Se despide para siempre la marca de ropa más icónica de España: cierran más de 400 tiendas

Hasta la fecha, 180 establecimientos ya han cerrado en lo que va de año

Tienda de United Colors of Benetton en el centro de Barcelona.

Tienda de United Colors of Benetton en el centro de Barcelona. / Joan Puig

Benetton, una de las marcas de moda más reconocidas a nivel global, ha anunciado el cierre de más de 400 tiendas físicas en todo el mundo antes de que finalice 2025. La medida forma parte de un proceso de reestructuración profunda que busca frenar la caída de la compañía, afectada por años de gestión irregular, cambios en los hábitos de consumo y una competencia feroz en el sector.

El anuncio ha sorprendido tanto a los consumidores como a la industria. La marca, que alcanzó gran notoriedad en los años 80 y 90 gracias a sus campañas publicitarias provocadoras y su apuesta por la diversidad, atraviesa ahora uno de sus momentos más críticos. El propio fundador de la firma, Luciano Benetton, confirmó recientemente su renuncia y denunció un agujero financiero de 100 millones de euros, acusando directamente a su equipo directivo de ocultar la verdadera situación económica del grupo.

Fundada en 1965 en la ciudad italiana de Treviso, Benetton logró posicionarse como un referente global de la moda accesible. Bajo el lema United Colors of Benetton, la empresa apostó por un discurso visual disruptivo, combinando moda con mensajes sociales y políticos. Su presencia se extendió rápidamente a decenas de países, con miles de tiendas repartidas por Europa, América y Asia.

Sin embargo, el modelo que la hizo fuerte terminó volviéndose en su contra. El auge del fast fashion, liderado por grupos como Inditext (Zara) o H&M, supuso un golpe para firmas como Benetton, que no lograron adaptarse al nuevo ritmo de producción ni a las exigencias de un consumidor cada vez más volátil. A pesar de sus esfuerzos por mantener una identidad propia basada en valores como la sostenibilidad y la inclusión, la compañía fue perdiendo relevancia comercial.

Los problemas internos se intensificaron con el paso de los años. En 2012, la empresa abandonó la Bolsa de Milán y quedó bajo el control exclusivo de la familia Benetton a través del holding Edizione. Aunque se intentaron varias reformas, incluidos cambios en la dirección y nuevas líneas de producto, los resultados no mejoraron.

En 2018, Luciano Benetton regresó temporalmente al frente del grupo con el objetivo de recuperar la esencia de la marca. No obstante, cinco años después, su diagnóstico ha sido devastador. En declaraciones al diario italiano Corriere della Sera, denunció que la información financiera que recibía estaba “maquillada” y acusó una “traición” por parte de la cúpula directiva. Su salida definitiva marca el final simbólico de una etapa.

Hasta la fecha, 180 establecimientos ya han cerrado en lo que va de año. Según fuentes internas, el ajuste continuará en los próximos meses e incluirá despidos masivos. Solo en España, 169 empleados se verán afectados por la clausura de tiendas.

El caso Benetton pone de relieve las dificultades que enfrentan las marcas tradicionales para mantenerse competitivas en un mercado dominado por la inmediatez, los precios bajos y el consumo digital. Aunque algunas firmas históricas han logrado reinventarse tras procesos similares —como Levi’s o Lacoste—, el futuro de Benetton permanece incierto.

Por ahora, la empresa no ha confirmado si mantendrá presencia online o si apostará por un rediseño completo de su modelo de negocio. Lo que sí es claro es que, con la desaparición progresiva de sus tiendas físicas, se cierra una página importante en la historia reciente de la moda internacional.

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