Unas elecciones marcadas por una campaña relámpago y por la abstención no roba ni por un segundo el ímpetu y el espíritu competitivo de los candidatos al Senado por Lanzarote y La Graciosa. Actos electorales, reuniones con colectivos y conversaciones cara a cara con los ciudadanos hacen que los aspirantes a la Cámara Alta palpen el sentir de la ciudadanía y conozcan de cerca sus demandas. Las horas bajas que vive el sector turístico preocupan -y mucho- a los políticos, quienes no olvidan la situación de emergencia social de la Isla y dan especial importancia a la lucha contra los cargos extras que conlleva la doble insularidad de Lanzarote.

El socialista Manuel Fajardo, quien ocupó un escaño en el Senado la pasada legislatura gracias al respaldo de los lanzaroteños y gracioseros, afirma que "nos llenamos la boca con la diversificación económica, pero cuando el turismo se tambalea nos asustamos", por lo que apuesta por reivindicar las ayudas del POSEI para el sector primario de Canarias. Además, considera que Lanzarote tiene que mantenerse como un destino turístico en el que premie la calidad frente a la cantidad.

Samuel Martín y Joel Delgado, candidatos de CC-NC y PP, respectivamente, reclaman la implantación de un Puesto de Inspección Fronteriza en Lanzarote para poder analizar los productos que llegan de terceros países a la Isla y, así, abaratar la cesta de la compra. "No puede ser que los contenedores con productos alimenticios tengan que pasar por Gran Canaria para que después lleguen a Lanzarote, eso conlleva un sobrecoste que un lanzaroteño medio no puede asumir", sostiene Delgado.

Por otra parte, el nacionalista defiende que el aeropuerto de Lanzarote es uno de los más rentables de España y denuncia que "no se cumple con las exigencias de las instalaciones". Además, advierte de que la pérdida de plazas aéreas generadas por el cierre de la base de Ryanair en la Isla y la quiebra de Thomas Cook se notará el año que viene, por lo que "hay que luchar por mejorar la conectividad tanto aérea como marítima".

Para Jorge Miguel Peñas, candidato de Unidas Podemos, Lanzarote tiene un grave problema con la vivienda porque "está a un precio inasumible para una persona con un sueldo normal", por lo que su formación quiere regular el precio de los alquileres. En esa línea, la formación morada también se compromete a incrementar el salario mínimo interprofesional a 1.200 euros y reducir la jornada laboral a 34 horas para facilitar las medidas de conciliación.

La candidata de Ciudadanos, Noemí Ramírez, afirma que su partido es el único que cuenta con un programa específico para Canarias. "Tenemos unas necesidades especiales como región ultraperiférica que hay que atender para poder estar en igualdad de condiciones con el resto de españoles", sostiene.Legislatura larga

Todos los partidos desean que la próxima sea una larga legislatura que les permita desarrollar sus propuestas desde las instituciones. Manuel Fajardo defiende que "no es tiempo de buscar culpables sino de buscar soluciones" para la situación de bloqueo que vive el país. Ramírez afirma que la prioridad de la formación naranja es llegar a un consenso y desea que llegue el fin del bipartidismo.

Delgado critica que el actual presidente del Gobierno en Funciones, Pedro Sánchez, "solo ha venido a Canarias para pasar unos días de vacaciones" y teme que los ciudadanos sufran desapego a la política por actitudes como las de Sánchez, quien "ha sido incapaz de conformar Gobierno con sus socios naturales".

Martín muestra su alegría ante la unión de los partidos nacionalistas de las Islas, que espera que se mantenga tras las elecciones, "sea cual sea el resultado". Para él, ha quedado patente que las necesidades de las Islas solo se tienen en cuenta en Madrid cuando es necesario el voto de los nacionalistas para formar Gobierno.

Peñas mantiene que Unidas Podemos se sentó a la mesa de negociación "con una actitud abierta, pero parece que no se operó de la misma manera por parte del PSOE". En ese sentido, el candidato de la formación morada acusa a "toro pasado" a Sánchez de no haber tenido voluntad de llegar un gobierno de coalición en ningún momento, lo que nos ha llevado a unas segundas elecciones.