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Elecciones autonómicas

La educación avanza firme con mejoras para docentes y alumnos

La legislatura consolida los sexenios, el aumento de personal docente o la reducción de la jornada aunque aún lejos del 5% del PIB

La pacificación de la comunidad educativa ha determinado estos cuatro años de legislatura frente al convulso mandato precedente, víctima de los recortes presupuestarios por la crisis económica y por una reforma normativa de aviesas intenciones, con la aprobación y caótica puesta en marcha de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce). Una ley que está en proceso de ser sustituida por la Ley Orgánica de Educación (LOE), también conocida como Ley Celaá, que suponía la principal propuesta en educación del Gobierno de Pedro Sánchez, aunque la anticipada convocatoria de las elecciones generales y su celebración ha impedido que el texto llegue a prosperar en el Congreso.

En estos cuatro años el Gobierno de Canarias ha ido rearmando la educación con el incremento del presupuesto y la recuperación de derechos que perdieron los docentes con la crisis. "Ha intentado cumplir con alguno de los preceptos de la Ley Canaria de Educación siendo su talón de Aquiles la inversión en educación que sigue muy alejada del objetivo del 5% del PIB", expone José Ramón Barroso, secretario general de la Federación de Enseñanza de CC OO de Canarias, que alerta sobre otras cuestiones pendientes como la regulación de las listas de empleo y de los nombramientos de sustituciones y una reforma de la FP. La Ley Canaria de Educación, aprobada en 2014, establece que la inversión educativa en las Islas debe crecer de forma progresiva hasta llegar en 2022 al 5% del PIB de Canarias. El gasto actual en Educación es el 3,7%, aunque con la inversión del superávit de la Comunidad Autónoma en servicios públicos se espera llegar al ansiado 5%, al destinar parte de los recursos a la reducción de 20 a 18 horas de la jornada lectiva en Secundaria que dará lugar a la contratación de 1.250 trabajadores. En general, se reconocen avances en derechos sociales y en la calidad educativa.

La legislatura se inició con un acuerdo de mejora de condiciones para el profesorado y la educación que se ha ido plasmando en medidas como el complemento por formación, la recuperación de los sexenios, el fin de la penalización por baja médica o las mejoras en la atención a la diversidad. Además, en esta legislatura se han incrementado en 1.076 los docentes y se han mejorado las ratios profesor alumno porque, entre otras cuestiones, el sistema público ha perdido 6.547 alumnos, frente a los 2. 466 que ha ganado la enseñanza privada principalmente en Infantil y Primaria, lo que denota la mejora de la economía en las Islas. De hecho, se han producido 1.388 solicitudes menos de los comedores escolares.

Una radiografía del sistema educativo muestra cómo ha ido progresando en estos cuatro años y aunque sigue en la cola en distintos indicadores el avance es manifiesto. Los datos evidencian que se ha realizado un esfuerzo inversor en infraestructuras, en la implantación de la tecnología digital y de los idiomas, estos últimos mediante el Plan de Impulso de Lenguas Extranjeras. Para un mayor acceso a las universidades se han rebajado los precios públicos en los grados y los másteres, y en el próximo curso se reducirán aún más con lo que Canarias será la comunidad con el menor coste en las matriculas universitarias.

También se han ampliado las ayudas para los libros de texto gratuitos o el gasto en los comedores escolares para familias con rentas inferiores a los 9.600 euros, y en la Formación Profesional resaltan proyectos como el Enlaza que promueve la empleabilidad a través de las prácticas en empresas, muchas innovadoras, y que ha tenido una gran aceptación.

Con todo, el propio Gobierno canario reconoce que aunque se han producido avances se ha de seguir impulsando una educación con mayor especialización, con el crecimiento progresivo de las lenguas extranjeras, una mejor atención al alumnado de cero a tres años o una nueva concepción de la FP.

Al respecto, todos los partidos tienen propuestas similares en sus programas electorales para impulsar la educación, con un denominador común: es necesario un mayor esfuerzo inversor, si bien en estos cuatro años el presupuesto ha crecido casi a los niveles previos a la crisis.

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