El expresidente madrileño Ángel Garrido quebró ayer el pulso del PP en la recta final de la campaña electoral al anunciar por sorpresa su incorporación a la lista autonómica de Ciudadanos. Fue una nefasta noticia para Pablo Casado justo en el día después del segundo de los debates televisivos, que hicieron bien visible su pugna con Albert Rivera por determinar quien encabezará la alternativa a Pedro Sánchez. Casado y Rivera tuvieron momentos de confrontación abierta mientras el líder del PSOE apuntaba que se estaban dilucidando "las primarias de la derecha".

Ángel Garrido, quien accedió a la Comunidad de Madrid tras la dimisión de Cristina Cifuentes por las irregularidades de su máster, figuraba como número cuatro en la lista europea del PP para las elecciones del 26 de mayo. El lunes firmó su incorporación a la candidatura y el martes por la tarde estuvo en la sede del PP en Génova. Pero mantuvo hasta ayer en total secreto una operación que, según Europa Press, se venía tramando desde hace días. De la repentina gestación del cambio da idea el hecho de que su nombre figuraba ayer en el BOE en las listas provisionales al Parlamento Europeo. Garrido, madrileño de 55 años, no está incluido, sin embargo, en la candidatura autonómica de Cs en Madrid, también publicada ayer en el boletín de la comunidad, y en la que ocupará el decimotercer puesto. Ambos aspectos se subsanarán antes de que se hagan oficiales las listas definitivas.

Después de 30 años de militancia en el PP, Garrido afirmaba ayer junto a Juan Aguado, cabeza de lista de la formación naranja a presidir Madrid, que"son muchas y poderosas las razones" que le llevaron a abandonar un escaño asegurado en el Parlamento Europeo para incorporarse a Ciudadanos, entre las que destacó que se trata del partido que mejor representa el centro "liberal y moderado" en el que se ubica . Esta afirmación contrasta con lo hace meses afirmaba sobre el partido de Rivera, al que consideraba "el tonto útil de la izquierda, el que le está haciendo el caldo gordo seguramente con la intención de que algún día gobierne". También sentenciaba que "apostar por Ciudadanos es no saber a qué se apuesta".

Pugna interna

Pese a su relevancia institucional, el expresidente madrileño, quien respaldo a Dolores de Cospedal en la pugna interna para la sucesión de Rajoy, quedó privado de encabezar la lista autonómica del PP cuando Casado eligió a Díaz Ayuso como número uno y renovó, al igual que en otros lugares, el 80 % de la candidatura.

El anuncio de la fuga de Garrido sorprendió a Casado en medio de un mitin en Sevilla y fue recibido con gran revuelo en su entorno. Tras conocer la noticia, el líder del PP no mencionó al expresidente madrileño en ninguno de los numerosos actos públicos que protagonizó ayer, pero su segundo, el secretario general, Teodoro García Egea, dejó en evidencia el malestar del partido al definir a Cs como el "contenedor naranja de políticos sin principios" y un partido de "tránsfugas". García Egea puso el anuncio del fichaje en el contexto de los debates electorales y considera que el momento elegido responde al mal papel de Albert Rivera. "Muy mal tuvo que ir el debate para que no se hablen de las propuestas y lo bien que le fue a alguno", señaló el secretario general del PP. El de Garrido es uno de los fichaje más efectistas de los que Cs hizo en la filas populares, algunos de los cuales acabaron en fracaso y escándalo interno, como el de la presidente de la Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente.