Hoy en día hay evidencias científicas que sugieren que el aprendizaje, la atención y la memoria están profundamente influidos por las emociones. Si estamos bloqueados emocionalmente, por el motivo que sea, es muy difícil aprender. En cambio, si algo nos apasiona, el aprendizaje fluye sin que nos demos cuenta.

Vivimos en un mundo muy exigente que va a un ritmo vertiginoso. Sobre todo en las grandes ciudades, la vida pasa a una velocidad endiablada. ¿Quién no ha sentido alguna vez la necesidad inmediata de respirar y relajarse durante unos minutos? Tenemos la creencia de que los niños son mucho más resistentes que nosotros a la presión y a los cambios, tanto física como psicológicamente, pero ¿de verdad pensamos que no les afecta nuestro estrés y nuestras descargas emocionales?

¿Cómo empezar con el mindfulness para niños?

Dado que los niños y niñas también sienten y padecen, no podemos pasar por alto su estado emocional, más en un momento como el que estamos viviendo en que la incertidumbre y el cambio han sido grandes protagonistas de nuestro día a día, y por supuesto del de nuestros hijos. Si a todo esto le sumamos que vivimos en un mundo sobreestimulado por las nuevas tecnologías, parece que conseguir la atención plena y momentos de relax es todo un reto.

Hay muchos recursos con los que podemos introducir a nuestros hijos (y a nosotros mismos también) en el arte del mindfulness, como por ejemplo podcasts, vídeo tutoriales o libros. Una de nuestras recomendaciones es el libro "Tranquilos y atentos como una rana", editado por Kairós. Su autora, Eline Snel, es una terapeuta holandesa que ha desarrollado un método de meditación específico para niños y ha fundado la Academia Holandesa para la Enseñanza de la Atención plena. Imparte cursos a profesores, psicólogos, padres y niños. Las ventajas de su método son tales que el Ministerio de Educación de Holanda ha decidido ofrecer a todos los maestros que lo deseen formación en “atención plena” o “mindfulness”.

En un mundo sobreestimulado, conseguir la atención plena y momentos de relax se ha convertido en todo un reto

Se trata de un libro para principiantes que incluye un CD con meditaciones guiadas para niños con sus padres. Es como un libro de instrucciones. Muy sencillo. No hay que saber nada de meditación para empezar a practicar, porque se trata precisamente de eso, de no hacer nada. Solo respirar y oxigenar nuestro cerebro. Estar atentos a lo que está pasando en el momento presente. Sin juzgarlo.

Los beneficios del mindfulness en niños y niñas

El mindfulness para niños responde a la gran necesidad existente para encontrar un poco de tranquilidad, tanto física como mental, entre tantas horas de colegio, actividades extraescolares, deberes, celebraciones… ¡Demasiadas cosas! Eline Snel recomienda practicar meditación 10 minutos al día para notar sus beneficios, que asegura son muchos. Según afirma, después de su entrenamiento en los colegios, los profesores apreciaban más tranquilidad y concentración en las clases, mientras que los niños se mostraban más seguros de sí mismos y controlaban mejor sus impulsos.

El mindfulness incrementa la concentración y la tranquilidad en los niños Pexels

Hasta hace poco, la meditación para niños era un campo prácticamente inexplorado, pero ahora se sabe que para que un método de meditación sea útil no tiene que ser necesariamente complicado. Las técnicas de relajación basadas en la meditación se están aplicando en el campo de la educación con excelentes resultados. En colegios de Nueva York, después de los atentados del 11 de septiembre, se puso en marcha un programa denominado “Inner Resilience Program” (Programa de Resiliencia Interior) que incluyó ejercicios de relajación y yoga para niños y profesores. Los resultados fueron tan estupendos que el programa se ha extendido a otros distritos.

¡Ahora es vuestro turno! ¿Os animáis a empezar con el mindfulness?