Las Navidades suponen una oportunidad idónea para enseñar a los niños y las niñas el valor de los regalos. Pero este objetivo se complica bastante cuando reciben tantos obsequios navideños que acaban con “empacho de juguetes” (y realmente al final solo le hacen caso a uno o dos de ellos a lo sumo). Entonces, ¿cuál es la cifra adecuada de regalos que debemos pedir a los Reyes Magos para nuestros niños? ¿ Y cómo podemos enseñarles el valor de las cosas que tienen?

La regla de los cuatro regalos de Navidad

Una de las herramientas con las que podemos empezar es con la regla de los cuatro regalos de navidad. Es decir, que nuestros hijos reciban cuatro obsequios siguiendo cuatro normas:

1.    Algo que sirva para llevar (por ejemplo ropa, zapatos o complementos).

2.    Algo que ellos deseen.

3.    Algo para leer.

4.    Y algo que les haga falta de verdad.

Sabemos que esta regla a veces es un poco complicada de aplicar, porque tíos, abuelos y demás familiares también contribuyen con sus deseos a los Reyes Magos a la larga lista de regalos que nuestros niños acaban recibiendo. Pero podemos intentar cuadrar esta lista para que el árbol de Navidad no acabe estando repleto de juguetes que es muy probable que al final ni siquiera usen.

El exceso de regalos puede llevar a los niños y niñas a no valorar lo que tienen Unsplash

Esta regla se basa en la premisa de que cada vez los niños y niñas reciben una cantidad más grande de regalos en Navidad, lo que les hace no valorarlos de la misma manera y acabar preocupándose más por la cantidad que por el regalo en sí. Además, si lo pensamos bien, los niños son capaces de divertirse con las cajas en las que vienen envueltos los juguetes, que de repente se convierten en fuertes mágicos para protegerse, o en maravillosos lienzos sobre los que descargar su imaginación. Pero en cambio les estamos apabullando a base de regalos que muchas veces ni piden, en un intento de mantener viva su ilusión navideña y su inocencia infantil. Algo totalmente comprensible, ¿pero hacerles más y más regalos es la mejor vía para conseguirlo?

La carta a los Reyes Magos: un momento idóneo para educar

La educadora y socióloga Alba Castellví propone algunos consejos para hacer de la escritura de la carta a los Reyes, convertida en puro trámite de consumismo, en una oportunidad para educar:

  • La primera, como siempre, es predicar con el ejemplo. Si queremos unas cartas más honestas, que no sean una mera apuesta por el consumismo, empecemos nosotros. Podríamos redactar una carta en la que hagamos balance del año, de nuestros progresos, de las cosas importantes, y les pidamos cosas inmateriales.
  • Hablar con el niño o niña sobre los regalos que se pide, para evitar que se vean demasiado influidos por la publicidad o las ideas de los amigos. Alba incluso propone que en la carta a los Reyes Magos pidamos a nuestros hijos que expliquen cómo van a usar ese regalo que piden y con quiénSeguro que reflexionando sobre eso descartan juguetes.
  • Ser más concreto con los balances o las propósitos de mejora. “Aprovechar el momento de escribir la carta para reflexionar sobre el último año: huir de la fórmula genérica “Este año me he portado muy bien” para concretar qué cosas han ido bien. Por ejemplo: “Este año me he esforzado con la música aunque no tenía muchas ganas, he procurado no olvidar poner la mesa ningún día…”. De esta manera el niño ve qué cosas valiosas ha hecho en el último periodo y puede sentirse satisfecho”, dice Alba. Con los propósitos, “en vez de escribir “Este año me portaré bien”, es mejor concretar cómo. Por ejemplo: “Tengo intención de hacer todo lo posible para ayudar en casa y de ayudar a mi hermana a vestirse.”

Cómo enseñar el valor de los regalos de Navidad

Además de la regla de los cuatro regalos y de aprovechar el momento de escribir la carta a los Reyes, hay otras cosas que podemos llevar a cabo en familia para enseñar a los niños y niñas el valor de los regalos:

  • Hacemos hincapié en la importancia del ejemplo que les demos ya que, al fin y al cabo, nuestros hijos aprenden de lo que ven que hacemos, y no de lo que les decimos que tienen que hacer. Si durante el año nos ven comprar de forma compulsiva o darle mucho valor a lo material, ¿cómo esperamos que actúen ellos?
  • Implicándonos en causas sociales: durante la Navidad se organizan muchas campañas solidarias en las que podemos aportar nuestro granito de arena y concienciar a nuestros hijos de las diferentes realidades que existen. Como nos animaba la periodista y escritora Melisa Tuya en esta ponencia, seamos "gente con causa, buscad una causa, porque hay millones de causas en este mundo que necesitan que nos involucremos en ellas, hasta donde lleguemos, porque para que este mundo vaya mejor hace falta que muchas personas hagamos pequeñas cositas en nuestro día a día”.
  • Preparar regalos en familia: podemos organizar juntos una tarde de actividades en la que hagamos manualidades o regalos caseros para familiares y amigos. O también podemos, siguiendo la línea del consejo anterior, hacer una recolecta de juguetes que ya no usen para regalar a otros niños y niñas que no tengan las mismas oportunidades. Es importante que no les demos regalos rotos o en mal estado, todos los niños merecen la ilusión de abrir el paquete y encontrar un juguete con el que poder jugar en condiciones.