De la abogacía a la política y del Cabildo al Parlamento, ¿con qué se queda?
Soy abogada vocacional, me gusta mi profesión y nunca pensé en dejar el despacho propio para dedicarme a la política activa, que simultaneé hasta 2015. Aunque siempre se habló mucho en mi casa y me interesó desde la adolescencia, fue accidental, me animé y me afilié por una amiga, pero no era mi intención ostentar un cargo público o presidir el partido insular, pero cada vez participas más hasta involucrarte del todo, es como una droguilla. Estuve de 20103 a 2015 en el Cabildo, cinco años como vicepresidenta y consejera tanto de Hacienda como Turismo en dos etapas no seguidas y los restantes en la oposición, antes de representar al PP de Lanzarote las dos últimas legislaturas en el Parlamento. Me encanta como jurista, la redacción de las leyes o el control del Gobierno, pero el Parlamento no da la satisfacción personal de asumir una empresa en quiebra como los Centros de Arte, Cultura y Turismo, que no tenían ni para las nóminas, y dejarla en beneficios dos años y medio después con mucho trabajo.
Defina la última legislatura.
Caótica, de transición. Resulta necesario y urgente un cambio político en Canarias después de ocho años gobernando Coalición Canaria con el Partido Socialista, los nacionalistas en minoría solo los tres últimos. Desde luego, ni CC ni el PSOE pueden ser el referente y el futuro, en ningún caso. Hemos intentado una oposición con responsabilidad porque no queríamos que los canarios sufrieran la minoría de CC, así que hemos apoyado los presupuestos siempre y cuando se cumpliera parte de nuestro programa electoral, como bajar impuestos. Llevamos años en la cola europea en los temas más importantes, con más desempleo y pobreza o menos diversificación económica, esto tiene que cambiar ya, tenemos que decir basta ya. Son unas elecciones cruciales, muy importantes, y en el PP tenemos un proyecto responsable para avanzar, somos la única alternativa de cambio.
¿Tras caer el 28A respecto a las anteriores elecciones generales?
No es una cuestión del partido en sí, del proyecto o del marketing. Pablo Casado advertía desde hace meses que la fragmentación del voto de derechas nos iba a jugar una mala pasada, con sinceridad, no pensé que tanto. Es evidente que si al centro derecha votan tres millones de españoles, por ejemplo, ahora se dividen en tres partidos diferentes. Tengo la esperanza de que los canarios hayan aprendido que dividirlo es darle la victoria al PSOE y pido que seamos inteligentes todos los que no queremos que gobiernen, porque llevan a la ruina allá donde lo hacen como Andalucía, para votar al único referente del centro y la derecha, de verdad, con posibilidad real.
Ante la mayor pluralidad parlamentaria, a causa de la reforma electoral del nuevo Estatuto, ¿cómo se logra la necesaria estabilidad gubernativa?
No lo sé. Si históricamente el Gobierno ha estado conformado por dos formaciones políticas, ahora se van a necesitar tres, en principio, muy complicado mantener una mayoría con un par de fuerzas. Por las encuestas parece que ninguno va a sacar número suficiente para conformar un gobierno, desde luego, ni hablar de mayoría absoluta porque nunca la conocimos en Canarias ni la vamos a conocer con esta ley lectoral.
Descartados CC y PSOE, ¿con quiénes pactarán?
(Ríe) Va a ser un tema. Vamos a ver lo que ocurre, los números. Queremos gobernar en minoría, honestamente, lograr una mayoría suficiente para que Asier Antona sea el presidente del Gobierno y lleve a cabo nuestro programa al 100% y con efectividad, aunque suene utópico y también quiera el PSOE. La presidencia tiene que pasar a otro partido que no sea CC y tiene que ser el PP. Personalmente, debemos pactar con aquel que tenga una línea programática más parecida a la nuestra, es decir, me parece absurdo pactar con Podemos, es una línea roja.
¿Cuáles son los retos del próximo Gobierno de Canarias?
Somos una de las regiones de Europa con más desempleo, fundamentalmente, porque el sector terciario, los servicios tienen unos salarios muy bajos frente a los mayores de la industria y en Canarias tenemos un monocultivo turístico. Como diputada, portavoz de industria y presidenta de la comisión de economía, he intentado trabajar y luchar contra CC durante los últimos años para ir hacia unos mayores niveles de diversificación, a una reindustrialización tanto en las islas capitalinas como en las periféricas, pero no me han hecho ningún caso. El turismo no puede absorber toda la demanda de empleo, de verdad, tenemos que trabajar por la diversificación económica para fomentar el empleo, es uno de los temas más importantes. La mejor política social es el empleo, sin lugar a dudas. Ahí podemos dar lecciones a todos y, sobre todo, al PSOE, que cada vez que gobierna destruye empleo.
¿Y las prioridades insulares?
Todas las que he llevado durante estos años y no me han hecho ningún caso. Tengo el compromiso expreso de Asier Antona que si es el presidente del Gobierno va a descongestionar todos los grandes proyectos. Primero, hay una discriminación presupuestaria insultante con Lanzarote, somos la tercera isla que más aportamos al Producto Interior Bruto y que tiene más población, pero la peor financiada por el Gobierno. Se acabó, basta ya. La sanidad, igualmente, insultante. La financiación por tarjeta sanitaria, por ejemplo, no llega a 900 euros en Lanzarote y a 1.100 en La Palma, cuando tenemos el doble de población y casi tres millones de turistas, no me meto con ninguna isla, mera comparativa. Necesitamos un avión o un helicóptero sanitario, obligatoriamente, con sede permanente para los 160.000 habitantes de Lanzarote y La Graciosa. Tampoco puede ser que apenas tengamos especialistas porque el Gobierno no establece criterios de compensación a todos aquellos profesionales que quieran venir a trabajar a una isla no capitalina. Y hace más de 20 años que el Gobierno no invierte un solo euro en viviendas sociales en la Isla, es una prioridad. Aunque en los últimos presupuestos se dotaron 4 millones para viviendas en Arrecife, desgraciadamente el Ayuntamiento socialista lleva dos años sin ceder el suelo.
