Es el alma del Museo Atlántico, el creador del primer museo submarino de Europa, ubicado al sur de la isla de Lanzarote. Su nombre, Jason deCaires Taylor, está inconfundiblemente unido al arte submarino, en el panorama internacional. Pionero de un nuevo sistema de expresión artística, a la vez que método de preservación de la vida marina, este británico, nacido en 1974, ha sido reconocido por la revista Foreign Policy, como el "Jacques Cousteau del mundo del arte".

Precisamente, todos los proyectos de Jason DeCaires se inspiran en una de las enseñanzas del explorador francés: "La gente protege aquello que ama. Pero solo amamos lo que conocemos". Y en eso lleva los últimos años el artista británico, en transmitir su pasión por los océanos y en concienciar al mundo sobre la necesidad de su preservación.

Su admiración por el mar y sus habitantes se empezó a gestar cuando era muy joven. Desde los siete u ocho años tuvo la oportunidad de explorar las aguas de Malasia y Tailandia con su familia y descubrir lo que esconde el 70% de nuestro planeta. Años más tarde, cuando ya se había graduado en el London Institute of Arts en escultura y llevaba trabajando más de veinte años como buceador y fotógrafo submarino de prestigio, comprobó los estragos que el hombre y las catástrofes naturales estaban causando en algunos fondos marinos que había conocido en sus inicios.

Y, entonces, para alejar a las masas de los hábitats marinos más frágiles y expresar al mismo tiempo su preocupación por el futuro de los océanos, Jason DeCaires Taylor ideó la construcción de un arrecife artificial con esculturas fabricadas en hormigón pH neutro. Una solución práctica, alternativa y, a la vez, artística, que permite preservar los fondos marinos, incrementar la vida en los océanos y educar al mundo en el respeto a un lugar que el artista considera sagrado, un museo en sí mismo.

En 2006, creó el primer parque subacuático del mundo en Grenada (Antillas), considerado por National Geographic como una de las 25 maravillas del mundo. En 2009 fundó el Museo Subacuático de Arte (MUSA) en Cancún, descrito por Forbes como uno de los destinos únicos del mundo. Cinco años más tarde, sumergió el Ocean Atlas en las Bahamas, la escultura individual más grande sumergida en el mar con 5 metros de altura y más de 60 toneladas.

Y desde finales de 2015, el británico, de padre inglés y madre guayanesa, trabajó en el primer museo submarino de Europa, que ubicaría en una zona bien protegida de los vientos y las mareas, al sur de la isla de Lanzarote. Durante más de dos años trabajó en su taller, situado muy cerca del museo, en el puerto deportivo de Marina Rubicón. Allí fabricó las 289 esculturas que componen el Museo Atlántico, tomando como modelo a vecinos y residentes de la isla. Inspirado por la magia de Lanzarote y por supuesto, por el legado de César Manrique, artífice de esa fusión entre Arte y Naturaleza que domina todos los centros turísticos, Jason completó el proyecto a principios de 2017.

Su obra y su mensaje están dando la vuelta al mundo a través de innumerables medios de comunicación internacionales. Sin duda, no deja indiferente. Os dejamos este vídeo para que conozcáis mejor al artista Jason deCaires Taylor y sus impresionantes creaciones.