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Rubén Reja

OPINIÓN

Rubén Reja

Caduca reflexión

Fin al empacho electoral. Llega el cierre de campaña después de dimes y diretes, escraches y de ilusorias promesas. El circo político baja el telón tras meses con la misma función. La decisiva crítica del respetable hará balance en la hora en punto de las votaciones. Al sonoro tañir de programas le dará paso la caduca jornada de reflexión respaldada por la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, que prohíbe la publicación de encuestas a una semana de los comicios o pedir el voto el día antes. La participación, que se antoja algo menor que en las generales pese a los ánimos de revancha, marcará el destino de la próxima legislatura. En el caso de Canarias, la suerte está echada y el PSOE con el apoyo de CC o Podemos protagonizarán un incómodo idilio, mientras que Cs entrará al Parlamento regional por la puerta grande.

Hoy nuestros políticos deben guardar por ley silencio absoluto para no injerir sobre un dubitativo electorado. Sin embargo, la efervescencia de Internet hace imposible que a los ciudadanos no les salpique la lluvia electoral que rocía el ambiente. El mutismo político impuesto en la previa de las votaciones es tan ficticio como anacrónico. Aunque la norma tuvo sentido en un primer momento tras 40 años sin votar, ahora con las redes sociales y medios de comunicación de ámbito global pierde todo su esencia. Es ambiguo prohibir la publicación de encuestas la semana previa al 26M o pedir el voto el día anterior a la cita con las urnas cuando, por ejemplo, a través del móvil se accede a contenidos de alto contenido político.

El armazón del modelo electoral español es fruto de la Transición donde, después de una larga dictadura, los legisladores quisieron ser cautos y optaron por un sistema garantista repleto de reglas impensables en otros países. Incumplir la normativa acarrea penas de hasta un año de prisión. En otras naciones como en EEE UU o Reino Unido no existen restricciones de tipo alguno y es posible seducir al elector a pie de urna. En otro extremo como es el caso de Argentina, además de la prohibición de emitir propaganda o sondeos, también se persigue la venta de alcohol la jornada de reflexión. Es lo que tiene el miedo a las barras bravas. Tal vez hoy la caduca reflexión deba servir para que los candidatos mediten todo lo que prometieron y jamás van a cumplir, mientras el apesadumbrado electorado sigue a la deriva en sus aciagas circunstancias.

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