.

Suscríbete para seguir leyendo