Baleares ‘copia’ a Canarias y quiere abrir sus hoteles durante todo el año
El Gobierno balear plantea incentivos para que las empresas estabilicen las plantillas, pero el clima y la falta de demanda impiden replicar el modelo canario

Turistas disfrutan en invierno de una terraza en la zona de Meloneras, Gran Canaria. / Yaiza Socorro
Baleares estudia acabar con la estacionalidad del turismo. Una vez pasa el verano —su gran temporada alta— el sector baja la persiana hasta el próximo año, lo que obliga a muchos negocios a encorsetarse en un periodo determinado e impide dar continuidad a miles de contratos laborales. El Gobierno balear quiere cambiar este esquema y se plantea un modelo turístico más estable a lo largo de los doce meses, una estrategia que recuerda al camino recorrido por Canarias, uno de los pocos destinos europeos que mantiene su planta hotelera abierta todo el año.
El Ejecutivo balear está estudiando incentivos para impulsar la apertura hotelera en temporada baja, una medida que, de materializarse, supondría un giro relevante en su modelo turístico. Hoy por hoy, buena parte de la oferta de alojamiento en ese archipiélago cierra durante el invierno por falta de demanda, lo que impacta directamente en la estabilidad laboral y en la actividad económica de sectores vinculados al turismo.
El espejo en el que Baleares se mira es claro: Canarias. El Archipiélago atlántico ha logrado reducir la estacionalidad al mínimo gracias a un clima estable que atrae visitantes los doce meses del año, especialmente del mercado centroeuropeo. Sin embargo, replicar este modelo no es sencillo. «Para eso Baleares tendría que ser un destino superatractivo en invierno, y no lo es por su clima», advierte José María Mañaricua, presidente de la Federación de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT).
A su juicio, por mucho que se impulsen incentivos, «las empresas abren en función de la demanda, y en invierno Baleares no ofrece el mismo atractivo que Canarias, donde el clima templado permite mantener operativa toda la planta hotelera».
El empresario recuerda, además, que la competencia es recíproca pero desigual según la estación. «Para ellos es difícil competir con nosotros en invierno, igual que para nosotros lo es competir con ellos en verano. Baleares, en seis meses, hace casi el mismo número de turistas que Canarias en doce, pero no puede sostener esa actividad todo el año sin demanda suficiente», insiste.
La diferencia clave es el clima. Mientras Canarias presume de temperaturas suaves incluso en enero, Baleares afronta inviernos fríos que dificultan atraer al visitante tradicional de sol y playa. Ni siquiera el cambio climático altera sustancialmente esa realidad.
Esto no significa, sin embargo, que Baleares no pueda ampliar progresivamente su temporada turística. Así lo ve Jorge Marichal, presidente de la patronal turística de Santa Cruz de Tenerife (Ashotel) y de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat). «No se trata de trabajar 365 días al año como en Canarias, pero sí de extender la temporada. Antes se abría en junio y ahora puede ampliarse a después de Semana Santa. Hay clientes que no buscan solo clima, también cultura, gastronomía o deporte», explica.
Este enfoque más diversificado podría permitir a Baleares minimizar el cierre masivo de hoteles durante los meses fríos, aunque sin alcanzar la estabilidad plena que ofrece un destino de invierno consolidado como Canarias.
El debate no se limita a la meteorología. Tanto Mañaricua como Marichal coinciden en que la clave está en la propuesta de valor. Si Baleares logra atraer a un perfil de turista menos dependiente del sol y playa, podría recortar su estacionalidad sin pretender igualar los niveles de Canarias. «Hay clientes para todo. El mismo viajero que busca playa en invierno puede optar en otro momento por escapadas urbanas o de naturaleza. La cuestión es adaptarse a esa demanda cambiante», sostiene Marichal.
La desestacionalización no es solo una cuestión turística: tiene un fuerte componente económico y laboral. Una mayor continuidad en la actividad permitiría estabilizar plantillas, reducir la temporalidad y diversificar ingresos. No obstante, el sector advierte que sin demanda real, las inversiones no se sostendrán. «El político puede decir misa, pero si el empresario no ve números, no abre», resume Mañaricua.
Una temporada alta de estabilización en las cifras
Canarias ha dejado atrás los años de crecimiento vertiginoso y afronta una etapa de estabilización en su actividad turística. El presidente de Ashotel y de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), Jorge Marichal, considera que el sector «se está estabilizando por la parte alta», con cifras similares a las de 2019, antes de la pandemia. Lejos de verlo como una señal de freno, el dirigente lo interpreta como un signo de equilibrio. «No podíamos seguir creciendo al ritmo que lo estábamos haciendo», señala. A su juicio, el reto ahora no es atraer más visitantes, sino mantener la calidad, la rentabilidad y la sostenibilidad del destino. Marichal subraya que consolidar esta estabilidad «es una buena noticia para el sector», ya que permite planificar con más certeza y reforzar la posición de Canarias como destino turístico maduro y competitivo. Sin embargo, por ahora esta estabilización no se refleja en los datos de verano. Según la última Estadística de Movimientos Turísticos en Fronteras (Frontur), agosto -mes tradicionalmente más moderado en llegadas- cerró batiendo todos los récords posibles. En el octavo mes del año llegaron a Canarias 1.235.935 turistas extranjeros, la cifra más alta registrada en ese mes en toda la serie histórica, lo que supone un incremento del 6% respecto a 2024.
Suscríbete para seguir leyendo
- La concejala Inmaculada Medina dimite tras su imputación en el caso Valka
- Ni Alsacia ni Budapest: el mercadillo navideño más bonito está en Las Palmas de Gran Canaria
- El Sueldazo de la ONCE deja 1,5 millones en Gran Canaria
- Aemet prevé más nubosidad y lluvias en el norte de Canarias mientras la borrasca Claudia se aleja del país
- Raúl Lizoain acude al confesionario: 'La UD Las Palmas me llamó para volver, pero no cuajó; soy muy feliz en Albacete
- La quinta despedida de Viera de la UD Las Palmas es la definitiva: empresario, entrenador y subir al Arucas
- Inmaculada Medina, sobre su dimisión: 'Es lo que debemos hacer los responsables públicos en situaciones como esta
- La tasa de basuras de Las Palmas de Gran Canaria acaba en los juzgados