Malas noticias para los trabajadores: este es despido del que no te das cuenta y que cada vez utilizan más las empresas

El "despido silencioso" es un concepto cada vez más debatido en el ámbito laboral, pero no se refiere a un despido formal. Este término describe una situación en la que un empleador, de manera deliberada o indirecta, genera condiciones laborales desfavorables para que el trabajador opte por abandonar la empresa por su cuenta. Aunque no se trate de un despido oficial, las consecuencias pueden ser igual de devastadoras para el empleado.

¿En qué consiste?

El despido silencioso no implica una comunicación clara por parte del empleador, sino una serie de acciones o actitudes que buscan dificultar la permanencia del trabajador en su puesto. Esto puede incluir:

1. Reducción de responsabilidades: se priva al empleado de tareas relevantes o se lo aísla de proyectos importantes.
2. Falta de reconocimiento: ignorar logros o contribuciones importantes del trabajador.
3. Deterioro de las condiciones laborales: imponer horarios poco flexibles, cargar de trabajo excesivo o asignar tareas por debajo de sus competencias.
4. Aislamiento social: excluir al empleado de reuniones, actividades o conversaciones clave.
5. Evaluaciones injustas: utilizar críticas desproporcionadas o no reconocer el esfuerzo real del trabajador.

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¿Por qué las empresas recurren al despido silencioso?

El despido silencioso es una táctica que, aunque cuestionable, puede resultar beneficiosa para las empresas desde un punto de vista económico y legal. Al lograr que un empleado tome la decisión de renunciar, la empresa se libra de pagar la indemnización que correspondería en un despido formal.

Además, se evitan posibles conflictos legales que podrían surgir si el despido no se ajusta a los requisitos establecidos por el Estatuto de los Trabajadores o no está respaldado por una causa justificada. De esta forma, el despido silencioso se convierte en una vía menos arriesgada para las empresas, al minimizar costos y evitar enfrentamientos legales que podrían derivar en la declaración de un despido como improcedente o incluso nulo.

Tipos de indemnizaciones por despidos

Despido improcedente

Se da cuando no existen causas justificadas para la terminación del contrato, o cuando la empresa no cumple con los requisitos legales.

• Indemnización: 33 días de salario por cada año trabajado (después de 2012). Los años anteriores a esta fecha se calculan con 45 días por año trabajado, con un límite de 24 mensualidades.

Despido procedente

Es aquel justificado por causas objetivas, como razones económicas, técnicas, organizativas o de producción.

• Indemnización: 20 días de salario por cada año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades.

Despido disciplinario

Ocurre cuando el trabajador incumple gravemente sus obligaciones (absentismo, faltas graves, etc.).

• Indemnización: En este caso, no corresponde indemnización, siempre y cuando se demuestre la causa.

Despido colectivo (ERE)

Este tipo de despido afecta a varios trabajadores en una empresa y generalmente responde a causas económicas, técnicas, organizativas o de fuerza mayor.

• Indemnización: Similar al despido objetivo, 20 días por año trabajado con el mismo límite.