Comercio exterior

Donald Trump pone en riesgo 100.644 toneladas en importaciones canarias de Estados Unidos

El Archipiélago compra mercancías e insumos a EEUU por más de 200 millones de euros al año, sobre todo productos industriales y tecnológicos

Contenedores de mercancías en una terminal portuaria.

Contenedores de mercancías en una terminal portuaria. / Europa Press

Santa Cruz de Tenerife

La guerra arancelaria entre los Estados Unidos y la Unión Europea, desencadenada y alimentada por Donald Trump, no pasa de largo por Canarias. Ni mucho menos. Es verdad que ni España en general ni las Islas en particular serán los mercados más castigados –en principio– por esta nueva batalla comercial, pero esto no significa que no vayan a sufrir las consecuencias. No en vano están en el alero las más de 100.000 toneladas de mercancías –en 2024 fueron exactamente 100.644– que las empresas del Archipiélago importan cada año de EEUU. Son el 4,3% de todos los productos e insumos que la región compra en el extranjero. Cuanto más se recrudezca la guerra arancelaria, más se encarecerán esas miles y miles de toneladas de mercancías made in USA que llegan a la Comunidad Autónoma. Más necesidad habrá, en definitiva, de buscar mercados alternativos. Y no es que Canarias se traiga de EEUU uno, dos o tres productos, sino que se trae de todo, o casi: material farmacéutico, barcos, frutas en conserva, manufacturas de plástico, papel, cartón, muebles, lámparas y, sobre todo, maquinaria y aparatos mecánicos. Van a subir de precio desde los míticos vaqueros Levi’s hasta las no menos míticas motocicletas Harley-Davidson, que, por cierto, tienen en las Islas una de las comunidades de fieles más numerosas del país.

La UE restablecerá el 1 de abril las medidas comerciales con que ya respondió a la primera Administración Trump entre 2018 y 2020. Como entonces, el presidente norteamericano ha resuelto imponer aranceles a las importaciones de acero, aluminio y derivados procedentes de la UE. Las empresas de EEUU que compren esos insumos y productos tendrán que pagar hasta un 25% más en concepto de arancel –el impuesto que se abona en la aduana para que las mercancías puedan cruzar la frontera–, una subida extraordinaria que obliga a los importadores norteamericanos a adquirir esos bienes e insumos dentro de los Estados Unidos. Con el consecuente perjuicio, claro, para los vendedores-exportadores europeos. Esta es la primera arista de la guerra arancelaria, pero apenas afecta al Archipiélago.

La batalla comercial declarada por Trump irrumpe con el país norteamericano entre los principales mercados de abastos de las Islas

No afecta, en primer lugar, porque Canarias no es una región netamente exportadora –vive en permanente déficit comercial, esto es, importa más de lo que exporta–, y no afecta, sobre todo, porque los envíos a EEUU son casi testimoniales. De acuerdo con la información suministrada por ICEX España Exportación e Inversiones, las empresas isleñas apenas facturaron 33,6 millones de euros en 2024 por ventas en los Estados Unidos. Una cuantía que tan solo representa el 1,28% de los 2.626,3 millones a los que ascendió el año pasado el total de las exportaciones del Archipiélago. Es cierto que hay alguna que otra firma canaria, por ejemplo, alguna bodega, que se resentirá por esta batalla comercial –máxime si EEUU llegase a aplicar ese arancel del 200% a la importación de vino con el que viene amenazando–, pero no es menos cierto que, en conjunto, el impacto de la guerra arancelaria en el modesto tejido exportador de la Comunidad Autónoma es menor. El problema está en las importaciones.

Porque si Trump torpedea el negocio de los exportadores europeos, la UE hará lo propio con los estadounidenses. A partir del próximo día 1, las empresas de Estados miembros que importen determinadas mercancías de EEUU –motos Harley-Davidson, ropa de Levi’s, bourbon, productos agrícolas, medicamentos...– también tendrán que soportar mayores aranceles. Y no solo eso, sino que a mediados de abril entrarán en vigor nuevos gravámenes a las importaciones de otra larga lista de mercancías made in USA que la Comisión Europea está discutiendo en estos momentos –la consulta pública finalizará el 26 de marzo, en unos pocos días–. En términos gruesos podría decirse que todo producto yanqui se va a encarecer, y resulta que Canarias –cabe insistir– se trae prácticamente de todo de EEUU.

Hasta 202,52 millones de euros pagaron el año pasado las empresas isleñas por esas más de 100.000 toneladas compradas a exportadores de EEUU, que se ha convertido así en uno de los principales mercados de abastos del Archipiélago –el séptimo, solo superado por Francia, Holanda, Alemania, Italia, Brasil y China–. Más de 200 millones en importaciones de máquinas y aparatos mecánicos como calderas, condensadores, turbinas o reactores, un total de 62,3 millones; de combustibles y aceites minerales, 45,3 millones; de aparatos ópticos como cámaras, lentes, binoculares o microscopios, 28,1 millones; de papel y cartón, 14,3; de aeronaves y sus componentes, 14,2; de frutas y frutos secos, 5,6; de otros productos para la industria química, 4,2 millones; de barcos, 1,2; o de productos farmacéuticos, 1,1 millones.

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