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Juan Campos, de presidir la Cruz Roja a la formación naranja

El exjefe de la Policía Local de San Bartolomé de Tirajana es, a sus 76 años, el número 2 de Ciudadanos a la Alcaldía de la localidad

Juan Campos, junto al puesto de Cruz Roja en San Agustín. YAIZA SOCORRO

A sus 76 años ha decidido dar el salto a la política, una actividad bastante alejada de la que fue su vida profesional, para cambiar el actual rumbo de San Bartolomé de Tirajana. El que fuera jefe de la Policía Local del municipio durante 30 años, desde 1977 hasta su jubilación en 2007, Juan Campos, y también hasta hace tan solo unas semanas presidente provincial de Cruz Roja en Las Palmas, se lanza al ruedo político en las filas del partido naranja como número 2 de la lista de Ciudadanos al ayuntamiento tirajanero, por detrás de Inés Rodríguez, y lo hace, dice, para darse a los demás. "Llevo la ayuda en el ADN", reconoce.

Su vinculación con San Bartolomé de Tirajana no llegó de la mano de la jefatura de la Policía Local, sino de Cruz Roja, organización de la que era, y es, voluntario cuando ejercía su profesión como maestro en el colegio Claret de la capital. "Al tiempo que impartía clases, era voluntario, y de repente, en 1973, Cruz Roja solicita un oficial que fuese al Sur para coordinar el servicio de Salvamento de las playas y me preguntan si estaba dispuesto", recuerda, "en ese momento pensé que era una locura, porque yo tenía mi plaza pública fija, pero siempre he sido muy aventurero".

Aceptó el reto. Y se marchó al Sur con sesenta soldados, con las embarcaciones de Cruz Roja en los techos de los jeep a montar los primeros puestos de socorrismo en tiendas de campaña, puestos que han evolucionado hasta los disponibles en la actualidad. Ocupó ese cargo de oficial de la organización en Maspalomas durante cinco años. "Hasta entonces no había nada y la gente se ahogaba en San Agustín todas las semanas", relata, "hicimos un proyecto y trabajamos para acabar con los ahogamientos".

Pasado ese lustro, el que fuese alcalde en la época, Francisco Araña del Toro, fallecido ayer a los 88 años, lo citó en su casa, donde le propuso ser el jefe de la Policía Local. "Le dije que no, que yo le podía ayudar en lo que quisiera, ¿dónde iba yo del Claret a las playas y de allí a la Policía? Tampoco tenía esa formación", recuerda. Se olvidó de eso y aceptó; y entonces se marchó 15 días a Madrid y 15 a Barcelona para estudiar a sus cuerpos municipales. "Me traje toda la normativa que aquí no existía sobre el funcionamiento de la policía, de tal forma que copiamos lo que había allí, cogiendo lo mejor de cada sitio y a mediados de 1979 ya teníamos formándose aquí a uno de los mejores cuerpos de Policía Local", rememora.

En 1982 ascendió y se comprometió a hacer la mejor plantilla policial de Canarias. "Llevamos la seguridad del municipio a lo más alto del Archipiélago; hoy, eso ha disminuido", apunta, "me encontré con una plantilla precaria de apenas 30 agentes, sin conocimientos ni medios, y con mucho trabajo el equipo y yo logramos un cuerpo que alcanzó los 200 agentes cuando me jubilé en 2007, pero hoy faltan 80, y eso hay que mejorarlo".

Bajo su gestión, el cuerpo de Policía Local de San Bartolomé de Tirajana fue el primero de Canarias en incorporar a las mujeres, en 1980, y lo hizo por todo lo alto, ya que sumó a nueve agentes de una sola promoción. Así, desde su llegada, vio cómo el cuerpo se democratizó y pasó a ser una policía "participativa, educada, preparada y que no necesitaba dar palos para resolver los problemas, que conseguía buenos sueldos y que lograba unos medios potentes; éramos la envidia de muchos municipios".

Juan Campos acudía a la jefatura incluso los días en que no le tocaba trabajar. "Estaba mañana, tarde y noche, me apasionaba mi trabajo", añade, "si no entregas tu alma, tu cuerpo y tu saber a lo que haces, lo tienes todo perdido, y a mí me gusta comprometerme al máximo en todo".

Cuando se jubiló en 2007 entró a formar parte de Cruz Roja en Las Palmas, siendo su presidente provincial. Y llegó allí casi engañado. "Los compañeros de Las Palmas me pidieron ir, que sería uno o dos días en semana, como mucho, pero me engañaron muy bien engañado", relata con humor. Dirigió la organización hasta hace apenas veinte días que presentó su dimisión para poder ir en las listas de Ciudadanos en Maspalomas.

Recuerda su paso por Cruz Roja como una etapa viva. "Me encontré con personas entusiastas, con trabajadores extraordinarios y unos voluntarios que se merecen todas las medallas del mundo". Pero reconoce que al principio fueron años duros. "Me gustan las cosas estructuradas, organizadas, con economía y tuvimos que hacer un gran trabajo para conseguir el edificio de intervención psicosocial y las instalaciones de formación, el centro de emergencias y el centro logístico de ayuda humanitaria, el cuarto del mundo".

Para Juan Campos, el momento más duro de su etapa profesional en la Policía Local fue al principio, cuando durante unos años hubo personas que le cortaban los frenos de su vehículo privado. "Pero después del quinto o sexto año tenía la satisfacción de tener la mejor plantilla de Canarias", asevera. En Cruz Roja recuerda con orgullo los últimos años, cuando logró sanear la economía de la organización y los trabajadores estaban cada vez más preparados en su oficio.

El número 2 de Ciudadanos en el Sur considera que toda esta experiencia profesional le ha curtido para la política. "Quiero agradecer a San Bartolomé de Tirajana todo lo que me ha dado y ofrecerle más medios y calidad humana", señala, "vengo a tratar de hacer política de verdad, no se nos puede olvidar que el municipio, junto con Mogán, es el granero económico de Gran Canaria y debemos ser un referente".

Y para ser un referente, además de diversificar y dignificar el sector turístico y continuar fomentando la renovación hotelera, Campos propone la creación de academias públicas para que los ciudadanos, de forma gratuita, se formen para acceder a los cuerpos de policía o bomberos, o en las profesiones que demandarán los parques temáticos y el sector hostelero. Además, entre otros proyectos, pretende reformar el mercado municipal.

A sus 76 años, este expolicía reconvertido en político no se da por vencido y quiere llegar para dar un vuelco al municipio del que ha formado parte durante gran parte de su vida. Y lo hace "muy contento y con muchas ganas e ilusión".

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