Las referencias sobre el mercado de trabajo de España, la evolución del paro y la ocupación o la conveniencia de derogar la reforma laboral que aprobó el expresidente Mariano Rajoy, pasó muy de puntillas en el debate político celebrado el lunes entre los cinco líderes de los principales partidos que concurren a las elecciones generales del 10 N. En vísperas de que el Ministerio de Trabajo publicara los datos del paro registrado -un jarro de agua fría por cierto para los intereses del presidente en funciones Pedro Sánchez, con casi 98.000 desocupados más que hace un mes- todo parece indicar que la desaceleración económica, a la vista de las perspectivas de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de España -se ha pasado del 3,8% de 2015 al 2,4 % de 2018- conllevará un menor ritmo de generación de empleo durante la próxima legislatura.

España ya genera un 35 % menos de empleo que antes del 28 de abril de 2019, cuando se celebraron las anteriores elecciones. Mariano Rajoy cogió el Gobierno en 2011 con 4,42 millones de parados y lo dejó con 3,25 millones. Concluyó su legislatura (junio de 2018) creando 530.800 empleos anuales mientras Sánchez reduce esa cifra a 346.300 ocupados a lo largo de este último año. Mientras, el número de cotizantes en la Seguridad Social con empleo mejora en 106.541 personas, un buen dato que contrasta con la mayor subida del paro en un mes de octubre desde 2012.

Si atendemos a las cifras del Ministerio de Trabajo, el Gobierno del PSOE de Rodríguez Zapatero dejó a España con una tasa de desempleo del 22,9% sobre la población activa. En la actualidad, tras superarse los duros ejercicios de la recesión, ese índice de paro ha caído al 13,92 %, según la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre de 2019. Con todo, sigue superando la barrera psicológica de los tres millones y es una de las más elevadas de la Unión Europea.

Por mucho que el procés de Cataluña haya solapado el debate económico entre los mandatarios del PSOE, PP, Ciudadanos, Podemos y Vox, el paro ha estado casi ininterrumpidamente desde la década de los 80 a la cabeza de los problemas de los españoles en los barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas. Además, en el último estudio del CIS, correspondiente al mes de octubre de 2019, el paro era una de las tres primeras preocupaciones en el 56,9% de los encuestados de este organismo público.

De hecho, la crisis económica del año 2008 disparó la preocupación de los españoles por los problemas de índole económica. En julio de 2008 el 59,9% de los entrevistados consideraban que la economía estaba entre los principales problemas del país. Con todo, en el barómetro de octubre esa proporción era del 29,1%.

Por lo que respecta a la contratación, el Servicio Público Estatal de Empleo (el antiguo INEM), cuya gestión, excepto el pago de las prestaciones y subsidios, está transferido a la comunidades autónomas, destaca que poco a poco la tramitación de contratos se está estabilizando. Se siguen firmando muchos contratos pero uno de cada nueve son eventuales. En este último mes han sido algo más de 2,2 millones y en lo que va de año se superan los 19 millones. Sin duda, esta gran cifra de contratos refleja la gran inestabilidad en el empleo porque de esos algo más de 19 millones solo el 9,7% fueron indefinidos.

Desde que Sánchez llegó a la Moncloa la firma de contratos fijos se ha desplomado. Así lo constatan las estadísticas del Ministerio de Trabajo, que muestran una clara tendencia negativa en la segunda mitad de 2018 y los primeros meses de 2019. La firma de contratos indefinidos ha pasado de subir un 19,6% con Rajoy a bajar un 3,2 % con Sánchez.

Esa es la actualidad, pero los expertos ya aventuran un incremento de la ralentización del mercado de trabajo por los problemas en los mercados externos. El profesor de Análisis Económico de la Universidad de Valencia, Lorenzo Serrano, considera que "se está agotando la recuperación del empleo registrada en los años precedentes y existen riesgos de mejora durante los próximos ejercicios". Según Serrano "ya se está notando esa desaceleración, tanto en la generación de puestos de trabajo como en el repunte del paro. Si se genera empleo se debe en parte a factores estacionales", agrega.

El investigador piensa que la recuperación económica iniciada tras la crisis está "desapareciendo". Entre los motivos que explican la caída del PIB este año (del 2,4% del primer trimestre al 2% del tercero) se encuentra el estancamiento del consumo interno y la inversión, que "muestran síntomas de agotamiento". Además el sector exterior se llena de incertidumbres por factores como el brexit, los aranceles impuestos por Donald Trump a la Unión Europea o la batalla comercial abierta entre Estados Unidos y China.