Una de las consecuencias directas de la pandemia ha sido el auge experimentado por el ecommerce. Según el CIS, el 23% de los españoles ha aumentado las compras online durante 2020, mientras que un informe de la consultora Kantar asegura que, en España, las compras online han más que duplicado su cuota respecto al año anterior. 

En este sentido, el boom del ecommerce ha traído consigo otro interrogante: qué ocurre con los datos que cedemos al realizar compras online. Para que esta pregunta obtenga una respuesta positiva nació Robin Rover, una start-up que monetiza esos datos y te paga por ellos. "Somos una plataforma de datos de compra donde cualquier persona puede ganar dinero por la información que hoy regalamos. Hemos llegado para hacer posible una distribución equitativa de los beneficios que generan nuestra información", explican desde Robin.

En cuanto a su modelo, los usuarios han de descargarse la app y darse de alta introduciendo su edad, sexo y código postal. Después, han de compartir con Robin los tickets que se generan en sus compras online. De este modo, en función del pedido la plataforma asigna una cantidad de 'robins' que se pueden canjear por dinero pasado un tiempo. "No pagamos de forma directa, tienes que llegar a 20 euros, que son el resultado directo de lo que tú has ido acumulando en forma de 'robins' dentro de la plataforma", cuenta uno de los fundadores y COO, Oscar Luengo.

Una vez los datos están en la plataforma, desde Robin se encargan de anonimizar y categorizar la información para dejarlos a disposición de las empresas que quieran solicitarlos. "Nuestra aplicación beneficia tanto a empresas como a consumidores", asegura Luengo para después añadir que "nosotros no vendemos el contacto del usuario, sino que lo que vendemos es el acceso a una información. (...) Esto es muy importante para mantener el anonimato del usuario y para gestionar la comunicación entre cliente y empresa. Las empresas lo que quieren es entender una tendencia o lanzar una serie de preguntas a un público objetivo y nosotros te ayudamos a entender quién se adapta mejor a esos criterios", matiza.

Respetar la privacidad de los datos

Según aseguran desde Robin uno de sus pilares fundamentales reside en mantener la privacidad de sus usuarios. De modo que, toda la información que la plataforma cede a los clientes es anónima. Así, resulta imposible para las empresas conocer a la persona que está detrás. "Tratamos a los usuarios como un perfil, no como un individuo", asegura Luengo.

Por otro lado, el fundador reconoce que existen algunos escollos con los que se puede tropezar Robin es un futuro. El principal es la decisión que están tomando algunas grandes compañías como Amazon de dejar de enviar el ticket digital al correo del cliente tras la compra. "Al no enviarte la información del artículo a tu correo, esto nos provoca que en vez de reenviar el correo a Robin, tienes que descargarte el archivo PDF en su apps que es un proceso más pesado para el usuario", explica y asegura que a partir de ese momento habrán usuarios que les de pereza y abandonen el proceso y otros que sean más conscientes del ahorro y dar un par de pasos más les merezca la pena.

No obstante, en Robin quieren que su proyecto vaya más allá de la simple monetización de los datos. Por ello, sus planes de futuro pasan por transformar a Robin es una red social basada en el producto donde los usuarios puedan conectar de forma natural con sus marcas favoritas, intercambiar opiniones con otros usuarios y acceder así a promociones con los que poder ahorrar de forma real. "Nosotros vamos a permitir a nuestros usuarios recomendar lo que realmente compran y con esto queremos crear pequeños nichos donde esas compras verificadas estén organizadas de una forma segura y preguntar a esa persona que ha comprado ese producto qué opina", comenta Luengo.