El candidato del PSOE a la Moncloa, Alfredo Pérez Rubalcaba, pidió en su último acto de campaña a sus compañeros que aprovechen las 48 horas que quedan hasta que se cierren las urnas para lograr "un voto más", convencido de que "nada está escrito" y de que hace falta la unión de la izquierda para frenar al PP.

Tras recorrer 23.500 kilómetros en 15 días, Rubalcaba eligió Fuenlabrada para cerrar su campaña electoral y allí estuvo arropado por su esposa, Pilar Goya; los ministros Elena Salgado y Valeriano Gómez; el histórico socialista Javier Solana; su directora de campaña, Elena Valenciano, y el líder del PSM, Tomás Gómez, ante unas 8.000 personas.

A todas ellas les ha arengado y les ha insistido en que queda mucho trabajo por hacer, porque el partido todavía no ha comenzado. "Comienza a las nueve de la mañana del domingo. Ahora estamos 0-0", ha señalado, para subrayar a continuación: "En las urnas no caben las encuestas, sólo los votos".

Por eso, les ha pedido que aprovechen el "muchísimo tiempo" que queda hasta que se cierren los colegios electorales para intentar recabar más votos cara a cara, en privado, haciendo llamadas de teléfono o conversando, ya que la ley impide desarrollar actos políticos desde esta medianoche.

Sobre todo desea Rubalcaba que los socialistas hablen con "los muchos millones" de indecisos que a estas alturas todavía no saben qué hacer, algunos de ellos antiguos votantes del PSOE que ahora están "recelosos".

"Tenemos 48 horas para hacerlo", ha subrayado, y ha espoleado: "Dad la cara, mirad a la gente a los ojos y decidle lo que somos, lo que hemos hecho y lo que vamos a hacer".

Precisamente se ha referido a lo que ha hecho en los últimos años el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para gestionar la crisis y ha sido para dejar constancia de que el presidente ha dado "una lección a todos".

"Algunos hablan de patriotismo (...) nosotros no nos envolvemos en la bandera ni gritamos permanente que somos patriotas, pero cuando gobernamos tomamos decisiones en nombre de todos los españoles aunque esas decisiones nos perjudiquen electoralmente", ha constatado.

"Y esa es la lección que nos ha dado a todos Zapatero, pensando en su país, en lo mejor para su país, aunque eso perjudicara a su partido, a nosotros, a nuestros intereses electorales", ha apostillado.

Para justificar su llamada al voto útil, ha esgrimido la necesidad de una izquierda unida para frenar "a la derecha más dura de Europa", y ha dejado claro que los progresistas saben que sólo son realmente fuertes cuando están juntos.

"De la fragmentación de la izquierda sólo gana la derecha", ha argumentado, y ha alertado de que con ese "monopartidismo" no se pueden defender los derechos de los trabajadores.

En este punto ha exhibido el mensaje central de la campaña de los socialistas: los recortes del PP si llega a la Moncloa, tanto en sanidad y educación públicas, como en derechos laborales, en igualdad, en prestaciones por desempleo, en pensiones o en ayudas a la dependencia.

Buena parte de su discurso la ha dedicado a lo que Rubalcaba ha tomado en esta campaña como parte de su tarea: contar lo que dice realmente el programa del PP y dar a conocer las cosas que "tienen en la cabeza" pero que no cuentan para no perder votos.

El candidato ha criticado a su principal adversario, Mariano Rajoy, por decir que la campaña electoral es demasiado larga, aunque ha pedido irónicamente "comprensión" para él, porque "es muy difícil estar 15 días sin decir nada".

Los "lenguaraces" presidentes del PP

También ha recordado alguna de las cosas que han ido desvelando los "lenguaraces" presidentes autonómicos del PP, sobre todo la castellano manchega María Dolores de Cospedal, quien avisó de que esperaban protestas en la calle cuando Rajoy hiciera "lo que tiene que hacer".

Así las cosas, Rubalcaba ha emplazado a los españoles a que "salgan a la calle el día 20 para evitar tener que hacerlo el día 21".

Después de diferenciar entre recortes o ajustes y ahorro, ha prometido que el PSOE mantendrá el Estado del bienestar y los derechos sociales en un momento de crisis como éste y ha rechazado lecciones de austeridad "de nadie". "Somos un partido de trabajadores y los trabajadores nunca se gastan más de lo que tienen", ha argüido.

Momentos antes se ha proclamado orgulloso de ser "socialista, obrero y español" y ha pedido el voto a los españoles para que "nunca ningún poder económico esté por encima el poder democrático".

A dos días de las elecciones se ha recrudecido la polémica interna sobre si Zapatero debería convocar ya el congreso federal para elegir a su sustituto al frente del partido, si hay un batacazo en las urnas.

Las palabras del miércoles de la candidata por Barcelona, Carme Chacón, preguntándose por qué no una mujer y catalana podía dirigir el PSOE, fueron el detonante.

Hoy ha respondido Elena Valenciano, para quien la decisión sobre la fecha del congreso federal tiene que tomarse de forma colectiva, y no Zapatero o Rubalcaba.

Pero Chacón ha replicado que Zapatero está más legitimado que nunca para hacerlo e incluso ha añadido que hay que tener muy en cuenta al presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán.