¿Ser una cara desconocida le resta enteros?
Es un valor al alza. La gente está cansada de ver siempre las mismas caras dedicándose a lo mismo durante toda la vida. Para mí esto es vocación de servicio público, estar un tiempo y volver a tu profesión. Lo único que tengo que hacer ahora es un mayor esfuerzo para ganar reconocimiento, pero no me supone ningún problema.
¿Es una candidata de oportunidad? Es decir, se presenta a estas elecciones y si no sale, ¿se irá o seguirá en política?
Cuando digo que formo parte de un proyecto mucho más profundo es que llevo tiempo detrás. Esto no ha salido de la noche a la mañana, llevamos años trabajándolo y para mí esto es una carrera de fondo. Pase lo que pase voy a seguir trabajando porque siempre he buscado, desde el ámbito personal o profesional, que la sociedad canaria avance. Al fin y al cabo, este es un plano más desde el que lucho por lograr ese objetivo final.
¿Qué aporta de nuevo a la política?
Creo que aporto algo interesante: las ganas, la pasión, la capacidad de trabajo y la profesionalidad. Aporto esa nueva visión fresca de la política, libre de esas mochilas que muchos partidos terminan arrastrando con el paso del tiempo. Parece que solo estoy hablando de mí, pero somos muchos. Lo que pasa es que a mí me han dado el puesto de salida, que tiene más visibilidad.
¿Está CC agotada?
Los demás partidos tienen ese discurso porque tienen miedo. Los hechos han probado que CC ha sido la única formación que ha podido defender libre y ha podido levantar la mano cuando a Canarias se le ha quitado lo que le correspondía. Estamos haciendo lo que deberían hacer todos: renovar, abrir las puertas y, por supuesto, poner por delante a Canarias, que es lo más importante en todo esto.
¿La división del nacionalismo canario merma la defensa del Archipiélago?
Para mí sería maravilloso que el nacionalismo se uniese. De hecho, considero que en las bases compartimos todo. El gran problema es cuando subes en los estamentos de algunos partidos, como NC, en los que al final lo que prima no es el nacionalismo, sino los egos personales. Lo han demostrado una, dos y tres veces. Ellos han abandonado el nacionalismo. La última vez por irse con el PSOE, que tampoco está mal porque así sabemos el precio que tienen y que, por el precio de un sillón, el nacionalismo queda en un segundo plano. Me ciño a las palabras de Clavijo cuando dijo que si en algún momento iba a ser un obstáculo para la unión del nacionalismo, se apartaría.
¿Qué le parece la propuesta que lanzó Paulino Rivero, de que ante el riesgo que suponen para los nacionalistas las elecciones generales, CC debería renunciar a presentar candidatos en Las Palmas?
El problema que tiene es que no me conoce. Si me conociera no se atrevería a decir eso. No hay que desvirtuar lo más importante de todo esto. Como dije antes, nosotros no fuimos los que abandonamos el nacionalismo, fueron otros los que nos abandonaron a nosotros. Solo hay que echar la vista atrás. Cuando se nos ponía en duda la entrada en vigor del 75%, parece que desapareció el nacionalismo de NC. Sin embargo, CC lo defendió para que se aplicara y se puso en marcha en menos de un mes. Yo me quedo con eso.
A tenor de las encuestas, parece que va a tener difícil sacar escaño.
El reto es difícil y partimos de esa base. Por eso nos estamos dejando la piel todos los días en la calle, sin parar y trabajando, pero para nada vamos a condicionarnos. Hay que trabajar de cara a los ciudadanos y de espalda a las encuestas. El voto está decidiéndose a última hora y nosotros estaremos mostrando una continuidad para que en esos días decisivos podamos captar la mayor parte de los votos en esta campaña.
¿Por qué cree que no se ha entendido a Canarias en Madrid?
No es lo mismo hablar de Canarias que entender Canarias. Es muy importante, y la historia nos lo ha demostrado que solo en los momentos en los que el voto nacionalista es determinante esta tierra ha podido coger los recursos suficientes para poder crecer en infraestructuras, en calidad de vida, en empleo, en sanidad, en educación... Como soy más de hechos que de palabras, no tenemos que irnos diez años atrás, podemos irnos a estos dos últimos años en los que han pasado izquierda y la derecha y ambos han tenido intereses siempre por encima de Canarias. Son partidos que responden a equilibrios estatales que nada tienen que ver con el Archipiélago, mientras que a Coalición lo que le importa es Canarias.
Las elecciones generales están marcadas por un bloque de izquierdas y otro de derechas, ¿hacia qué bando se dirige CC?
Hacia donde esté Canarias. Es decir, para mí lo de la izquierda y la derecha es algo del siglo pasado. Es un tema que nos están diciendo continuamente para ganar espacio político determinados partidos que llevan años en el poder y que realmente quieren polarizar la situación para captar votos. Aquí nos empezamos a mover por iniciativas y por movimientos como puede ser el movimiento feminista o el cambio climático. Nos movemos por cuestiones prácticas y ahí es donde está CC. Canarias es algo más que izquierda o derecha. Nosotros, gobierne quien gobierne, vamos a poner la agenda canaria por delante y con la condición de no retroceder en derechos. Para mí es igual de importante defender el feminismo que defender políticas económicas de atracción de grandes empresas de inversión a través de reducciones fiscales que a lo mejor puede ser políticas más liberales de la derecha, pero sin embargo me va a ver luchando por el cambio climático, por las pensiones y por la dignidad del empleo. Entonces, ¿de qué soy? ¿De izquierdas o de derechas? Estoy donde tengan que estar las necesidades de mi tierra. Punto.
¿Comparte la opinión de Ana Oramas de que lo ideal es que se dé un pacto de Gobierno entre PSOE-Ciudadanos apoyado por CC?
Creo que se está viendo la tendencia de las encuestas. Si esa es la tendencia y es un PSOE-Cs y necesitan a CC, maravilloso. Pero siempre tienen que necesitar a CC. Al final, lo que no debemos perder de vista es que a nosotros nos da igual izquierda, derecha, más izquierda o más derecha. A nosotros nos importa Canarias. Y hay que decirle a los canarios que tienen esa opción. No solo tienen izquierda o derecha, también tienen Canarias. Es ahí donde vamos a estar, con quien ponga a la agenda canaria por encima de todo. Y si me va a preguntar si voy a pactar con Vox, partido con el que no coincido ni como canaria ni como mujer, o con Unidas Podemos, ya le digo que no vamos a pactar ni con Vox ni con Unidas Podemos.
El PP ha abogado por no ceder más competencias a las autonomías y Vox por acabar con las autonomías.
Para nosotros la prioridad es la agenda canaria. Donde esté la agenda canaria estaremos nosotros, pero por su puesto no vamos a perder ni en derechos ni en autonomía. Con eso no vamos a retroceder.
¿Y sí ve posibilidad de pactar con el PSOE pese a la tensión de las relaciones de los últimos meses?
Claro, sin problemas. La tensión de los últimos meses es la tensión normal. Un partido nacionalista tiene que reclamar y levantar la mano cuando a Canarias se le quita lo que le corresponde. Sin embargo, si miramos la otra parte del papel, el 90% de las iniciativas del Gobierno del PSOE que han sido buenas para Canarias las hemos votado a favor: subida del salario mínimo, conciliación laboral, subida de las pensiones... Aquí no es una cuestión de partidos, es una cuestión de estar con Canarias pase lo que pase.
Imagínese que consigue el escaño, ¿cómo defendería Canarias desde el Congreso?
Pues todos los días sin bajar la guardia y con la escopeta cargada. Hay una cuestión elemental. Es decir, en qué situación entraría en el Parlamento: con voz o con voz y con voto. Lo digo porque también hemos visto que estando sin voto Canarias pierde. Con voz y con voto es donde podemos ganar. Lo que tengo claro es que con voto o sin voto, yo siempre voy a estar defendiendo a Canarias y poniendo los temas de Canarias en donde tienen que estar: en el centro de las políticas del Estado.
Más allá del matiz nacionalista, ¿por qué los electores deben votar por CC?
Si los canarios quieren estar, contar y avanzar, tienen que tener allí una voz libre que defienda sus intereses por encima de cualquier interés partidista.
¿Ya tiene más claro qué es ATI?
Eso pasó cuando tenía 26 años y me propusieron formar parte de la organización de CC. Lo busqué y lo entendí. Ahora, seis años después, sé perfectamente que ATI ya no existe y que es un fantasma que otros reviven para poder ganar votos.
¿Ve factible que se cree una Secretaría de Estado para la Soledad, tal y como ha propuesto?
Para mí es una prioridad. Es decir, es una cuestión que tenemos que empezar a trabajar desde ya. Hay un dato muy importante y es que en diez años un tercio de la población va a tener más de 65 años. La soledad es un mal que nos afecta a todos y que parece que tenemos asumido y que cuando seamos mayores nos van a apartar y nos van a abandonar. Es un tema lo suficientemente serio como para empezar a prestarle la atención que se merece. Esto no es un capricho populista u oportunista, esto es una inversión. Lo que se invierta en revertir la soledad y en trabajar el envejecimiento activo se ahorrará en políticas y en dinero de dependencia.
¿Cree que el caso de Las Teresitas o el caso Grúas , que afecta al presidente de Canarias, Fernando Clavijo, perjudicará a CC en las urnas?
Para mí son dos cosas totalmente diferentes. El caso de Las Teresitas es algo despreciable en lo que no podemos titubear. Es algo que se tiene que erradicar, pero de todos los lados, no solo de la política. Estamos viviendo una época en la que existe numerosa información de corrupción en al judicatura, en los cuerpos de seguridad del Estado... Es un mal que tenemos que exterminar de todos los estamentos sociales. También es importante matizar que en ese proceso hay una condena a una persona en concreto y no a un partido político como sí pasó con el caso del PP. Dicho esto, lo que hay que hacer es trabajar por recuperar el dinero de todos los ciudadanos que hurtaron con esas acciones deplorables.
¿Y cómo afecta el caso Grúas ?
Es totalmente diferente. El caso Grúas es un tema muy politizado que se ha utilizado para hacer daño. En ese procedimiento no se ha robado dinero público y lo único que se ha hecho es salvar puestos de trabajo y un servicio público. Me echo a temblar porque no son normales los giros de la Fiscalía. ¿Que esto nos puede afectar? En estos tiempos del todo vale, pues me puedo esperar que sí, pero al final aquí lo que hay que poner sobre la mesa es la realidad de que son dos cosas totalmente diferentes. El caso Grúas no es más que un montaje político que casualmente se está generando ahora, cerquita de las elecciones.
