Elecciones municipales | La conformación del nuevo gobierno de Las Palmas de Gran Canaria

Los deberes pendientes del nuevo tripartito de Las Palmas de Gran Canaria

Darias tendrá que afrontar los problemas que deja Hidalgo, como el atasco de la metroguagua, los vertidos y la falta de personal y de limpieza

Obras de la metroguagua en las inmediaciones del parque Santa Catalina.

Obras de la metroguagua en las inmediaciones del parque Santa Catalina. / Juan Castro

El nuevo tripartito que asumirá el gobierno de Las Palmas de Gran Canaria, si finalmente llegan a buen puerto las negociaciones en marcha, tendrá que afrontar la solución de muchas asignaturas pendientes que heredan de la corporación que aún preside en funciones el alcalde saliente Augusto Hidalgo. La puesta en marcha de la metroguagua, la carencia de personal y los vertidos y la limpieza  figuran entre los problemas más serios.

A partir del próximo 17 de junio, cuando tomará posesión la nueva corporación, La alcaldesa socialista Carolina Darias tendrá que meterle mano, junto con los socios de Nueva Canarias y Unidas Sí Podemos, a problemas tan graves como la falta de personal, que lastra la gestión de los servicios, o la finalización de la metroguagua, que avanza al ralentí y aún no ha terminado pese a que las obras se iniciaron hace seis años.

La falta de limpieza que sufre la ciudad figuran también entre los deberes pendientes. El último informe de la OCU ha colocado a la capital como la quinta ciudad más sucia de España, tras perder siete puntos con respecto a 2019 en la encuesta realizada a vecinos y vecinas.

Las zonas de bajas emisiones para restringir el tráfico en el centro de la ciudad no han llegado aún

Y es que la falta de personal que sufren los servicios de limpieza viaria y recogida de residuos sólidos se nota, y mucho, en la suciedad de las calles. 

El gobierno de Hidalgo ha optado por avanzar en la privatización  para resolver la carencia de trabajadores en ambos servicios. En recogida ya lo ha hecho efectivo de manera irregular, prolongando el contrato a dedo que se realizó bajo el paraguas del estado de alarma, que todavía sigue en vigor, tres años después.

Zonas de bajas emisiones

Las zonas de bajas emisiones, cuya puesta en marcha ha sido ordenada por Bruselas para restringir el tráfico de vehículos en el centro de la ciudad, no acaban de llegar y la instalación de los carriles bicis previstos también figuran en la lista del debe de las actuaciones relacionadas con la sostenibilidad.

Las minimanzanas de Alcaravaneras siguen pendientes y los vecinos reclaman desde hace años que se haga efectiva la Gran Vía Peatonal, que va desde Alcaravaneras hasta Bravo Murillo. 

La ciudadanía de la capital aún sigue esperando por los planes de movilidad vertical, en el que se incluye el funicular de Altavista, que iba a conectar la parada de la metroguaga de la piscina Julio Navarro con la Ciudad Alta

Metroguagua

Seis años después de su inicio aún se desconoce cuando se pondrá en marcha la metroguagua aunque los responsables municipales aseguran que arrancará sí o sí a finales de 2024.

Las obras, que empezaron en 2017 con la previsión inicial de concluir en 2021, se encuentran empantanadas por problemas de diferente calado que afectan a los tramos más complejos.

La construcción de la estación de Hoya de la Plata continúa parada tras la rescisión por el Ayuntamiento del contrato a la adjudicataria a principios de este año, porque sólo había certificado el 5% de las obras en 17 meses, durante los cuales los trabajos permanecieron más tiempo parados que en marcha.

También están retrasados los pasos subterráneos y las paradas de Santa Catalina, en los que se trabaja actualmente, mientras que el tramo de la Avenida Marítima, aún no tiene el permiso de Costas para ganarle al mar espacio necesario para ensanchar la autovía y colocar los viales del nuevo sistema de transporte y un cuarto carril para evitar atascos en la salida de los túneles de San José. Tampoco se han licitado los tramos de Rafael Cabrera ni de la parada de Manuel Becerra.

Actualmente hay sólo dos tramos en obras, los pasos subterráneos de Santa Catalina y la fase que va de Eduardo Benot a Juan Rejón. La última estimación cifra en 151 millones el coste del proyecto emblemático del tripartito, que en su parte positiva ha traído consigo la peatonalización de zonas Mesa y López, Galicia y la plaza de España.

Vertidos

Uno de los grandes problemas medioambientales que soporta la ciudad está relacionado con los vertidos de aguas residuales sin autorización por el emisario submarino situado en frente del Teatro Pérez Galdós.

El Gobierno canario impuso en 2021 una multa de 30.000 euros al Ayuntamiento y ha advertido que no autorizará la salida de aguas residuales por el emisario hasta que el consistorio haga las obras que garanticen que los líquidos lanzados cumplen con todas las medidas de seguridad. Pese a la amenaza de Medio Ambiente de llevar a la ciudad a los tribunales, el consistorio sigue vertiendo sin autorización.

El expediente fue abierto por el Gobierno en 2017, por lanzar al mar una media de siete millones de litros diarios de aguas residuales sin un tratamiento adecuado, y condicionó la nueva autorización de vertido a la ejecución de las obras necesarias para acabar con el problema. Seis años después, las actuaciones para que todas las aguas negras sean bombeadas a Barranco Seco y sometidas a tratamiento secundario antes de ser lanzadas al mar, aún no se han ejecutado. Estas obras se cuantificaron en trece millones y han sido incluidas en el Plan Estratégico de Infraestructuras Hidráulicas, cifrado en 660 millones. Ninguna de las obras se ha llevado a cabo hasta el momento. 

Las obras de soterramiento de Belén María y Torre Las Palmas continúan sin arrancar

Sin eliminar siguen aún también los vertidos puntuales que causan la contaminación de la playa de El Confital, un problema que ha provocado la prohibición del baño en sus aguas desde hace seis años, aunque la bañistas hacen caso omiso de la advertencia. La renovación de la red de saneamiento de Las Coloradas, a la que se apunta como causa más probable de la polución, aún no se ha iniciado. Tampoco se han llevado a cabo las obras para evitar los vertidos del barranco de La Ballena en la playa de Las Canteras cada vez que llueve.

Atascos

Otras dos intervenciones que siguen pendientes, aunque en este caso no son competencia del Ayuntamiento sino del Gobierno canario, son el soterramiento de Belén María y Torre Las Palmas para acabar con los atascos o desplazarlos -esto último parece lo más probable- a otra parte de la ciudad. Obras Públicas viene anunciando el arranque de las obras de Belén María desde mayo de 2019, justo antes de las anteriores elecciones, pero hasta ahora no se ha movido una piedra.

El punto negro de la rotonda de la plaza de las Américas tampoco se ha resuelto y se espera que se agrave cuando se habiten las 400 viviendas de Residencial Las Américas, cuya construcción acaba de arrancar. Sin resolver siguen los atascos de Lomo Blanco y los accesos a Tamaraceite.

Aceras

La falta de aceras en los márgenes de carreteras generales como la de Almatriche, Las Perreras o San Lorenzo, que ponen en peligro a los vecinos cuando circulan por ellas continúa siendo un problema de solución pendiente. El Ayuntamiento ha iniciado por fin la primera fase de las aceras de la carretera de Los Tarahales y ha anunciado que hay financiación para hacer lo mismo con Almatriche y otras vías, pero aún no hay fecha para iniciar los proyectos.

El Museo Néstor ha cumplido más de cinco años cerrado y todavía no se sabe cuando se iniciará su rehabilitación y ampliación.

La recuperación del Guiniguada, a su paso por la carretera del centro, es otro clásico de los programas electorales, pero la recuperación del barranco aún sigue entre las asignaturas pendientes, al igual que el Parque de la Música que soñó José Miguel Fernández-Aceytuno.

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