Caos y retrasos de aviones en Canarias: "Ni agua nos dieron"
Decenas de personas se vieron afectadas por el bloqueo de un jet privado en la pista del aeropuerto tinerfeño

La Provincia
Durante unas horas, los principales aeropuertos de Canarias entraron en una vorágine de vuelos desviados y retrasos en las salidas. Un jet privado se quedó en el centro de la pista del Aeropuerto de Tenerife Sur, provocando el cierre de la pista y el desvío de hasta 22 vuelos tanto al Aeropuerto Tenerife Norte como al Aeropuerto de Gran Canaria.
De todos ellos, veinte venían de suelo internacional, mientras que dos llegaban desde territorio nacional. Decenas de personas se vieron afectadas por esta situación, llegando a estar hasta ocho horas dentro del avión. Una tinerfeña salió del Aeropuerto de Londres-Gatwick junto a su familia con destino Tenerife Sur. El vuelo, programado para las 14:15, ya empezaba saliendo con media hora de retraso.
Ya sobre Tenerife, el vuelo cambiaba de trayectoria y comenzaba con una maniobra de espera: "De repente el piloto informó sobre un incidente en el Aeropuerto de Tenerife Sur, que estaba cerrado y que íbamos a Gran Canaria". Tras esta información, y pese a que finalmente terminaron aterrizando en suelo grancanario, la incertidumbre creció en el avión tras el siguiente mensaje del comandante: "A los dos minutos nos dijo que no sabían si finalmente aterrizaríamos en Gran Canaria, Lanzarote o Fuerteventura".

Atasco en el Aeropuerto de Tenerife Sur / Alexis Rojas
Información nula de lo sucedido
La comunicación solo fue en inglés, en ningún momento se dio ninguna instrucción en español para aquellos pasajeros que volvían de la capital británica. Tras aterrizar en Gran Canaria, y tras ser advertidos de que "desde que supieran algo nos informarían", pasaron dos horas en el interior del avión.
En todo ese tiempo, la información de la tripulación fue nula: "Nos íbamos informando entre los pasajeros desde dentro gracias a las redes sociales. La única fuente de información que teníamos era la cuenta de controladores aéreos y El Día". El nerviosismo dentro del avión era palpable, con el ruido de fondo del llanto de un bebé y a la espera de recibir una comunicación que nunca llegó.
Ante esta situación, esta pasajera destaca un dato sobre lo sucedido: "Mientras esperábamos no nos dieron ni agua. Pasaban el carrito por el pasillo para ver si alguien compraba. No salíamos de nuestro asombro". Tras las dos horas de espera y con todos los aviones desviados a Gran Canaria aparcados en la pista, llegó la buena noticia: "La única información que recibimos fue para decirnos que la pista de Tenerife Sur ya estaba despejada y que estábamos en cola para salir".
Al final, entre el retraso en Londres, el cierre de Tenerife Sur y la espera en Gran Canaria, el viaje dentro del avión duró ocho largas horas: "Embarcamos en torno a las 13:40 horas, en Gran Canaria aterrizamos sobre las 19:00 horas y tomamos tierra en Tenerife sobre las 21:40 horas". Una experiencia difícil de olvidar.
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