Informe de la OIT

La subida de tipos enriquece a la banca occidental y dispara el paro en los países empobrecidos

Sube el precio del dinero, lo que permite a las entidades bancarias cobrar más por sus créditos y sacar así más beneficios

La subida de tipos enriquece a la banca occidental y dispara el paro en los países empobrecidos.

La subida de tipos enriquece a la banca occidental y dispara el paro en los países empobrecidos.

Gabriel Ubieto

La subida de los tipos de interés que están aplicando de manera generalizada los bancos centrales se está traduciendo, especialmente en las economías occidentales, en más beneficios para la banca. Y, a su vez, está haciendo más pesada la losa de la deuda y disparando el desempleo en los países empobrecidos. Así lo concluye la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su último informe, publicado este miércoles, y que coincide con el diagnóstico efectuado por el G20 hace unos pocos meses. 

Sube el precio del dinero, lo que permite a las entidades bancarias cobrar más por sus créditos y sacar así más beneficios. Como muestra, en España la banca logró el año pasado su mayor beneficio en 15 años tras elevarlo el 34%. Gracias al alza de tipos y las menores provisiones, las entidades españolas obtuvieron 19.430 millones de euros.

Ese alza de tipos permite a las entidades bancarias cobrar más a particulares y también a los estados que tienen contraídos con ellos deudas. Lo que les obliga a destinar cada vez una mayor proporción de sus recursos se va a pagar dicha deuda. "Desde la crisis del 2008 ha habido un cambio de tendencia. Antes los países con menores recursos pedían créditos a países ricos o a organismos internacionales, ahora lo hacen a entidades privadas y, especialmente fondos de inversión privados, como Blackrock", explica Nicola Scherer, investigadora del Observatori del Deute en la Globalització (ODG). 

Por ejemplo, el banco suizo Mozambique debe casi 1.000 millones de dólares en ofertas de bonos y un préstamo sindicado a Credit Suisse, que solicitó para financiar una industria estatal de pesca de atún y para reforzar su seguridad marítima, según recoge la agencia 'swissinfo.ch'. Unos préstamos que, posteriormente, motivaron una sanción de 475 millones de dólares por parte de las autoridades de EEUU y Reino Unido, ya que estas pudieron acreditar que parte de las ganancias de los intereses se desviaron a las cuentas de banqueros de Credit Suisse y funcionarios de Mozambique.

Déficit de empleo

La deuda pública del conjunto de Estados equivale al 96% del PIB mundial, según el último informe del 'Global Debt Monitor', con datos referentes al 2021. Es decir, para pagar las obligaciones de todas las economías debería destinarse prácticamente todo lo producido en la Tierra a lo largo de un año entero. Y, según advierte el 'Southern Debt Report', casi el 60% de los países dentro del Marco de Sostenibilidad de la Deuda (DSF, por sus siglas en inglés) se encuentran ahora en territorio de sobreendeudamiento o tienen un riesgo elevado de experimentarlo actualmente.

El hecho de que muchos estados contraigan dicha deuda en dólares y no en sus monedas nacionales les perjudica, ya que les deja especialmente expuestos a las decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED).

Los Estados tienen menos dinero disponible, ya que tienen que destinar un mayor volumen de recursos a pagar la deuda a otros países u organismos internacionales, y pueden gastar menos en políticas públicas para mejorar la economía. Hasta el punto de que, según cuantifica la OIT en su informe, los estados con alto nivel de endeudamiento tienen déficits de empleo el doble de alta que aquellos países con poca deuda.  

¿Qué es un ‘déficit’ de empleo? Este nuevo concepto dentro de la metodología de la OIT busca agrupar tanto aquellas personas que están formalmente en paro, es decir, no tienen trabajo y están activamente buscándolo, además de los potencialmente ‘ocupables’, pero que no buscan activamente empleo por diferentes motivos. Un ejemplo sería una persona en edad de trabajar pero que tiene que quedarse en casa cuidando a sus hijos.

Según los números del último estudio de la OIT, entre los países en situación de endeudamiento el déficit de empleo o tasa de desocupados supera el 25%, frente a poco más del 10% entre los países con poca deuda. Una brecha que se ha disparado durante la policrisis actual (primero con la pandemia, ahora con la inflación) y que es un torpedo para la empleabilidad para las mujeres, sustancialmente más que para los hombres.

"Las restricciones financieras y fiscales están obstaculizando sus respuestas normativas y empeoran aún más las condiciones del mercado laboral", alertan desde el organismo internacional vinculado a la ONU. Y recientemente el número de esos países altamente endeudados no ha dejado de crecer. Hasta el punto de que duplica, en comparación con los niveles de 2015, y escala hasta el 60% del total de estados mundiales, según datos del FMI.

La OIT reclama mejores pensiones

Todo ello ha obligado a la OIT a revisar sus proyecciones de desempleo para este ejercicio 2023. Mejoran en el caso de las economías occidentales y de altos ingresos, mientras empeoran en el caso de los estados periféricos y con pocos recursos. "No se espera que el desempleo en los países de ingreso bajo, en general, y [especialmente] en África y los Estados Árabes recupere en 2023 los niveles anteriores a la pandemia", apunta el organismo en su informe.

Y es que los estados empobrecidos están viendo como su población en edad de trabajar no para de crecer, mientas sus economías no generan empleos suficientes para absorber ese crecimiento demográfico. Lo que promete alimentar los flujos migratorios de personas que se marchan a Europa o Estados Unidos, entre otros, en busca de un mejor porvenir. 

En este sentido, la OIT aboga por mejorar los sistemas de protección social en los estados de bajos ingresos, especialmente por la vía de garantizar pensiones suficientes a la tercera edad. Y es que los investigadores del organismo destacan que unas mejores pensiones reducen la tasa de fecundidad de las sociedades, ya que ante la perspectiva de una prestación suficiente cuando uno ya no puede trabajar no hace falta tener tantos hijos para que le cuiden.