Los políticos son humanos. O al menos con este argumento se ha defendido el gobernador de Texas, John Perry, después de quedarse en blanco en medio de un debate. "Soy humano, como todo el mundo", dijo el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos.

A raíz de este momento, The Washington Post elaboró ayer un curioso listado de pifias de políticos. Entre las más celebradas se encuentra el discurso que pronunció Bill Clinton en 1988 en la convención demócrata y que resultó tan aburrido al auditorio que ovacionó al futuro presidente de Estados Unidos cuando éste anunció que iba a concluir.

En España, la tradición de debates televisados se reduce a los dos entre Aznar y González en 1993, los dos que enfrentaron a Rodríguez Zapatero con Mariano Rajoy en 2008 y el del pasado lunes contra Alfredo Pérez Rubalcaba. Ellos también se empeñan en recordarnos a diario que son humanos.

En el 93, la expectación provocada por aquellos debates fue tan grande que hoy la mayoría de expertos coinciden en que Felipe González le ganó aquellas elecciones a Jose María Aznar en el segundo de los debates. En él, González preguntó a Jose María Aznar por las políticas de protección del desempleo de su programa. Aznar empezó a divagar durante varios minutos. Cuando terminó, González le espetó que no podía decir nada porque "no hay una sola línea -en el programa del PP- sobre eso".

En el primer debate había sido González el que tuvo que callar cuando acusó a Aznar de estar utilizando datos manipulados y éste pudo contestarle que eran "cifras oficiales de su Gobierno".

Después de aquellos dos primeros debates, tuvieron que pasar quince años para que los dos partidos mayoritarios se volvieran a enfrentar ante las cámaras. Fueron dos cara a cara que pasarán a la historia por 'la niña de Rajoy'. El candidato del Partido Popular terminó el primer debate con una fábula sobre la España que quería para aquella niña. "Yo quiero que la niña que nace en España tenga una familia y una vivienda y unos padres con trabajo…", empezó Rajoy, en una despedida que duró casi dos minutos y se convirtió en objeto de burla durante el resto de la campaña. En el segundo debate, y pese al poco éxito obtenido, Rajoy volvió a mencionar a la niña "a la que llevo en el corazón".

Por su parte, Zapatero cometió el error de proponer un Observatorio sobre la evolución de los precios, permitiendo a su oponente que le informara de que ya existía uno y dejándole fuera de sitio.

Más reciente es la confusión que sufrió Mariano Rajoy el pasado lunes por la noche durante el único cara a cara que habrá esta campaña entre ambos candidatos. Dirigiéndose al candidato socialista, le interpeló: "Señor Rodríguez Rubalcaba", en una simbiosis (quizás intencionada, pues volvió a repetirla más adelante) de José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba.

Por último, el miércoles por la noche, en el 'Debate a 5' de TVE, Ramón Jáuregui se quedó desubicado cuando el representante de CiU, Pere Macias, le pidió la retirada del último vídeo del PSC. El ministro de Presidencia, que afirmó no haberlo visto, se aventuró a decir que debía tratarse de la defensa que su partido hacía del derecho a morir dignamente. El vídeo -ya retirado-, se refería, sin embargo, a la falta de recursos en la sanidad pública catalana.

Lapsus y errores

En el capítulo de lapsus tampoco faltan ejemplos. Desde la intervención de Mariano Rajoy confundiéndose y afirmando que "ETA es una gran nación", hasta la de Federico Trillo gritando el ya famoso "¡Viva Honduras!" en un encuentro con las tropas españolas en El Salvador; o el incómodo momento en el que Rodríguez Zapatero pronunció "follar" -en vez de "apoyar", como pretendía- en una comparecencia junto al presidente ruso, Dimitri Medvédev, en la Moncloa.