La alianza electoral compuesta por Nueva Canarias (NC) y Coalición Canaria (CC) logra un escaño por Las Palmas, aunque a cambio de recuperar representación por las dos provincias se deja por el camino parte de los votos que alcanzaron por separado las dos formaciones en abril y pierde uno de los dos asientos en el Congreso de los Diputados obtenidos entonces en Santa Cruz de Tenerife. Pedro Quevedo y Ana Oramas acceden a las Cortes con el respaldo de 123.981 votantes en las ocho Islas (el 13,12% de los sufragios emitidos ayer en todo el Archipiélago), de los que 47.959 pertenecen a la provincia de Las Palmas, dato que fue aplaudido anoche en la fiesta organizada por los dos partidos en la capital grancanaria.

"El nacionalismo canario mantiene los dos diputados, pero la situación se ha equilibrado. Ahora representaremos realmente a las dos provincias", comenzó anunciando entre aplausos el secretario general de CC, José Miguel Barragán. Los representantes de la coalición celebraron la modificación en el reparto de escaños. "Los resultados son iguales en términos cuantitativos pero no cualitativamente", explicó Quevedo, quien además resaltó que no se cumplieron "las expectativas del partido en las islas occidentales". María Fernández (CC), número dos de la coalición al Congreso por las Palmas y quien se repartirá el escaño con Quevedo durante la legislatura, compartió la alegría de su compañeros y celebró que la provincia oriental recuperara "la voz en Madrid".

Los resultados de ayer, que representan el 9,94% de los votos en las tres Islas, suponen una pérdida de más de 23.000 votos con respecto a los comicios de la pasada primavera, cuando obtuvieron el 13,04% de las papeletas. Pese a ello, los responsables que acudieron a la sede electoral en el Hotel Iberia defendieron la decisión de presentarse "remando para el mismo lado", en palabras del ya diputado electo Quevedo.

"Todas las dudas que existían sobre la unión se han despejado al ver los maravillosos resultados", comenzó diciendo Fernández. Quevedo también dedicó parte de su discurso a celebrar la acogida de la unión por parte de los electores. "Hemos hecho lo que teníamos que hacer, hemos dado una oportunidad a la reflexión y al encuentro del nacionalismo canario", apuntó el diputado electo.

La decisión de acudir con una sola lista a estos comicios es la primera experiencia electoral conjunta en unas generales de NC y CC desde 2011, por lo que a partir de ahora servirá como referencia a los dos partidos de cara a analizar una potencial reunificación de los nacionalistas canarios.

Román Rodríguez, presidente de NC, reconoció que la alianza poseía "elementos contradictorios", pero insistió en la existencia de un claro elemento común: defender los intereses de Canarias en la capital. El dirigente reconoció que sería el tiempo el que marcaría "los procesos de entendimiento y cooperación" entre los nacionalistas.

El anuncio del acuerdo entre NC y CC generó una crisis en el partido de Rodríguez con Roque Aguayro, formación local de Agüimes a la que pertenece el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, y que le había dado su apoyo en las últimas décadas. Tanto Morales como su partido criticaron en su día la alianza y ayer optaron por el silencio. Morales no acudió al acto de la noche electoral y tampoco publicó mensajes a través de sus redes, ni para animar a acudir a las urnas ni para ofrecer una valoración de los resultados una vez conocidos.

En Agüimes, la alianza nacionalista obtiene un porcentaje del 12,45% (1.884 votos), dato que también se encuentra por debajo de lo que sumaron las dos formaciones por separado en abril, cuando las papeletas con los nombres de NC y CC sumaron el 16,35% (1.694 votos los primeros y 1.042 los segundos). En la vecina Santa Lucía de Tirajana, que tuvo hasta mayo una alcaldesa de NC y ahora tiene un regidor de una formación asociada con CC, el porcentaje de votos para la unión de los dos partidos es superior al total de la provincia (el 10,77%), pero cae cinco puntos con respecto a la primavera, cuando con planchas distintas acumularon el 16,14%.

La situación se repite en Gáldar, otro de sus tradicionales graneros de voto. En este municipio, la lista encabezada por Quevedo logra ser la segunda más votada con el 19,76% de las papeletas (2.709 votos), aunque ese dato ni siquiera alcanza el registro de NC en solitario en abril, cuando los 3.279 sufragios que recibió supusieron el 22,15%.

En todos ellos, excepto en Gáldar, la unión de NC y CC se sitúa por debajo de los resultados de Vox. La formación ultraderechista, que obtiene por primera vez dos escaños en el Archipiélago, supera a los nacionalistas en la principal ciudad de las Islas, Las Palmas de Gran Canaria, pero también en gran parte de sus feudos tradicionales, como los municipios del sureste de Gran Canaria. También en Fuerteventura, aunque no así en Lanzarote, donde la suma nacionalista reúne el 13,53% de los votos.

Quevedo explicó que todavía era muy pronto para valorar los resultados en cada municipio, pero reconoció la necesidad de reflexionar sobre lo ocurrido. Además recordó que Vox ya había superado a Nueva Canarias en los comicios de abril por lo que apuntó que "tampoco era de extrañar lo ocurrido teniendo en cuenta la transferencia de posibles votantes del Partido Popular y Ciudadanos" al partido que lidera Santiago Abascal. El diputado electo aseguró que los resultados de Vox en Canarias debían analizarse "en clave estatal".

El ascenso de la ultraderecha y su potencial influencia en el bloqueo político que ya llevó a las elecciones de ayer también preocupa a los dirigentes de los partidos nacionalistas canarios, que anoche alertaron sobre el auge de la formación. "Un auténtico disgusto democrático", fue la expresión que utilizó Quevedo para explicar lo ocurrido. La muerte de las competencias transferidas a las Islas o el fin de las autonomías fueron solo algunas de las consecuencias que el diputado electo advirtió en el caso de que Vox forme parte del Gobierno.

En cualquier caso, Quevedo mostró su disposición a descongelar la investidura de un nuevo presidente del Gobierno para superar el impás actual y evitar una tercera convocatoria de elecciones. "Habrá que dialogar, pero nosotros apostamos por defender medidas de progreso, cualquier pacto en torno a Vox sería impensable", subrayó.