Las Palmas de Gran Canaria

El cara a cara televisivo de los cabezas de lista al Congreso de las principales fuerzas políticas en Canarias se saldó la noche de ayer con un enfrentamiento entre los candidatos del PP y del PSC-PSOE, José Manuel Soria y Sebastián Franquis, al que el candidato de CC-NC, Pedro Quevedo, asistió entre sorprendido y divertido, aunque también reivindicativo. Como armas en contra de unos y otros se usaron los cinco millones de parados, que el popular achaca al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, y los recortes en servicios básicos esenciales que han venido caracterizando, en los últimos meses, según el socialista y el nacionalista, la política autonómica del PP.

Dividido en tres bloques, -empleo, políticas de las personas y reforma de la administración- la intervención de los tres contendientes se inició con un recuerdo solidario a los habitantes de El Hierro. Mientras Franquis Quevedo destacaron el "comportamiento ejemplar" que están demostrando los herreños, Soria se descolgó con la promesa de medidas especiales para los pesadores de la Restinga si el PP forma Gobierno tras el 20-N.

El cabeza de lista del PP por Las Palmas quiso dejar claro que en política de empleo hay dos modelos: "el de quienes han gobernado hasta ahora, con una maquinaria de destrucción de empleo" y el del PP. Para facilitar a autónomos y empresarios la creación de empleo Soria puso sobre la mesa: una nueva reforma del mercado laboral y la reforma del sistema fiscal "para que los bancos hagan lo que tienen que hacer: prestar dinero".

Franquis, por su parte, recordó que el actual Gobierno de España es el que "más empleo ha creado en este país, el único gobierno con superávit en las cuentas públicas y el que más ha incrementado el salario mínimo interprofesional. Todo en los tiempos de mayor dificultad".

Aseveraciones que fueron una y otra vez rebatidas por el cabeza de lista del PP. El popular también achacó a la política nacional que mientras él ocupó la vicepresidencia y consejería de Economía en el Gobierno de Canarias, como le acusaba Franquis, el paro creciera de un 10% al 30% actual.

Quevedo, por su parte, negó la premisa del popular de que la creación de empleo debe llegar de la mano del empresariado. "La economía privada sola no tira". Reclamó la acción de la inversión pública para activar la economía con planes específicos para la Islas, y que el Estado cumpla sus obligaciones con Canarias a la que se le debe "458 millones de financiación por el incumplimiento reiterado del REF por parte de gobiernos de todos los colores", señaló.

Quevedo defendió, de otra parte, los servicios básicos del Estado de bienestar como colchón para la cohesión social en un momento, dijo, en el que Canarias soporta un 30% de paro. "Las políticas de recortes" que se llevan a cabo en comunidades del PP, señaló, "no es la forma de hacer las cosas. Hay cosas que no son razonables. Si eso se perpetúa vamos a ir a un país de dos velocidades" en sanidad y en educación.

Franquis insistió en la misma idea. "El 20-N nos jugamos", señaló, "o garantizar el Estado del bienestar o desmantelarlo". Y apuntó que mientras Soria fue responsable de confeccionar las cuentas autonómicas recortó 477 millones en sanidad y 116 en servicios sociales.

Soria se defendió atacando: ha sido el actual Gobierno de Canarias de CC y PSOE el que, "por primera vez en la historia de la autonomía ha cerrado servicios quirúrgicos. Antes de que cerrar un quirófano", subrayó, "hay que suprimir consejerías".