Una década después

La tasa de empleo de los recién graduados vuelve al nivel previo al gran éxodo juvenil

El estallido de la burbuja inmobiliaria fue un golpe duro para la mayoría, pero especialmente para los 'millenials', una generación que justo estaba asomando la cabeza en el mercado laboral y fue condenada a vagar por el desierto de la Gran Recesión o buscarse fuera las habichuelas

Trabajadores en sus oficinas, 22@.

Trabajadores en sus oficinas, 22@. / MANU MITRU

Gabriel Ubieto

La tasa de empleo entre las personas que recién salen de la universidad o de un grado superior de FP en España es la más alta desde 2008, cuando la caída de Goldman Sachs y el estallido de la burbuja inmobiliaria iniciaron uno de los mayores éxodos juveniles de la historia reciente. Entonces miles de noveles tuvieron que hacer el petate y, siguiendo el camino de la generación de sus abuelos, poner rumbo a AlemaniaReino Unido o Francia, entre otros, para buscarse la vida y las oportunidades que las empresas españolas o la Administración no les brindaban.

De aquella "movilidad exterior", como la bautizó eufemísticamente la entonces ministra de Empleo del PP, Fátima Báñez (hoy en la CEOE), se ha pasado a los récords de empleo actuales, que han disparado la tasa de inserción de los recién egresados hasta el 79,1%, ligeramente por debajo de la media europea y en su mayor nivel en 15 años, según los datos actualizados recientemente por Eurostat. Este indicador recopilado por la oficina estadística europea mide cuántas de las personas que han finalizado sus estudios superiores hace menos de tres años tienen actualmente un empleo.

El estallido de la burbuja inmobiliaria fue un golpe duro para la mayoría, pero especialmente para los 'millenials', una generación que justo estaba asomando la cabeza en el mercado laboral y fue condenada a vagar por el desierto de la Gran Recesión o buscarse fuera las habichuelas. La tasa de recién egresados con empleo fue cayendo hasta un mínimo histórico del 59%, en 2013. La entonces "generación más preparada de la historia" tuvo que marcharse y es que nunca antes tener estudios superiores fue menos sinónimo de tener semi garantizada una salida laboral.

Y, en paralelo, la tasa de paro entre los menores de 34 años -es la franja sobre la que Eurostat mide esa inserción de los recién graduados- fue subiendo. En 2013 se alcanzó el pico de más gente en paro a esa edad, el 35,2%. Acotando un poco más por edades, entre los menores de 25 años el desempleo llegó a escalar hasta el 55,5%. Es decir, había más jóvenes buscando trabajo que trabajando. Hoy entre los menores de 34 años, sean recién graduados o no, el paro es del 16,5% y entre los menores de 25 años, del 27,9%. Cifras muy altas todavía si se comparan con los estándares, pero la mitad que durante la Gran Recesión.

Más ocupados y, por lo general, en condiciones más estables. Tras la última reforma laboral aprobada en 2021, las tasas de temporalidad entre los jóvenes, si bien siguen siendo altas, se han moderado. En 2013, durante el pico de la Gran Recesión, la temporalidad era del 46,5% entre los menores de 30 años; hoy es del 32,2%, según los últimos datos de la encuesta de población activa (EPA) del INE.

Ese cóctel de mayor estabilidad y más empleo entre los noveles explica, entre otros, la actual tendencia a la baja del miedo a perder dicho empleo. Ello, a su vez, tiene efectos sobre el consumo y supone acicate para la economía. Según destaca el Banco de España en un informe publicado a finales de julio, las rentas bajas y los más jóvenes están contribuyendo más intensamente al gasto total, al no ahorrar preventivamente ante el miedo a ser despedidos.

Lejos de Alemania, igual que Francia

España ha ido mejorando su tasa de empleo entre los recién egresados hasta un nivel cercano a la media europea, que en 2022 se situó en el 82,4%, apenas tres puntos por encima de la española. Lejos quedan las tasas de Alemania, que con el 92,2% está, de facto, instalada en el pleno empleo, de modo que el alemán que sale de la carrera y no trabaja es porque no quiere o no le interesa. No en vano, y pese a estar en recesión técnica, Alemania tiene una simbólica tasa de desempleo global del 3%.

Sin embargo, las cifras españolas se parecen más a las de Francia o los países del norte de Europa que no a los del sur, pues Grecia o Italia, por ejemplo, registran tasas de empleo entre recién egresados unos 15 puntos por debajo de la media española y de las más bajas de todo el 'Viejo Continente'.

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