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El sector de las flores se prepara para facturar tres millones en una semana

Las floristerías de las Islas se afanan para cumplir con la alta demanda de hasta siete millones de flores para el tradicional Día de Todos los Santos

Una mujer arregla un ramo de flores en una tumba.

Una mujer arregla un ramo de flores en una tumba. / José Carlos Guerra

Irene Mederos

Irene Mederos

Las Palmas de Gran Canaria

Furgones diarios suministran a las floristerías en los cementerios de Canarias en la semana previa al Día de Todos los Santos. Las tiendas deben recargarse rutinariamente ante la gran cantidad de pedidos de estos días. Las joyas de la corona son los crisantemos y los anturios, coloridas y especiales para una fecha en la que la gente no duda en invertir en los mejores ramos para depositarlos en los cementerios en los que se encuentran sus seres queridos ya difuntos. La costumbre supone entre el 15 y el 20% del total de ventas anuales del negocio y la alta demanda durante estas fechas se traduce cada año en el encarecimiento de los precios. Además, la merma de la cosecha por factores climáticos, la escasez de agua para el cultivo y el aumento de las importaciones son algunos de los factores por los que los ramos de flores cuestan más estos días.

El mercado de las flores dejó el año pasado en Canarias unos 20 millones de euros en facturación, 1.200 empleos directos –repartidos entre las 120 explotaciones que componen este sector en las Islas– y otros 200 de manera indirecta. Por lo tanto, la previsión de cumplir con un 15% de estas ventas deja un total de tres millones de euros en facturación en tan solo una semana. En cantidad de flores se traduce en unas 35 millones de unidades durante todo el año y siete millones de estas, tan solo en la semana previa al Día de Todos los Santos. Antonio López, director gerente de la Asociación de Cosecheros y Exportadores de Flores y Plantas Vivas de Canarias (Asocan), valora como positivas las previsiones para este año y advierte: «Lo complicado del sector no es mantenerse, sino crecer».

Cultivo en las Islas

Las Islas destinan unas 450 hectáreas al cultivo de plantas ornamentales. Hace menos de una década esta superficie alcanzaba cerca de 750 hectáreas, pero en la actualidad se mantiene estable, sin variaciones significativas. Esta reducción no se debe a una baja en el consumo; de hecho, la demanda de flores sigue siendo alta, tanto que es necesario recurrir a la importación para satisfacerla, en especial en fechas señaladas como el Día de Todos los Santos, el Día de la Madre, el Día del Padre y el Día de los Enamorados o San Valentín.

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Vladimir Martín, trabaja en la floristería Los Baldíos, al lado del cementerio de San Luis en La Laguna, y desde el lunes ya no atiende más encargos para el 31 de octubre. Las listas de reserva están llenas y «nos haría falta más mano de obra para completar todos los pedidos que nos llegan», explica. Martín nota el aumento de precios durante estos días –que estima en torno a un 10% más alto–, pero reconoce que no frena las ventas: «Es una tradición que se sigue manteniendo con fuerza».

Las buenas temperaturas del Archipiélago acompañan la cosecha de flores, que se preparan desde agosto para cubrir la demanda de octubre. Este factor destaca entre los puntos favorables del cultivo canario frente al que se importa de países extranjeros: alrededor de 15 millones de unidades. El clima estable favorece el desarrollo de una gran variedad de plantas ornamentales durante todo el año, lo que permite competir con otros países europeos en los que el termómetro marca temperaturas demasiado frías que impiden la germinación en determinadas épocas del año.

Importaciones

No obstante, la competencia extranjera –sobre todo desde países africanos y sudamericanos– ha marcado la evolución del sector. López habla de que la subida de precios durante fechas señaladas se debe en especial a esta parte del mercado, ya que «las empresas locales tienen a sus clientes fijos y suelen mantener sus costes durante todo el año».

López destaca también la sensibilidad del sector frente a las dinámicas del mercado internacional. Entre 2005 y 2010, el sector experimentó una notable reducción cuando muchas empresas extranjeras establecidas en las Islas optaron por trasladar su producción a otros centros más económicos, principalmente en África y Sudamérica, los principales competidores del Archipiélago. Así, la mano de obra más barata es uno de los factores por los que se comercializan plantas ornamentales de países foráneos en Canarias. En torno a 15 millones de unidades de flores, con una facturación de entre 6 y 7 millones de euros, provienen de otros países. Su precio se encarece además por el coste del transporte y tiene unos márgenes más elevados, pero cubren una necesidad de la población que no se puede reemplazar solo con las flores que se plantan en Canarias.

El presidente de Asocan insta a proteger el comercio local. «Cuando se compra producción de las Islas, se está apostando por la economía y el empleo del Archipiélago», asegura. Como ocurre en la mayoría de actividades del sector primario, preocupa el relevo generacional, pues la edad media de quienes se dedican a este oficio ya ronda los 57 años. Por ello, López considera inevitable que en una década se registre una escasez de mano de obra. «Tal y como está el sector, es una certeza que faltarán manos para trabajar», advierte. Además, señala el exceso de regulación como uno de los principales obstáculos: «Ya no basta con dedicarse a la agricultura; ahora hay que ser abogado, economista o incluso gestor de residuos», apunta.

15%

  • El mercado de las flores realiza entre el 15 y el 20% de sus ventas anuales en estas fechas.

1.200

  • La venta de flores en Canarias factura unos 20 millones de euros al año, y genera unos 1.200 puestos de trabajo directos.

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