El sector financiero está llevando a mínimos el interés al que remunera los depósitos a tipo fijo de las familias, de manera que se hace imposible encontrar en ellos un refugio a la escalada de la inflación actual. Debido a ello, los depositantes cada vez apuestan menos por este tipo de inversión, como se ha visto en los datos de la última década. Solo en el año 2021, redujeron su captación en un 27% hasta los 78.300 millones de euros, según datos del Banco de España. Esto supuso un mínimo histórico, después del pico máximo que se dio en el año 2013, con 415.470 millones. Actualmente, la cifra ya ha caído hasta los 73.900 millones, según los últimos datos.
Concretamente, los intereses medios de los plazos fijos son del 0,01% hasta un año, del 0,22% entre uno y dos años y del 0,04% en los que se mantienen más de dos años. Estos son "incapaces" de proteger el capital del aumento de los precios, que subieron en marzo el 9,8%, explica Olivia Feldman, portavoz de HelpMyCash. Es decir, aunque se invierta en ellos, se sigue perdiendo dinero por el aumento general de los costes de la vida.
Los bajos intereses se deben, en parte, a la política monetaria ultra laxa del Banco Central Europeo (BCE), que hace que los bancos "ya no necesiten de los depósitos de sus clientes para obtener liquidez", según explica Antonio Gallardo, experto de Banqmi, el comparador financiero de iAhorro. La situación ya empezó en 2012, cuando los bancos solucionaron su necesidad de captar mucho dinero por la crisis financiera. Además, desde 2018 las rentabilidades normales oscilan entre el 0% y el 0,1%.
"Todo lo que no tiene riesgo está en pérdida. Incluso muchos productos de riesgo no son capaces de batir la inflación", sostiene el experto de Banqmi. "Para empezar a ver productos interesantes, la inflación tendría que estar como mínimo por debajo del 5%", concreta Gallardo.
Cabe mencionar que el sector financiero europeo arrastra desde siete años atrás una facilidad de depósito negativa, que se redujo hasta el -0,5% a finales de 2019, y que los analistas no se esperan que se modifique en un tiempo. La facilidad de depósito determina el interés que reciben las entidades de crédito por tener aparcado el dinero en el banco central, pero una vez que está bajo cero les sale a pagar por el exceso de liquidez depositada. "Mientras ese tipo no se mueva no va a haber estímulo por parte de los bancos para variar la remuneración de los depósitos", según Enrique Lluva, director de renta fija de Imantia.