¿Cómo se actualizan en 2025 las rentas de alquiler? Adiós al IPC, llega el IRAB

La ley de vivienda introduce cambios clave en la actualización de rentas

Anuncios de viviendas en una inmobiliaria.

Anuncios de viviendas en una inmobiliaria. / Tomàs Moyà - Europa Press - Archivo

Las rentas de los alquileres de vivienda en España han dejado de actualizarse con el tradicional Índice de Precios al Consumo (IPC), un cambio que marca un antes y un después en el sector inmobiliario. Este ajuste, introducido por la reciente Ley de Vivienda, establece un nuevo indicador denominado Índice de Referencia de Actualización de Rentas de Alquiler (IRAB).

El principal objetivo de este nuevo índice es evitar las subidas descontroladas en las rentas, especialmente en un contexto económico donde la inflación puede dispararse, encareciendo significativamente los alquileres para los inquilinos. Pero, ¿cómo afecta esto a los arrendatarios y propietarios? ¿Qué contratos están sujetos al IRAB? Analizamos los detalles y las implicaciones de este cambio normativo.

Qué es el IRAB y cómo funciona

El Índice de Referencia de Actualización de Rentas de Alquiler (IRAB) es un mecanismo diseñado para regular el incremento de las rentas de alquiler de forma más controlada que el IPC. Aunque aún no se han especificado en detalle los parámetros exactos para calcular el IRAB, la Ley de Vivienda establece que será un índice independiente y que se mantendrá por debajo del IPC en promedio.

Según los expertos, este nuevo índice busca equilibrar las relaciones entre propietarios e inquilinos, evitando que los alquileres suban a ritmos desproporcionados debido a aumentos en el costo de la vida reflejados por el IPC. Esto es especialmente importante en un momento donde la inflación ha llegado a superar el 8% en algunos periodos recientes, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Aplicación del IRAB: ¿a quién afecta?

El IRAB solo se aplica a los contratos de alquiler firmados a partir del 25 de mayo de 2023, fecha en la que entró en vigor la Ley de Vivienda. Esto significa que los contratos anteriores a esa fecha seguirán actualizándose conforme al IPC o a cualquier otro índice previamente estipulado en las cláusulas del contrato.

Por ejemplo, si un contrato firmado en 2021 establece que las rentas se actualizarán según el IPC, esta condición seguirá vigente hasta que termine el acuerdo o se renegocien las condiciones. Por el contrario, cualquier nuevo contrato firmado desde mayo de 2023 deberá ajustarse al IRAB, conforme lo dictamina la nueva ley.

Ventajas del IRAB para inquilinos

La introducción del IRAB representa un alivio significativo para los inquilinos, especialmente en un contexto donde los alquileres en España han alcanzado niveles históricos. Según el portal inmobiliario Idealista, en 2023 el precio medio del alquiler en ciudades como Madrid y Barcelona superó los 16 euros por metro cuadrado, lo que hace que actualizar las rentas con índices más moderados sea esencial para evitar la expulsión de los inquilinos por falta de asequibilidad.

Este índice moderado también proporciona mayor previsibilidad financiera a los arrendatarios, que ahora podrán planificar sus gastos sin el temor a incrementos abruptos ligados a picos inflacionarios.

Impacto en los propietarios

Por otro lado, los propietarios podrían enfrentar ciertas dificultades debido a este cambio. Algunos grupos de propietarios y asociaciones, como la Confederación de Cámaras de Propiedad Urbana de España, han señalado que limitar el incremento de las rentas podría reducir los incentivos para poner viviendas en alquiler, especialmente en el caso de pequeños arrendadores.

Además, en mercados inmobiliarios altamente demandados, como los de las grandes ciudades, estas limitaciones podrían llevar a un fenómeno de reducción de oferta, agravando aún más la crisis de acceso a la vivienda.

El IPC frente al IRAB: diferencias clave

El IPC, calculado por el INE, mide la variación de los precios de una cesta de bienes y servicios representativa del consumo de los hogares. Durante décadas, este índice se utilizó como base para actualizar las rentas, lo que generaba subidas que podían ser considerablemente altas en periodos inflacionarios.

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Piso, pisos, vivienda, viviendas, casa, casas, alquiler, compra, hipoteca, hipotecas, euribor, construcción, grúa, grúas / EUROPA PRESS - Archivo

En cambio, el IRAB tiene una filosofía diferente: no busca reflejar directamente la inflación general, sino establecer un equilibrio que permita incrementos más razonables y sostenibles. Aunque todavía no se conoce la metodología exacta del IRAB, se prevé que utilice factores relacionados con la renta media disponible y otros indicadores económicos más específicos del mercado de la vivienda.

Contexto internacional: ¿cómo se actualizan los alquileres en otros países?

El caso español no es único en cuanto a la introducción de índices regulados para la actualización de rentas. En países como Francia, existe un sistema similar llamado Índice de Referencia de Alquileres (IRL), que limita las subidas en base a factores controlados. De igual forma, en Alemania, la regulación de las subidas de renta en ciudades con alta demanda, como Berlín, ha sido una prioridad política en los últimos años.

Estudios realizados por el European Network for Housing Research han mostrado que regular los incrementos de renta puede ser efectivo para garantizar la asequibilidad, aunque estas medidas también deben ir acompañadas de políticas que incentiven la construcción de viviendas asequibles para evitar restricciones en la oferta.

Futuro del IRAB: retos y perspectivas

Aunque el IRAB representa un paso importante hacia una mayor estabilidad en el mercado del alquiler, su implementación no está exenta de desafíos. Por un lado, será fundamental garantizar la transparencia en el cálculo y actualización de este índice, algo que requiere de una coordinación eficiente entre las instituciones públicas.

Además, la eficacia del IRAB dependerá de su capacidad para adaptarse a las dinámicas cambiantes del mercado de la vivienda, evitando tanto las subidas desproporcionadas como los desincentivos para los propietarios.

En definitiva, el paso del IPC al IRAB marca un cambio trascendental en la forma en que se regulan las rentas en España. Este nuevo índice promete ser un instrumento clave para garantizar un equilibrio entre la protección de los inquilinos y la sostenibilidad del mercado de alquiler, siempre que se gestione de manera adecuada y se complemente con otras políticas públicas eficaces.

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